lunes, 13 de julio de 2020

NI ASEGURAR NI DESMENTIR


Qué tremendo ha sido para mí, en las noticias de la BBC (que son las que escucho habitualmente) a una doctora de Texas que relataba lo que le había dicho la enfermera de su hospital. Que un hombre (no identificado) de 30 años de edad había asistido a una Covid Party, una fiesta convocada a propósito para que un participante tenga el virus y lo transmita a los demás.

Son muchos los que piensan que todo esto de la COVID es una exageración, una conjura de no se sabe bien quién. Pues uno de los jóvenes que asistieron quedó infectado. La última cosa que ese hombre de 30 años le dijo a la enfermera antes de morir fueron estas palabras: I think I made a mistake. I thought this was a hoax, but it’s not.

Sí, es cierto que un confinamiento estricto, como el que tuvimos en España durante el estado de emergencia, no se puede mantener en el tiempo más allá de cierta medida. Pero el virus detrás de las noticias que todos habéis escuchado os doy fe que tiene las consecuencias que os han dicho. Cada vez se oyen más voces clamando que todo es una distorsión, que todo es una exageración interesada.

Pues no. Es verdad que ciertas medidas de contención social no son mantenibles en el tiempo. Pero os aseguro que los medios os están diciendo la verdad. Los problemas médicos graves en personas completamente sanas, de mediana edad, suceden. No es solo la gente que muere, son los problemas pulmonares y cardiacos con que han quedado no pocas personas sin ninguna patología previa.

Y lo que sería terrible sería que la inmunidad (en los casos con más anticuerpos) se perdiera al cabo de medio año. Si, al final, no apareciera una vacuna y la población pudiera infectarse y reinfectarse, año tras año, sería una catástrofe planetaria que bastaría para cambiar la historia. Pero parece ser que las pruebas para la vacuna avanzan a buen ritmo. Ojalá que todo esto se solucione satisfactoriamente. Pero quiero recordar algo evidente, por más que todo avance, la consecución de una vacuna puede detenerse en el último obstáculo. El último puede ser infranqueable. ¿Qué conclusión saco? Pues que estamos en las manos de Dios, que hay que investigar, pero también rezar.

Post Data: No estoy en condiciones ni de asegurar ni de desmentir que pasar la COVID deje la piel más tersa, más suave y con menos manchas. Pero sí que me parece que tengo más pelo después de la enfermedad.

P. FORTEA

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