EN LA CULTURA CHEROKEE, LAS MUJERES PODÍAN DECIDIR SER GUERRERAS O ESPOSAS.
Si
optaban por esto último, eran ellas quienes elegían al interfecto, y si lo
deseaban, podían pedir un tiempo para vivir con él, antes de la ceremonia de
boda y ver si "daba el ancho" como
proveedor.
Una vez
casada, si querían divorciarse, solo tenían que dejar las pertenencias del señor
en la entrada, no tenían que justificarse y ellas mantenían la misma
honorabilidad ante la sociedad. Nadie le pedía explicaciones, ni siquiera el
marido, a ese nivel confiaban en la justicia femenina; ninguna de ellas tomaba
estas decisiones a la ligera, justamente en ellas recaía este peso porque a la
mujer se le consideraba justa, sensata, prudente e inteligente.
El rol de
"ama de casa" era importantísimo y
respetado porque la familia era la unidad social predominante y solo las
mujeres eran aptas para estar al frente, esto les daba poder económico, social
y político, incluso en los consejos de guerra, cuando no llegaban a alguna
decisión unánime, existía un grupo de mujeres que intervenían para dar su fallo
final, ese puesto era el más respetado y codiciado, solo lo ocupaban las
mujeres más sabias del clan.
Si acaso
una mujer llegaba a cometer una injusticia con su familia, no era castigada
pero se ganaba el repudio de su gente y eso era lo peor que podía pasarles, su
honor era lo único que las podía conectar con la Madre Tierra.
(Cultura
Cherokee)
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