Por: P. Juan José Paniagua | Fuente: Catholic-link.com
LECTURA
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 8,27-35:
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se
dirigieron a las aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino, preguntó a sus
discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos
le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías;
y otros, uno de los profetas.» Él les preguntó: «Y
vosotros, ¿quién decís que soy?» Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías». Él les prohibió
terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que
ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y
resucitar a los tres días.» Se lo explicaba con toda
claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús
se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como
Dios». Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo,
que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la
perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.
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