Cada 20 de julio se celebra en muchos países católicos la fiesta del Divino Niño. Se trata de una celebración de la infancia de Jesús, una invitación a contemplar al Hijo de Dios en su plena humanidad.
“EL MAYOR EN EL REINO
DE LOS CIELOS”
La infancia de Jesús ha sido siempre objeto de veneración e interés a lo
largo de la historia. Así lo evidencian tanto el desarrollo de la teología como
las innumerables formas de piedad popular, generalmente expresadas en las
tradiciones y el arte.
Dichas expresiones son ecos de un Jesús que ha querido manifestarse como
un niño a santas y santos de diferentes épocas, brindándoles compañía, consuelo
y fortaleza. Jesús Niño siempre es capaz de despertar ternura y confianza en el
corazón humano, invitándonos a vivir la pureza de corazón: "Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los
niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se haga pequeño
como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. Y el que reciba a un
niño como éste en mi nombre, a mí me recibe" (Mt 18, 3-5).
EL DIVINO NIÑO
En ese contexto, la devoción a Jesús Niño se ha consolidado y se ha
extendido por el mundo cristiano; en particular, en algunos países de
Latinoamérica. Ese es el caso de Colombia, donde gracias a un sacerdote
salesiano, ha sido fijada una fecha especial para celebrarlo: el 20 de julio.
La devoción a la infancia de Jesús fue difundida por grandes santos como
San Cayetano o San Antonio de Padua. A este santo portugués en una ocasión se
le apareció el Divino Niño para que lo acogiera entre sus brazos. Por eso, a
San Antonio se le suele representar llevando en brazos al Niño Jesús.
Otros santos que han contribuido a difundir la
devoción al Niño Jesús son Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, quienes
la impulsaron entre los carmelitas.
Además, el pueblo cristiano ha sabido siempre cómo apropiarse o
incorporar la devoción a Jesús niño. Ejemplos de esto son el Niño Jesús de Praga, en Checoslovaquia; el Santo Niño
de Atocha, en México; el Divino Niño de Arenzano, en Italia; o el Milagroso
Niño Jesús de Bogotá, en Colombia.
COLOMBIA DEVOTA
En 1935 el misionero y sacerdote salesiano Juan del Rizzo se encontraba
en la tarea de difundir la devoción del Niño Jesús de Praga en tierras
colombianas, específicamente en Bogotá, la capital. Lamentablemente, el
sacerdote italiano encontró oposición a su ministerio en algunos devotos que
alegaban la “exclusividad” del título “de Praga”, concedido a la advocación del Niño
Jesús que él quería hacer conocer.
Mientras buscaba una solución al problema, el P. Del Rizzo encontró en
un taller de arte religioso una imagen del Niño Jesús, parado sobre una nube,
con los brazos abiertos -evocando la posición de los mismos en la cruz-, y
vestido con una túnica rosada.
El P. Del Rizzo adquirió la imagen y la llevó a los campos de la obra
juvenil salesiana en el barrio “Veinte de Julio” de Bogotá, donde años más
tarde se construiría la parroquia Divino Niño Jesús.
De esa manera, los fieles empezaron a acercarse y venerar la imagen con
el nombre de “el Divino Niño Jesús”. Desde
entonces, son muchos los que se han convertido frente a la imagen, como muchos
los que agradecen los favores, gracias y milagros recibidos.
AMÉRICA LATINA UNIDA
POR JESÚS
La fiesta del Divino Niño se celebra el 20 de julio de cada año en toda
Colombia, coincidiendo con el día del Grito de la Independencia (La fiesta
nacional por excelencia).
Otros países de Latinoamérica como Perú,
Costa Rica y Nicaragua hacen lo propio ese mismo día; aunque la Iglesia
en otros lugares conmemora la infancia de Jesús el primer domingo de
septiembre. Quienes celebran en esa fecha, lo hacen como conclusión a la
tradicional novena al Niño Jesús, rezada todos los primeros domingos del mes,
durante nueve meses.
Redacción ACI Prensa
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