TODO LO QUE DEBES SABER DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES, FIESTA QUE SE CELEBRA EL 15 DE SEPTIEMBRE
La Virgen de los Dolores es tradicionalmente
representada con uno o con siete puñales atravesándole el corazón, en
referencia a la profecía de Siméon, que dijo a María que una espada le
atravesaría el alma.
El 15 de septiembre, justo un día después de la
fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, la
Iglesia celebra una de las grandes devociones marianas, la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores. Dos fiestas que están unidas por la
pasión de Cristo.
Esta fiesta que recuerda los
grandes sufrimientos de la Virgen María es una de las advocaciones más
populares. De tradición antiquísima, la Virgen de los Dolores
se encuentra en miles de iglesias de todo el mundo y su culto popular es uno de los más
importantes. Prueba de ellos son los siete dolores y el hecho de que además del
15 de septiembre, la Virgen de los Dolores también sea recordada justo antes de
la Semana Santa, concretamente el viernes anterior al Domingo de Ramos,
conocido popularmente como “Viernes de Dolores”.
***
-¿CUÁNDO
COMENZÓ LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE LOS DOLORES?
Nuestra Señora de los Dolores es
una de las advocaciones marianas más universales. No
está vinculada ni a un determinado lugar físico ni a una aparición sino a los
sufrimientos que padeció María por los terribles sufrimientos de su hijo Jesús.
La devoción es antiquísima y ya
en el siglo VIII en la Iglesia se escribía acerca de la “Compasión de la Virgen”, en
relación a la participación de María en los dolores de Cristo. Primero surgió
la devoción a los cinco dolores de María, que posteriormente se amplió a los 7
dolores que se meditan actualmente. De este modo, pronto comenzaron a
componerse himnos para honrar a la Mater Dolorosa. Un ejemplo de ellos es
el Stabat Mater.
En Occidente la fiesta comenzó a
celebrarse durante la Edad Media bajo el nombre de “Transfixión
de María” o la “Recomendación de María en el Calvario” y
en un principio se conmemoraba en el tiempo pascual.
Una buena parte de la
responsabilidad de la difusión de esta devoción de la Virgen se debe a los
religiosos servitas, muy devotos de los dolores de María. Fueron ellos que
comenzaron a celebrar esta memoria bajo la Cruz con oficio y
misa especial. Más
tarde, ya comenzó a celebrarse el tercer domingo de septiembre. Pero además, el
viernes anterior al Domingo de Ramos se conmemoraba también el llamado
popularmente como “Viernes de Dolores”.
Benedicto XIII extendió
universalmente la celebración del “Viernes de
Dolores” en 1472 y en 1814 el Papa
Pío VII fijó la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores para el 15 de
septiembre, un día después a la Exaltación de la Santa
cruz.
-¿CUÁLES
SON LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN?
Los Siete Dolores de la Virgen es
una antigua devoción que ha llegado hasta nuestros días y en las que se repasan
siete dolores que la Virgen padeció durante la vida de Jesús y que es un
reflejo del amor y sufrimiento de la Madre de Cristo. Para meditar los siete
dolores se utilizan pasajes del Evangelio en los que aparece María.
-PRIMER DOLOR: LA
PROFECÍA DE SIMEÓN. (Lucas 2,22-35): «Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste
está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de
contradicción. ¡y a ti misma una espada te
atravesará el alma! a fin de que queden al descubierto las intenciones
de muchos corazones». (Lc2,34-35)
-SEGUNDO DOLOR: LA
HUIDA A EGIPTO. (Mateo 2,13-15): «Cuando ellos se retiraron, el ángel de Señor se
apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate,
toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo
te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle. Él se levantó, tomó
de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la
muerte de Herodes: para que se cumpliera lo dicho por el Señor por medio del
profeta: De Egipto llamé a mi hijo». (Mt 2,13-15)
-TERCER
DOLOR: EL NIÑO PERDIDO EN EL TEMPLO. (Lucas
2,41 -50): «Al cabo de tres días, le encontraron en
el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles
preguntas…Cuando le vieron quedaron sorprendidos y su madre le dijo: «Hijo,
¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos
buscando…» (Lc2,46-48)
-CUARTO DOLOR – MARÍA
SE ENCUENTRA CON JESÚS CAMINO AL CALVARIO. (Lam
1,12): «Vosotros que pasáis por el camino, mirad,
fijaos bien si hay dolor parecido…» (Lam 1,12)
-QUINTO DOLOR – JESÚS
MUERE EN LA CRUZ. (Juan 19,17-39): «Junto a la cruz de Jesús
estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María
Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba,
dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
Luego dice al discípulo :»Ahí tienes a tu madre…» (Lc 19, 25-27)
-SEXTO DOLOR – MARÍA
RECIBE EL CUERPO DE JESÚS AL SER BAJADO DE LA CRUZ. (Juan
19, 38): «Después
de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por
miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de
Jesús. Pilato se lo concedió.» (Jn 19,38)
-SÉPTIMO DOLOR -JESÚS
ES COLOCADO EN EL SEPULCRO. (Lucas 23, 53-54): «…y, después de descolgarle, le
envolvió en una sábana y le puso en un sepulcro excavado en la roca en el que
nadie había sido puesto todavía.» (Lc 23, 53-54).
-¿CUÁLES
SON LAS 7 PROMESAS DE LA VIRGEN PARA QUIEN MEDITE SUS DOLORES?
En sus revelaciones a Santa Brígida de Suecia en
el siglo XIV, la Virgen le dijo que concedería siete gracias a aquellos que
cada día la acompañen rezando con verdadera devoción siete Avemarías meditando
acerca de sus dolores y sus lágrimas. Estas son las 7
promesas:
1. Les concederá paz a sus
familias.
2. Serán iluminadas de los
divinos Misterios.
3. Les dará consuelo en sus penas
y compañía en sus trabajos.
4. Cuando no se oponga a la
voluntad de su Hijo o a la salvación de sus almas, les concederá lo que le
pidan.
5. Protección en cada momento de
la vida y les defenderá en sus batallas espirituales contra el enemigo.
6. Asistencia en el momento de la
muerte y verán su rostro.
7. Aquellos que propaguen esta
devoción, sean llevados de esta vida terrena a la felicidad eterna, sus pecados
serán perdonados y el Señor será su gozo y consuelo eterno.
¿POR
QUÉ SE REPRESENTA A LA VIRGEN CON PUÑALES CLAVADOS EN SU CORAZÓN?
La Virgen de los Dolores ha sido
tradicionalmente representada o bien con una espada clavada en su corazón o
bien con siete puñales. Así ha sido durante siglos tanto en el arte como en la
rica imaginería religiosa. El origen
se remonta a las propias Escrituras, concretamente en la profecía de Simeón que recoge el Evangelio de San Lucas, en
la que el anciano le dice a la Virgen que una espada le atravesará el alma,
ante el gran sufrimiento que verá en su hijo Jesús. Tras la devoción de los
siete dolores también se empezaron a utilizar siete puñales, uno por cada
dolor, para representar a la Virgen Dolorosa.
ASÍ LO RECOGÍA EL EVANGELIO DE SAN LUCAS:
“Había por entonces
en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre justo y piadoso, esperaba la
consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido
revelado por el Espíritu Santo que no moriría antes de ver al Cristo del Señor.
Movido por el Espíritu Santo vino al Templo; y al introducir sus padres al niño
Jesús para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, lo tomó en sus brazos y
bendijo a Dios diciendo: ‘Ahora, Señor, ya puedes dejar que tu siervo se vaya
en paz, según tu palabra, porque mis ojos han visto tu salvación, la que has
preparado ante la faz de todos los pueblos, luz para revelación de los gentiles
y gloria de tu pueblo, Israel’. Su padre y su madre estaban admirados por las
cosas que se decían de él. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: ‘Mira,
éste ha sido destinado para ser caída y resurrección de muchos en Israel, y
como signo de contradicción –y a ti misma una espada te atravesará el alma-,
para que se descubran los pensamientos de muchos corazones’”. (Lc 2, 22-35).
-¿QUÉ
ES EL STABAT MATER?
- No es posible hablar de la
Virgen de los Dolores sin tener en cuenta el Stabat
Mater, un himno del siglo XIII asociado a
la Virgen Dolorosa. Este himno se ha atribuido
al fraile franciscano Jacopone da Todi y que comienza con el conocido Stabat Mater dolorosa. Es una bella
oración que se centra en los sufrimientos de la Virgen durante la Pasión de su
hijo.
Estaba la Madre dolorosa llorando
junto a la cruz de la que pendía su Hijo.
Su alma quejumbrosa, apesadumbrada
y gimiente, atravesada por una espada.
¡Qué triste y afligida estaba la
bendita Madre del Hijo unigénito!
Se lamentaba y afligía y temblaba
viendo sufrir a su divino Hijo.
¿Qué hombre no lloraría viendo a
la Madre de Cristo en tan gran suplicio?
¿Quién no se entristecería al
contemplar a la querida Madre
sufriendo con su hijo?
Por los pecados de su pueblo vio
a Jesús en el tormento y sometido a azotes.
Ella vio a su dulce Hijo entregar
el espíritu y morir desamparado.
¡Madre, fuente de amor, hazme
sentir todo tu dolor para que llore contigo!
Haz que arda mi corazón en el amor
a Cristo Señor, para que así le complazca.
¡Santa María, hazlo así! Graba
las heridas del Crucificado profundamente en mi corazón.
Comparte conmigo las penas de tu
hijo herido, que se ha dignado a sufrir la pasión por mí.
Haz que llore contigo, que sufra
con el Crucificado mientras viva.
Deseo permanecer contigo, cerca
de la cruz, y compartir tu dolor.
Virgen excelsa entre las vírgenes,
no seas amarga conmigo, haz que contigo me lamente.
Haz que soporte la muerte de
Cristo, haz que comparta su pasión y contemple sus heridas.
Haz que sus heridas me hieran, embriagado
por esta cruz y por el amor de tu hijo.
Inflamado y ardiendo, que sea por
ti defendido, oh Virgen, el día del Juicio.
Haz que sea protegido por la
cruz, fortificado por la muerte de Cristo, fortalecido por la gracia.
Cuando muera mi cuerpo haz que se
conceda a mi alma la gloria del paraíso.
Amén.
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