Prometen milagros y riquezas
Sri Lanka atraviesa una
«situación muy grave» que «afecta directamente la
armonía religiosa y la unidad de la nación». Es la advertencia que hoy
ha realizado el cardenal Malcolm Ranjith, Arzobispo de Colombo, a los
dirigentes políticos del país y a todos los fieles. En su mira están los
predicadores de la teología de la prosperidad, de origen protestante
evangélico.
(Asia News/InfoCatólica) El purpurado invita a «examinar el estilo y la calidad de vida» y a «regular los grupos religiosos que no tienen
una estructura administrativa», ya
que «representan un grave problema».
Confirmando la gravedad y la
urgencia de la situación, el cardenal convocó una rueda de prensa en el
interior del palacio arzobispal para llamar la atención de las autoridades
gubernamentales sobre los grupos religiosos que quieren
destruir la armonía confesional en el país.
De ahí la necesidad de una «intervención urgente»
por parte de los líderes de gobierno, a fin de detener esta deriva extremista y
violenta. Solicitó la plena cooperación de todos los ciudadanos,
independientemente de la fe que profesen.
El Card. Ranjith subrayó que en el seno de la Iglesia católica «no existen los programas extremistas»
y que en el país nunca se han practicado
«conversiones forzadas» ni «beneficios económicos para convencer a la gente» de
que abrace la fe. Nuestros
padres, nuestros progenitores -continuó- «han
tenido una vida inspirada en los valores religiosos». Por último, instó a la gente a no convertirse a una fe para obtener beneficios
personales, porque «esto representaría una ofensa a la religión».
En su discurso, el arzobispo
de Colombo aludió al creciente fenómeno de los
pastores (protestantes), predicadores evangélicos y radicales que
utilizan medios proselitistas por los que aseguran beneficios económicos y
milagros para convertir al mayor número de personas posible. Personas sin
escrúpulos que se dirigen sobre todo a personas enfermas, que sufren, que están
necesitadas, sin comida ni trabajo, prometiendo ayuda inmediata. Son los promotores de lo que se conoce como teología de la prosperidad, que ha tenido bastante auge en sectores
pentecostales aunque también es combatida de las
filas del protestantismo evangélico conservador. A esto se suman los grupos que fomentan las
tensiones y divisiones entre las diferentes comunidades étnico-religiosas con
el objetivo «maligno» de alimentar el
caos.
«El
cristianismo», recuerda
Card. Ranjith, «es un compromiso; no
se puede vivir el cristianismo sin sufrimiento. Si no somos capaces de aceptar el sufrimiento y abrazar
la cruz» no podemos llamarnos verdaderos cristianos. Por otro lado,
recordó que una de las peculiaridades de los católicos es respetar la identidad
de otras religiones. «Como es obvio», concluye,
no nos dedicamos a este tipo de actividad, yo mismo subrayo que no formamos
parte de esta estrategia... Jesús no es mágico».
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