AQUÍ TE EXPLICO POR QUÉ
Así es, un líder nace. Y antes
de que me digas, «Jorge, los líderes se hacen, no
nacen» déjame contarte por qué lo digo.
Hace unos días me topé con el cortometraje animado «Facing It» (Enfrentándolo)
de Sam Gainsborough .
El corto habla de la ansiedad social. Pero la historia en sí me hizo dar
cuenta que efectivamente los verdaderos líderes nacen.
Es decir, no nacen en el
sentido de que vienen con todo el aprendizaje de «fábrica».
Pero en un punto muy parecido, al de la historia del corto, nacen, se
hacen nuevos. Este punto es común en muchos líderes a lo largo de la
historia.
ENFRENTANDO LA HISTORIA PERSONAL
«Facing
It»
dibuja a una
persona normal, en un lugar normal, queriendo convivir con otras personas
normales. Esta convivencia se torna imposible ya que el protagonista se
encuentra en crisis muy dura: los fantasmas y las
voces de su pasado lo atormentan.
Al querer acercarse a convivir
normalmente con los demás, el terror se apodera de él. ¿Te
suena familiar? Los miedos y las heridas de rechazo se asoman evitando
en distintas ocasiones que conecte, que hable o que se relaciones con otros.
Cuando parece que el protagonista está eternamente condenado a la soledad,
aparece un punto de quiebre, una decisión. Se arma de valor y se enfrenta con
todo su ser a su pasado, a sus heridas, a su propia identidad. Y al hacerlo «¡Boom!» Todo a su alrededor parece cambiar.
ENTONCES, ¿EN QUÉ MOMENTO NACEN LOS VERDADEROS LÍDERES?
Y justo ahí, en el «¡Boom!» es que me atravesó esta idea. Así
como el oro puro pasa por el crisol y un verdadero capitán se forja, no en
aguas tranquilas, sino al enfrentarse con la tormenta, ¡los líderes
nacen justo al enfrentarse a las crisis y los miedos!
Así de fuerte y así de
contundente, Dios se sirve de nuestras crisis y pruebas para que saquemos la
mejor versión de nosotros mismos. El líder no es, de hecho, solo quién dirige a
otros, sino quién inspira a otros por la forma en que vive y enfrenta sus
crisis.
LAS SAGRADAS ESCRITURAS Y LOS LÍDERES EN CRISIS
Por si te dio amnesia bíblica,
échale un ojo a la historia de salvación. Los momentos más épicos e
inspiradores suceden cuando personas normales, como tú y como yo, encontraron
su propósito divino. Para esto,
se atrevieron a enfrentar las crisis más profundas de sus vidas y de sus
tiempos: Abraham entregó al hijo de la promesa, Moisés abrió las aguas para
liberar a Israel, David enfrentó a un gigante, Job después de quedar totalmente
desposeído dijo: “Dios me lo dio, Dios me lo quitó,
bendito sea el nombre el Señor”, María dijo «Hágase».
Y así podríamos seguir interminablemente.
De hecho, el momento más
sublime de entrega, donde nace nuestra fe, es en la crisis de la cruz. Jesús
enfrenta todo revestido de amor y vence con la resurrección. Y aquí la clave: Enfrentar nuestras crisis con la fuerza de la
resurrección. ¿Qué loco no?
PREPÁRATE PARA DISFRUTAR LA TORMENTA
Así que ahí lo tienes. No sé
por qué crisis estás pasando, no sé si es un una crisis de ansiedad social,
como la del protagonista. Yo no sé qué miedos están devorando tus sueños. Tal
vez, el síndrome del impostor te ha hecho creer que eres poca
cosa.
Lo que sí sé es que los líderes nacen en las crisis, así que la forma en la que
las enfrentes será la oportunidad perfecta para que Dios, a través de ti, obre
milagros.
Así nacerán nuevos líderes, o
como les decimos los católicos, nuevos santos y santas de Dios: personas normales que encuentran su propósito divino y
hacen frente a las crisis de nuestros tiempos. ¿Quieres ser líder? Prepárate para disfrutar la tormenta.
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