No dejes que tus sartenes brillen más que tú. No te tomes demasiado en
serio la limpieza de casa.
Quita
el polvo si es necesario pero tómate un tiempo para pintar un cuadro, o
escribir un poema, visitar a un amigo, cocinar lo que quieras, regar las ollas.
Diviértete
bebiendo cerveza, nadando en el mar, escalando montañas, jugando con perros,
escuchando música, leyendo libros, haciendo crecer tu círculo de amigos y
disfrutando de la vida.
A
medida que desempolvamos la vida exterior continúa, y nos estamos haciendo
mayores, creciendo y ya que todos nos iremos de aquí algún día,
Nadie
se acordará de cuántas cuentas pagaste, ni tu casa limpia y ni siquiera cuánto
polvo,
Pero
ellos recordarán tu amistad, tu energía estallida y la alegría de la vida, las
carcajadas rodadas, las tonterías que hacías y todo lo que les enseñaste y les
dejaste.
¡Que tengas un buen día!
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