El 20 de julio es un día histórico para la humanidad, pues se cumplen 53 años de la primera llegada del hombre a la Luna.
Con motivo de este gran acontecimiento, es importante recordar la
especial y poco conocida historia que relaciona a los astronautas de la misión
estadounidense Apolo XI con la advocación de la Virgen de Luna, y que incluso
fue compartida por la NASA.
La persona que contribuyó a forjar esta relación fue el laico católico
Felipe Sánchez, que trabajaba como secretario de la Cofradía de la Virgen de
Luna de Córdoba, y falleció en 1997.
Según dijo su hijo Rafael Sánchez a la Cadena COPE, su padre era un gran
devoto de esta advocación mariana, considerada patrona de las localidades de
Pozoblanco y Villanueva de Córdoba (España), y trabajaba por expandir esta
devoción.
“Mi padre era una persona sencilla, empleado de una
droguería, él no era el propietario. (…) Su prioridad era la Virgen de Luna y
llevar a la Virgen de Luna a todos los sitios. Y trabajaba denodadamente por
todas estas cosas”, recordó Rafael.
Rafael explicó a COPE que su padre
vio una relación clara entre la Virgen de Luna y la llegada del hombre al
satélite, y por eso decidió escribir una carta a los astronautas Armstrong,
Collin y Aldrin “dándoles la enhorabuena por la
gesta que habían conseguido”.
“Con mucha ilusión y con mucha humildad escribe
unas cartas y las envía al embajador de Estados Unidos en España, pidiéndole el
favor de enviarlas a la NASA y adjuntó unas estampas de la Virgen de Luna”, precisó.
Rafael escribió las cartas a fines de julio de 1969 y llegaron a la
embajada a principios del mes de agosto de ese mismo año.
“La sorpresa es que a finales de septiembre, un
sobre de la NASA que contiene una carta con las firmas originales de los
astronautas Armstrong, Collins y Aldrin llega a la casa”, dijo.
En la carta, los astronautas le agradecen “el
gesto que tuvo con ellos de enviarles esa estampa de la Virgen, confirmando que
han recibido y al mismo tiempo les remiten una foto firmada y un tarjetón con
la firma de ellos”, explicó Rafael.
Estas cartas se conservan en el Santuario de la Jara, en Córdoba, en
donde está la Virgen de la Luna.
Además, Rafael aseguró que esas cartas fueron “el
inicio de una bonita historia”, pues el intercambio de correspondencia
siguió con las siguientes misiones espaciales. “Se
tiene constancia de que hasta el Apolo XVII los astronautas remiten una carta
firmada a mi padre”, concluyó.
VIRGEN DE LA LUNA
A inicios del siglo XV, un humilde pastor de Pedroche encontró una
imagen de la Virgen María en un árbol de encina, en la localidad de
Navarredonda, en la dehesa de la Jara, cerca de Villanueva de Córdoba y
Pozoblanco.
La Cofradía Virgen de la Luna señala en su sitio web que
el pastor intentó llevar la imagen mariana a su pueblo varias veces, pero que
la imagen siempre desaparecía y reaparecía en el mismo árbol. Fue así que el
Pontífice ordenó construir una ermita en el lugar, obra que según la tradición
realizó una mujer de Pedroche.
Según indica la Cofradía, no se cuenta con la imagen original, porque “debió ser reemplazada por otras” al pasar de los
años. No obstante se tiene registros de donaciones de joyas y andas para la
Virgen de la Luna que datan de fines del siglo XVI.
Cabe resaltar que la imagen que existía a inicios del siglo XX, que
habría sido tallada en el siglo XVIII, fue destruida durante la Guerra Civil
española, entre 1936 a 1939. En 1948, un artista local esculpió una nueva
imagen gracias a las donaciones de los fieles.
La Cofradía precisó que el fervor a la Virgen de la Luna nació “con un carácter comunitario y supralocal” y que
con los años, “las poblaciones de Pozoblanco y
Villanueva de Córdoba” fueron las encargadas de mantener “su tradicional devoción”.
Esta advocación es muy querida
por los católicos locales, quienes aseguran obtener gracias por intercesión de
la Virgen de la Luna en situaciones de necesidad, tiempos de sequía o
epidemias. Actualmente, hay calles, colegios e incluso empresas que llevan su
nombre.
Colaboró con esta nota Cynthia Pérez.
Redacción ACI Prensa
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