La carta viral que todo el mundo alaba menos nosotros.
Por: Silvana Ramos | Fuente: Catholic.link
“El
amor, y sólo el amor, es lo que tiene que estar en orden para que todo el hombre
lo esté, y sea bueno.” Josef Pieper.
Quiero estar soltera, pero contigo es una carta
que publicó la escritora canadiense Isabelle Tessier en el Huffington post y
rápidamente se convirtió en viral. Para ser sincera cuando la recibí no pasé de
las dos primeras líneas hasta que una muy buena amiga me sugirió que la leyera
con detenimiento.
La carta ha dividido la opinión. Por un lado
están los que se sienten completamente identificados con su contenido,
colocándola como el paradigma del amor moderno; y por otro lado, los que
consideran esta carta una ofensa a la mujer y una oda al machismo. No podría
colocarme en ninguno de los dos polos. Si la carta es una oda, es una oda a la
confusión. La autora no tiene ni idea de lo que
quiere y parece haber perdido contacto con la realidad de lo que el amor
significa.
Lo único que me queda claro es que ella es una
mujer con un gran deseo de sentirse amada y encontrar una relación de pareja
que funcione. Todos los comentarios que he leído a favor o en contra reflejan
lo mismo: el anhelo de un amor que dure para
siempre. Y no es que yo esté haciendo un gran descubrimiento con mi
brillante juicio, este anhelo es lo natural en el ser humano: Estamos llamados al amor. ¡Tantos matrimonios rotos y
relaciones que no duran! La misma Isabelle cuenta que tuvo una relación
de casi 10 años con el padre de su hija y otras más, que siempre terminan.
Parece que todo acaba y no hay esperanza alguna de envejecer feliz al lado del
que se ama. La autora, como muchos, busca fórmulas que den resultado y en esa
búsqueda, ilusamente sospecha, que un amor sin compromiso y sin ataduras es lo
único que parece funcionar. Propone un amor que en realidad solo es un pacto
para hacer un uso conveniente el uno del otro. No la juzgo, ¡cuántos de nosotros hemos llegado a esa conclusión en
algún punto de nuestras vidas!
Me animo a analizar
el texto desde una visión
cristiana y desenredar algunas de las ideas que están presentes entre líneas y
que no sólo han confundido a Isabelle, sino que nos tiene confundidos a varios.
(Los párrafos en cursiva son tomados de la carta y debajo de estos está nuestra
respuesta)
1.
LIBERTAD NO SIGNIFICA HACER LO QUE QUIERO.
Extracto: «Quiero
que vayas a tomarte una cerveza con tus amigos, para que al día siguiente
tengas resaca y me pidas que vaya a verte porque te apetece tenerme entre tus
brazos y que nos acurruquemos. Quiero que hablemos en la cama por la mañana de
todo tipo de cosas, pero algunas veces por la tarde; quiero que cada uno haga
lo que quiera durante el día».
Aclaremos
las cosas: hacer lo que uno
quiera no es libertad, es malacrianza, desinterés, irresponsabilidad e
inmadurez. La libertad implica conocimiento personal y autodominio. La
verdadera libertad consiste en la elección del bien y se trata de un bien
común. En una relación de pareja, elegir en libertad estar juntos, es hacer lo
que se quiere. No significa buscarte cuando me da ganas y cuando me
aburro, me voy a buscar algo mejor.
Nota
aparte: no
creo que sea muy agradable echarse al lado de alguien con resaca a la mañana siguiente
y mucho menos que te acurruque con olor a alcohol.
2.
TENER RELACIONES SEXUALES POR SIMPLE PLACER NO ES HACER EL AMOR.
Extracto: «Quiero que nos riamos
mientras hacemos el amor. Que empecemos a reírnos porque estamos probando cosas
nuevas y no tienen sentido. Quiero que estemos con nuestros amigos, para que me
cojas de la mano y me lleves a otra habitación porque ya no puedes aguantarte
más…»
Las relaciones sexuales son
profundamente íntimas,
implican la involucración de todo tu ser: cuerpo y espíritu. Es un darte por
completo y recibir por completo a la otra persona. El significado es tan
profundo e implica tanta responsabilidad como la posibilidad de ser padres. Si
esta no se da en el matrimonio, la unión se convierte en el uso de un simple
objeto de placer que mantendrá mi interés mientras me sirva. El dolor que trae
una experiencia así deja huellas que muchas veces nos acompañan toda la vida… y
quien quiera negarlo está completamente ciego. El no poder “aguantar” el deseo no es amor es irónicamente
todo lo contrario.
3.
CONOCER AL OTRO ES UN PROCESO LARGO, NO LA SUMA DE PEQUEÑOS INSTANTES EN LOS
QUE SOLO TE DOY GUSTO.
Extracto: «Quiero comer contigo, que me hagas hablar sobre mí misma
y que tú hables sobre ti. Quiero que discutamos sobre cuál es mejor, la costa
norte o la costa sur, el barrio occidental o el oriental. Quiero imaginar el
apartamento de nuestros sueños, aun sabiendo que probablemente nunca vivamos
juntos. Quiero que me cuentes tus planes, esos que no tienen ni pies ni cabeza.
Quiero sorprenderme diciendo: “Coge tu pasaporte, que nos vamos”».
Es fácil decir que quieres sentarte a tener
conversaciones interesantes sobre quién es cada uno, y eso sucede y es
importante en una relación, pero las relaciones no se hacen solo hablando; se
hacen escuchando, conociendo, viviendo el día a día y planificando un futuro
que muchas veces implica esfuerzo y sacrificio. También implica corregir,
llevar y dejarse llevar por el otro, a ser una mejor persona. Vivir solo de la
emoción que provoca el estar enamorado, es engañar, porque uno ni se muestra
auténtico ni ama auténticamente a la otra persona. El sentimiento es volátil y
cambiante. Cuando una relación se basa solo en él, cuando este desaparece, no
hay nada más que hacer juntos. Dar solo lo que al otro le gusta no es amar, es
contribuir a formar malos hábitos: así como a un hijo pequeño cuando se le
consiente y solo se le da lo que le gusta para que no llore.
4. LA
PASIÓN DESORDENADA NUBLA LA VOLUNTAD.
Extracto: «Quiero algo que sea simple y, a la vez, complicado. Algo
que haga que, a menudo, me haga preguntas a mí misma, pero que, en el momento
que esté contigo en la misma habitación, desaparezcan todas las dudas».
Esta frase me recuerda una canción que dice: “Te extraño, cuando llega la noche pero te odio de día”. Nuestra
inteligencia sabe, conoce y nos dicta lo que es bueno para nosotros. Cuando la
pasión descontrolada es la que maneja nuestro actuar nubla el entendimiento, y
sabiendo lo que nos hace daño, nuestra voluntad elige mal. Una relación que se
basa en deseo no es un buen negocio. Se convierte en un círculo vicioso donde
terminas perdiendo el amor propio y alejándote de lo que verdaderamente te hace
feliz.
5. EL
COMPROMISO: ESA DEUDA A FUTURO QUE LIBREMENTE ACEPTAMOS.
Extracto: «Quiero hacer planes sin saber si al final los
realizaremos. Estar en una relación clara. Quiero ser esa amiga con la que
adoras quedar. Quiero que sigas teniendo el deseo de tontear con otras chicas
pero que me busques a mí para terminar la noche juntos. Porque quiero ir
contigo a casa».
¿Qué hay de malo con el
compromiso? Hacer planes significa tener un horizonte, una
intención de que se realicen. ¿Para qué planear si
no? Es un engaño con conciencia y ¡a uno
mismo! Si quieres ir con él a casa, ¿por qué
no te comprometes?, ¿por qué no sueñas y pones los medios para que ese sueño se
realice? Un verdadero amor requiere madurez para reflexionar y decidir
sobre el propio futuro.
6.
EL SIGNIFICADO DE UNA SOLA CARNE EN EL MATRIMONIO, NO SIGNIFICA UNA FUSIÓN DE
DOS PERSONAS.
Extracto: Sobre una carta, escrita
por el día de San Valentín a un chico con el que salió por 10 meses y luego de
recibir la carta terminó la relación, la misma autora dice: «En el texto le doy
la vuelta al modelo tradicional de pareja (…), dos personas que comparten su
felicidad juntos y no dos personas que se convierten en una. No creo en las relaciones
que implican una fusión».
Volverse uno, volverse una carne tiene que ver
con la complementariedad. Hombre y mujer se complementan justo en lo que son
diferentes. No se trata de una despersonalización, ni en una especie de
pensamiento automático que resulta luego de decidir estar juntos. No constituye
un nuevo ser en donde las inclinaciones y dones de cada uno desaparecen. Por el
contrario, esta unión de dos personas diferentes y únicas movidas por el amor y
ordenado hacia una vida juntos, las hace crecer y desplegarse. Es una unión
donde lo que se busca es el bien del uno y del otro. Esto implica sentimiento,
amor, trabajo y libertad.
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