LA CLARIDAD DEL FILÓSOFO PIERRE MANENT
Pierre Manent, nacido en 1949 y profesor de filosofía política en la Escuela
de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de
París, es uno de los pensadores
católicos de referencia en
Francia y muy comprometido con la causa de la vida. Firmó
el manifiesto Por una Europa fiel a la dignidad
humana que promueve la plataforma One on Us y es un analista crítico
con la evolución de las sociedades ex cristianas, asunto al que consagró su
libro Las metamorfosis de la ciudad.
Su último libro es Pascal
y la propuesta cristiana, donde, partiendo del
pensamiento del filósofo y matemático Blaise Pascal (1623-1662), tan inmerso en las disputas
teológicas de su tiempo y cuyos Pensamientos han entrado a
formar parte del canon del pensamiento occidental. Manent encuentra en las
páginas de Pascal un "apoyo" para
su planteamiento de la "urgencia de la
cuestión cristiana".
Sobre eso ha sido
entrevistado por Laurent Dandrieu en Valeurs
Actuelles:
-¿POR
QUÉ EMPEZAR POR [BLAISE] PASCAL, COMO HACE PIERRE MANENT EN SU ÚLTIMO LIBRO,
PARA EVOCAR EL "BAUTISMO DE CANCELACIÓN" CON EL QUE EUROPA QUIERE
DARSE UN NUEVO NACIMIENTO QUE YA NO DEBA NADA AL CRISTIANISMO? SIN DUDA
PORQUE "PARA ENCONTRAR LOS TÉRMINOS EXACTOS Y CAPTAR LA GRAVEDAD Y LA
URGENCIA DE LA CUESTIÓN CRISTIANA", NO HAY MEJOR GUÍA QUE LA VOZ
VIBRANTE CON LA QUE PASCAL NOS INVITA A ESCUCHAR LA PROPUESTA DE UN DIOS QUE SE
NOS HACE CERCANO, Y ARTICULA DE FORMA LUMINOSA TANTO LA GRANDEZA COMO LA
MISERIA DE NUESTRA CONDICIÓN HUMANA. ¿PODEMOS EMPEZAR PREGUNTÁNDOLE CÓMO HA
ACOGIDO USTED, PERSONALMENTE, ESTA PROPUESTA CRISTIANA?
-Criado en la más completa
ignorancia de la religión, la descubrí en la khâgne [clases preparatorias literarias] de
Toulouse gracias a mi profesor de filosofía, un tomista claro
y riguroso. Al principio, para mí era como una catedral
doctrinal cuya amplitud y belleza admiraba, pero en la que no tenía mucha prisa
por entrar. Quizá nunca habría entrado sin la atracción espiritual de Aniouta y Stanislas Fumet, artistas y
místicos que hicieron palpable la cercanía de Dios. Pero no bastaba con entrar.
Mi querido André Frossard, al final de su vida,
temía haber admirado a Dios más de lo que lo había amado. Se trata de un temor
que no me es ajeno.
-PROLIFERAN
LOS ENSAYOS QUE INTENTAN DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE DIOS MEDIANTE LA CIENCIA Y
LAS RAZONES INTELECTUALES. ¿QUÉ CREE QUE SIGNIFICA ESTE ENFOQUE RACIONALISTA DE
LA FE? ¿CÓMO NOS AYUDA PASCAL A COMPRENDER EL LUGAR QUE HAY QUE DAR A LA RAZÓN
EN LA FE?
-Estos libros pueden ser más o
menos rigurosos, pero es su mismo proyecto el que me parece vano. Ya se trate
de la cosmología o de la bioquímica de la evolución, por muy eruditos que
seamos, seguimos siendo espectadores de causas exclusivamente físicas, de "causas muertas" que, procediendo según
el azar y la necesidad, solo producen efectos físicos, desprovistos de sentido
humano. El Dios que algunos infieren o insertan es un Dios muerto, el "Dios de los filósofos y los eruditos". En
cambio, el "Dios de Jesucristo", que
es el "Dios de Abraham, Isaac y Jacob", se dirige inmediatamente a nosotros, a cada
uno de nosotros. Tenemos que orientarnos y elegir nuestro camino en un
inmenso drama viviente ante el cual no podemos permanecer como
espectadores.
»Sin embargo, nuestra elección no es ciega. Pascal no recomienda lo que
algunos han llamado el "salto de
fe". Dios nos habla a través de las Escrituras judías y
cristianas; estas Escrituras tienen sentido, tocan puntos de nuestras almas que
no sabíamos que existían, despiertan posibilidades dormidas; en resumen,
descubren un paisaje moral de grandeza y miseria más vasto, más
rico y más sutil que cualquier doctrina humana. Esta experiencia no constituye una prueba
demostrativa de la verdad del cristianismo, pero sí sugiere poderosamente que
no es descabellado orientar nuestras vidas según los marcadores definidos
por los "misterios" cristianos.
-USTED
RECUERDA QUE PASCAL ACUSÓ A LOS JESUITAS DE SU ÉPOCA DE IMPROVISAR UNA
"RELIGIÓN ACOMODATICIA" QUE "SATISFICIERA A
TODOS". ¿NO HA TRIUNFADO ESTA TENTACIÓN DE UNA RELIGIÓN
ACOMODATICIA EN EL CATOLICISMO CONTEMPORÁNEO?
-La cuestión no afecta solo a la
Iglesia, sino a todas las instituciones humanas. ¿Qué
cuestión? El de la "gran brecha"
-término de Maquiavelo- entre lo que los hombres hacen y lo que dicen que
deberían hacer. Ciertamente el problema se plantea en el caso de la Iglesia
cristiana la cual, por un lado, formula mandamientos más rigurosos que cualquier otra institución y,
por el otro, no excluye a ningún criminal, ni siquiera a los peores, de
la posibilidad del perdón.
Por tanto, es a la vez la más exigente y la más complaciente de las
instituciones humanas. Esta inmensa amplitud del espíritu católico es difícil de negociar. La Iglesia se expone
al reproche de pedir demasiado a los hombres y de perdonar demasiado, o al
menos de perdonar a sus miembros con demasiada facilidad.
»En consecuencia, la opinión pública la presiona
para que reduzca la distancia entre lo que exige en principio y lo que permite
de hecho. Este es, en mi opinión, el contexto más amplio de la
crisis provocada por la revelación de la conducta de algunos sacerdotes y
obispos. Ahora bien, si estas exigencias de la opinión pública, incluida la
católica, parecen de sentido común, pueden, si no se tiene cuidado, socavar el
principio mismo de la institución, que es ser a la vez la
que manda y la que perdona, la que administra la grandeza y la
miseria. Pascal no reprochaba a los jesuitas que perdonaran demasiado, sino que
perdonaran con demasiada facilidad, que rebajaran el nivel de
exigencia cristiana. En la actual crisis de la Iglesia, la cuestión
no es si la institución debe reformarse a sí misma -debe hacerlo-, sino si la
reforma debe llevarse a cabo conformando simplemente la Iglesia a las reglas,
por otra parte recientes, de la sociedad que la rodea,
o más bien reavivando el sentido y la urgencia de la exigencia cristiana en el corazón
de los fieles y en la conciencia de la jerarquía.
-SEGÚN
USTED, EL CATOLICISMO PARECE TENER ACTUALMENTE DIFICULTADES PARA DISTINGUIR LA
PROPUESTA CRISTIANA DE LA "RELIGIÓN DE LA HUMANIDAD": ¿TIENE HOY EL
CRISTIANISMO LA TENTACIÓN DE PREOCUPARSE MÁS POR LA "UNIFICACIÓN MORAL DE
LA HUMANIDAD" QUE POR LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS?
-La dificultad que tiene hoy la
Iglesia para expresarse, para manifestar lo que le es propio, lo que constituye
el sentido mismo de su existencia y de su misión, es en parte la consecuencia
casi inevitable de la situación que le ha creado el régimen de "separación".
»El principio del laicismo puede resumirse así: el derecho a mandar está
reservado al Estado; la Iglesia tiene libertad para enseñar a los creyentes.
Una partición razonable en sí misma, pero que condena a la
religión a una atrofia progresiva. En efecto, ¿cómo se puede reivindicar la posesión de las llaves del
Reino si el Estado que gobierna se muestra indiferente a
esta misión? ¿Cómo se puede mantener a la sociedad atenta a la Iglesia como
mediadora de salvación entre Dios y el hombre si la sociedad se organiza cada
vez más en la indiferencia hacia las cosas de Dios?
»Básicamente, la Iglesia pudo seguir afirmando el carácter único y
urgente de su misión mientras se resistió a la pretensión del
Estado de ser el único portador de la ley suprema. Ahora que ya no se atreve a defender su derecho
frente al Estado, ya no sabe cómo decir lo que es, ni al público ni a los
propios cristianos. Es cierto que sigue criticando con valentía ciertos excesos
del legislador, pero este ni siquiera pretende tener en cuenta esas críticas,
ya que proceden de la Iglesia, que no tiene nada que decir al respecto.
La Cristiandad se construyó sobre la centralidad del templo y la unión del trono y el altar en torno al fin último. Cuando ambos se separan, explica Manent, la religión "se atrofia", pues no resulta creíble su mensaje de mediación con Dios cuando el poder rige todos los asuntos como si Dios no existiera.
»Por ello, la Iglesia tiene la fuerte tentación de esconderse entre la
multitud y hablar la lengua extranjera que parece más
cercana a la suya: el lenguaje de la compasión humanitaria,
que se asemeja al lenguaje de la caridad cristiana. Pero esto es obedecer a otra religión, a otra comprensión de la miseria
humana y a otra concepción del remedio para esa miseria.
» ¿En qué consiste esta nueva religión? Define la miseria, así como el remedio para la miseria, en términos
fuertemente políticos: la deseable unidad de la humanidad se ve obstaculizada
por una división principal, la que separa el "centro" de las
"periferias", el "nosotros" de los "otros", Occidente
del resto y principalmente de los pueblos antes dominados. El remedio a esta
miseria y el sacramento de la unidad humana está en el gesto más sencillo del
mundo: derribar la barrera entre ellos y nosotros, dejarles entrar si
lo desean, porque tienen derecho a hacerlo como titulares de derechos humanos.
»Definir las tareas de la caridad cristiana en el marco de esta
concepción de los desafíos del presente es tomar una posición política
discutible y, sobre todo, es disminuir singularmente la
finalidad de la caridad. Así como la condición de los obreros no
resumía la miseria del mundo en tiempos de los sacerdotes obreros, la condición
de los emigrantes hoy no resume las tareas de la caridad cristiana. Al igual
que entonces los trabajadores tenían la fuerza de su número y de sus diversas
organizaciones, hoy los emigrantes tienen la fuerza de su número y de las
diversas organizaciones que fomentan y facilitan su emigración. Son personas
activas, dispuestas y emprendedoras que transforman profundamente el equilibrio
del mundo: sus sociedades al abandonarlas, las
nuestras al establecerse en ellas. La caridad cristiana debe acudir en ayuda de su desamparo, pero debe guardarse de dejarse
seducir por su fuerza.
-¿LA
CANCELACIÓN DEL CRISTIANISMO EN LA CONCIENCIA EUROPEA SE EXPLICA SOLO POR UN
MALESTAR RESPECTO A NUESTRA HISTORIA, O REFLEJA TAMBIÉN EL HECHO DE QUE EL HOMBRE
OCCIDENTAL YA NO SABE RECONOCER SU PROPIA MISERIA? EL WOKISMO, ¿NO ES EL
TRIUNFO DE ROUSSEAU SOBRE PASCAL, CULPANDO DE TODOS LOS MALES A LOS DEFECTOS
"SISTÉMICOS" DE LA SOCIEDAD, IGNORANDO LA RESPONSABILIDAD PERSONAL Y
EL PECADO?
-Los europeos están inmersos en
una penitencia sin perdón ni redención. Están
repudiando todo su pasado, sus antiguas naciones, su antigua religión, todo por
lo que han sido mandados y por lo que han mandado al mundo. No creo que esto
signifique el triunfo de Rousseau. Los europeos no se creen "naturalmente buenos"; al contrario, se creen malos, piensan que lo han sido
durante siglos. Así que quieren convertirse en inocentes. ¿Cómo pueden hacerlo si han repudiado la religión del
perdón, que pertenece a los siglos malvados? Todo lo que tienen que
hacer es desaparecer, desaparecer para ser mejores, desaparecer para
dejar finalmente de ser malvados. Pero, ¿cómo
desaparecer, cómo hacer saber que desaparecen y que quieren desaparecer? De
ahí el frenesí de demolición, cancelación, renuncia,
retractación, abjuración... Sobre
todo, ¡para no verse en el espejo, para no
parecerse a sí mismos, para no reconocerse!
Pierre Manent, de quien
hemos recogido en ReL tanto artículos como entrevistas, conversa
en CNews Europe 1 con Sonia Mabrouk, Nicolas Barré y Matthieu Bock-Côté,
algunos de cuyos artículos también
hemos reproducido en ReL.
»El vértigo del abatimiento que se ha apoderado de nosotros nos lleva a
extrañas consecuencias. Incluso cuando hemos hecho de la humanidad ese "gran ser" que solo tiene derecho a
nuestro afecto, o incluso a nuestra adoración, descubrimos con creciente
parálisis que esta humanidad es la especie más dañina, más tóxica, más
destructiva, más depredadora... Así vemos a muchos cristianos que, después de
haber sucumbido a la idolatría de una humanidad sin Dios, parecen a punto de abrazar la idolatría de una
tierra sin hombres. Sin embargo, han dado su fe al Dios amigo de los hombres y
a la promesa de un cielo nuevo y una tierra nueva.
-TERMINA
SEÑALANDO QUE LA RELIGIÓN DE PASCAL SE PERCIBE A MENUDO COMO MARCADA POR LA
TRISTEZA, MIENTRAS QUE USTED LA VE TOTALMENTE ORIENTADA HACIA LA ALEGRÍA.
PODRÍAMOS EXTENDER ESTA OBSERVACIÓN AL CONJUNTO DEL CATOLICISMO CONTEMPORÁNEO:
¿POR QUÉ PARECE HABER PERDIDO ESTA CAPACIDAD DE TRANSMITIR ESPERANZA? ¿CÓMO
PODEMOS VOLVER A COMUNICAR ESTA ALEGRÍA?
-¡Esto no es asunto
de mi ministerio! Puedo solo decir esto: para Pascal, la vida cristiana es una vida con Dios.
El cristiano se une a Dios mediante
la oración y los sacramentos. La gracia es el principio de una alegría
incesantemente renovada, porque uno no se acostumbra a la gracia, y no debe
acostumbrarse a ella, porque entonces la pierde. Un alma muerta es un alma
extremadamente habituada, decía Péguy. Cada momento debe ser, por tanto, una
oportunidad para apegarse a la presencia activa
y bienhechora de Dios. Esto no tiene nada de místico. Se incluye en
las instrucciones para el Dios amigo de los hombres, si se me permite la
expresión. No creo que los católicos contemporáneos ignoren la alegría. En
cuanto a "comunicarla", hay que
tener cuidado... Conviene cierta discreción para la alegría, como para la felicidad en
general.
Traducido por Verbum
Caro.
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