Madre querida Virgen María, haz que yo salve el alma mía.
Dios te
Salve María...
Bajo tu
amparo nos acogemos,
Santa
Madre de Dios; no deseches las oraciones, que te dirigimos en nuestras
necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡Oh Virgen gloriosa y
bendita!
Amén.
María
Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros.
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