Jesús promete derramar abundantes bendiciones y con una generosidad verdadera a quien honre a Su Divino Corazón.
Por: Rev. Irenaeus Schoenherr,
O.F.M. | Fuente: PildorasDeFe.net // Catholicharboroffaithandmorals.com
Santa María Margarita de Alacoque, en sus
escritos, insiste una y otra vez en el deseo ardiente que tiene Jesús en
derramar bendiciones con una generosidad verdadera a quien honre a Su Divino
Corazón
Estas promesas están
dirigidas a todo tipo de personas:
a las fervorosas, a las tibias y sobre todo a los pecadores. Abraza
a todas las condiciones de vida: sacerdotes,
religiosos y seglares. Prometen alivio a los afligidos, resistencia a la
tentación, consuelo a los afligidos, paz a las familias, bendiciones en el
hogar, el éxito en nuestras empresas, la misericordia al pecador, alta santidad
a las almas fervorosas, valor para los corazones fríos. También prometen gran
poder a los sacerdotes y consagrados para ablandar los corazones más endurecidos.
Prometen fuerza y valor en nuestro lecho de muerte, y nos hablan del don
inestimable de la perseverancia final y de un refugio en el Corazón de Jesús en
el último momento de vida.
En las palabras brillantes de Santa Margarita
María las promesas encierran el misterio del amor de Dios: "Jesús me mostró cómo esta
devoción es, por así decirlo, el esfuerzo final de su amor, el último invento
de su caridad ilimitada"
A continuación,
explicaremos una por una el significado de las 12 promesas que nuestro Señor
dejó a los devotos de su Sagrado Corazón
1.- "DARÉ A LAS ALMAS DEVOTAS, TODAS LAS GRACIAS
NECESARIAS PARA SU ESTADO DE VIDA".
Los deberes de nuestra vida diaria son numerosas
y a menudo bastante difíciles. Dios nos concede, en respuesta a la oración
y la recepción frecuente de los sacramentos, todas las
gracias necesarias para nuestro estado de vida. Hay también gracias
extraordinarias que se encuentran fuera de la acción normal de la Providencia
de Dios, gracias que Él da a sus amigos especiales. Estas son las gracias más
eficaces, las más abundantemente dadas a los devotos del Sagrado Corazón.
2.- "VOY A ESTABLECER LA PAZ EN SUS HOGARES".
"La paz es la
tranquilidad del orden, la serenidad de la mente, con sencillez de corazón, es
el vínculo de la caridad". (San Agustín) Fue la primera cosa que los
ángeles desearon a los hombres en el nacimiento de Jesús. Nuestro Señor mismo
ordenó a sus discípulos que dieran la paz: "En
cualquier casa donde entréis, decid primero: ¡Paz a esta casa" (Lucas
10,5)
En el Corazón de Jesús se encuentra la verdadera
paz, que hace que la casa sea su reflejo y el anticipo de nuestro hogar
celestial
3.- "VOY A CONSOLARLOS EN TODAS SUS AFLICCIONES"
El deseo de consolar a los tristes es la marca
de un corazón noble y amable. El Sagrado Corazón es el más noble y generoso de
los corazones, tanto humano como divino. ¿Cómo nos
consuela? No necesariamente liberándonos de la tristeza y aflicción. Él
conoce, el valor inmensurable de la cruz y por medio de ella, tenemos que
expiar nuestros pecados. Por su gracia, Él hace lo que lo doloroso sea
tolerable.
"Yo siempre les hablo
con toda franqueza y tengo sobrados motivos para gloriarme de ustedes. Esto me
llena de consuelo y me da una inmensa alegría en medio de todas las
tribulaciones" (2 Cor. 7,4)
4.- "VOY A SER SU REFUGIO SEGURO EN LA VIDA, Y SOBRE
TODO EN LA HORA DE LA MUERTE".
"Uno de los soldados
abrió el costado de Jesús con una lanza, y al instante salió sangre y
agua." (Juan 19,34)
El costado de Cristo se abrió para demostrar que
la Divina Providencia quiso que todos los hombres encontrasen en su Corazón
Divino un refugio seguro contra los enemigos de nuestra salvación. En su
Corazón podemos encontrar protección, fuerza en nuestra fragilidad, la
perseverancia en nuestra inconstancia, refugio seguro en los peligros, fatigas
de la vida y en la hora de la muerte.
5.- "VOY A CONCEDER ABUNDANTES BENDICIONES SOBRE TODO A
SUS EMPRESAS TEMPORALES Y ESPIRITUALES".
Dios es amor. Él está dispuesto a dar a sus
hijos abundantes bendiciones temporales, siempre que no pongan en peligro
nuestros intereses eternos. Su especial Providencia protege y vela por los
devotos al Sagrado Corazón con gran amor y ternura. Sin embargo, no debemos
desanimarnos si nuestras oraciones, pidiendo favores temporales, no son
contestadas siempre, porque Dios siempre pone nuestro bien eterno antes de
nuestro bien temporal.
6.- "LOS PECADORES ENCONTRARÁN EN MI CORAZÓN LA FUENTE Y
EL OCÉANO INFINITO DE LA MISERICORDIA"
La redención es el drama inmortal de la
misericordia de Dios; y nuestro Divino Redentor es, por así decirlo, la
Misericordia de Dios Encarnado. "…porque en Él
se encuentra la misericordia y la redención en abundancia" (Sal.
129,7)
En la tierra, el Corazón de Jesús estaba lleno
de misericordia hacia todos. Ahora en su humanidad glorificada en el cielo,
Jesús sigue mostrando Su misericordia sin límites, "viviendo
siempre para interceder por nosotros." (Heb. 7,25)
7.- "LAS ALMAS TIBIAS SE HARÁN FERVOROSAS"
La tibieza es un estado moribundo y lánguido del
alma que ha perdido su interés en la religión. El Espíritu Santo expresa
disgusto profundo para un alma así:
"Conozco tus obras: no
eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Por eso, porque eres
tibio, te vomitaré de mi boca." (Ap
3,15-16)
El único remedio para la tibieza es la devoción
al Sagrado Corazón, que vino "a traer fuego
sobre la tierra", es decir, para inspirar a los corazones fríos y
tibios con un nuevo temor y el amor de Dios.
8.- "LAS ALMAS FERVOROSAS ALCANZARÁN MAYOR
PERFECCIÓN".
La mayor perfección es la recompensa que Jesús
otorga a los devotos fervientes de su Divino Corazón; esta devoción tiene, como
su fruto especial, transformarnos en gran semejanza a Nuestro Señor. Esto
enciende en nuestros corazones el fuego del amor divino, que, como dice San
Pablo: "es el vínculo de la perfección." (Col
3,14)
A través de la devoción al amor del Sagrado
Corazón, se dará paso a un celo ardiente por igualar nuestros intereses a los
de Jesús
9.- "BENDECIRÉ A CADA LUGAR EN EL QUE SE EXPONGA Y SE
VENERE UNA IMAGEN DE MI SAGRADO CORAZÓN".
Las imágenes religiosas son una poderosa y
atractiva fuente de inspiración. El Sagrado Corazón es un libro abierto en el
que podemos leer el infinito amor de Jesús hacia nosotros en su pasión y
muerte. Nos muestra su Corazón, cortado y abierto por la lanza, todo
resplandeciente como un horno ardiente de amor, cuyas llamas aparecerán
brotando desde la parte superior. Está rodeado de espinas, el angustiante golpe
de amor ignorado. Quizás esto siempre nos impulse a los actos de amor y de
generosidad.
10.- "DARÉ A LOS SACERDOTES Y A TODOS AQUELLOS QUE SE
OCUPAN DE LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS, EL DON DE TOCAR LOS CORAZONES MÁS
ENDURECIDOS".
La conversión de un pecador ocurre a veces por
gracias extraordinarias. Dios nunca va a forzar a la libre voluntad de un ser
humano. Pero Él puede otorgar gracias con las cuales impulsa al pecador a
vencer la actitud rebelde que tienen las almas pecadoras más obstinadas. Esto,
entonces, es lo que ocurre en el caso de los sacerdotes que están animados con
gran devoción al Sagrado Corazón.
11.- "LOS QUE PROPAGUEN ESTA DEVOCIÓN TENDRÁN SUS
NOMBRES ESCRITOS EN MI CORAZÓN, Y NUNCA SERÁN BORRADOS".
Esta promesa otorga a los promotores de la
devoción al Sagrado Corazón una recompensa maravillosa: "tendrán sus nombres escritos en mi Corazón". Estas
palabras implican una amistad fuerte y fiel de Cristo mismo, y nos presenta el "Libro de la Vida" de San Juan: "No voy a borrar su nombre del libro de la
vida." (Ap 3,5)
12.- "A LOS QUE COMULGUEN EL PRIMER VIERNES DE CADA MES,
DURANTE NUEVE MESES CONSECUTIVOS, LE CONCEDERÉ LA GRACIA DE LA PERSEVERANCIA
FINAL".
Esta promesa contiene una gran recompensa, que
es nada más y nada menos que el cielo eterno. "La
perseverancia final es un don gratuito de la bondad de Dios, y no puede ser
merecido como un derecho adquirido por cualquier acto individual que
hagamos" (Concilio de Trento) Se da como la recompensa por una
serie de actos continuos hasta el final: "El
que persevere hasta el final se salvará" (Mat. 10,22).
Traducción al español
realizada por PildorasdeFe.net - del
artículo del Padre Irenaeus Schoenherr, O.F.M - publicado originalmente en Catholicharboroffaithandmorals.com
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