El Papa Francisco
confió públicamente que le causa mucho dolor la decisión de las autoridades
turcas en convertir la antigua catedral de Santa Sofía en Estambul, hasta ahora
museo, en mezquita, lugar de culto musulmán.
Tras el rezo del Ángelus de
este 12 de julio, y mencionar que se celebra el Día Internacional del Mar, el
Santo Padre dirigió un saludo a las personas que “trabajan
en el mar, especialmente quienes están lejos de sus seres queridos y sus
países”.
“Y el mar me
conduce un poco lejos con el pensamiento: a Estambul. Pienso en Santa Sofía, y
estoy muy dolorido”, destacó el Papa Francisco quien permaneció brevemente en silencio
orante.
Después, el Santo Padre saludó
a los fieles de Roma y los peregrinos de diferentes países entre ellos las
familias del Movimiento de los Focolares, así como también a los representantes
de la pastoral de la salud de la diócesis de Roma y agradeció a los “muchos sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos que
están al lado de los enfermos en este período de pandemia”.
“¡Gracias! ¡Gracias por lo que han hecho y por lo que están
haciendo! ¡Gracias!”, exclamó el Papa.
SANTA SOFÍA SERÁ MEZQUITA
El pasado 10 de julio, la
justicia de Turquía autorizó que Santa Sofía, hasta ahora museo y antigua
catedral, vuelva a ser una mezquita, es decir un lugar de culto musulmán.
Santa Sofía fue durante unos
mil años catedral cristiana. Tras la conquista de Constantinopla por el sultán
Mehmet Faith fue convertida en mezquita y, en 1935, declarada museo.
Sin embargo, una corte en
Turquía declaró que el fallo de 1935, que convirtió la antigua catedral de
Santa Sofía en museo, fue ilegal.
Fue el presidente de Turquía,
Tayyip Erdogan, quien presionó para que se revocara esta decisión y, este lugar
declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, sea nuevamente convertido en
mezquita.
Según informó el diario El
Periódico, se espera que el primer gran rezo multitudinario en Santa Sofía
tenga lugar el próximo día 15 de julio.
El diario El Mundo indicó que
Santa Sofía, también conocida como Hagia Sophia, en los últimos años ha
alcanzado 3 millones de visitas anuales.
El portavoz presidencial
Ibrahim Kalin aseguró que se preservará la simbología cristiana, que
actualmente se combina en el interior con cuatro grandes medallones que
representan los cuatro primeros califas del islam suní y que seguirá abierta al
turismo en las horas que no son de rezo.
El hecho de que Erdogan, en el
poder en Turquía desde 2003, haya decidido precisamente ahora presionar para la
conversión de Santa Sofía en mezquita está motivado en una voluntad de “impulsar su imagen de liderazgo y popularidad entre los
sectores de población más islamistas y ultranacionalistas” tras la
pérdida de apoyos por la crisis económica y su gestión deficiente de la
pandemia de COVID-19.
Así lo dijo a El Periódico, el
director del programa de Turquía de la Fundación para la Defensa de las
Democracias (FDD) y exmiembro del parlamento turco, Aykan Erdemir.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La demanda de devolución de
esta basílica del siglo VI al culto musulmán ha cobrado fuerza desde 1953,
cuando se celebró el quinto centenario de la toma de Constantinopla en 1453.
En el momento de la toma de la
ciudad, llamada “la Fetih” en la que el
sultán fue a celebrar la victoria en Santa Sofía, transformándola ipso facto en
una mezquita.
Este gesto confirió un
carácter sagrado y musulmán a la basílica, que se convirtió en un símbolo del
islam turco, aunque, paradójicamente, se le dejó su nombre griego y cristiano,
Aya Sofía.
Atatürk, fundador y primer
presidente de la República de Turquía de 1923 a 1938, decidió en 1934, ante
gran escándalo de los clérigos, “secularizar” Santa
Sofía, transformándola en un museo, y eso es lo que sigue siendo hasta hoy.
Aunque es oficialmente neutral
desde 1934, el pasado 23 de marzo sus minaretes fueron utilizados para llamar a
la oración islámica. Algo que ya ocurrió el 3 de julio de 2016, la primera vez
en 85 años.
Redacción ACI Prensa








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