martes, 25 de septiembre de 2018

DEL YOGA A LA APOSTASÍA. UN TESTIMONIO REAL


Señor Director:

Quiero pedir disculpa en primer lugar a usted y a todos los lectores, porque lo mío no es escribir, pero quiero contarles MI testimonio, que he vivido y vivo en primera persona para alertar a todas las personas de buena voluntad que quieran leerme.
Tengo 54 años y me case con mi marido a los 30. Mi esposo, por ponerles en antecedentes, siempre fue un católico poco practicante, sin gran formación, pero se consideraba católico. Aunque tuvo sus buenas épocas, yo lo he visto confesando, yendo a Misa los domingos e incluso haciendo lectura espiritual antes de dormir.
Hoy día, mi esposo ha apostatado por completo de la fe católica y el culpable se llama YOGA. Sí, el yoga, no se extrañen, sé que muchos de ustedes lo consideran algo inofensivo, pero no lo es.
Todo empezó cuando hace unos años decidió apuntarse a unas clases de deporte en un gimnasio municipal, y a los pocos días decidió ir a probar unas clases de yoga que daban en un aula de al lado, con intención de hacer “estiramientos” y “relajarse”. Yo la verdad no le di mayor importancia, en ese momento desconocía por completo lo que se esconde detrás de esto. Sí había visto algún vídeo advirtiendo y cosas así, pero jamás lo vi a fondo y me parecieron que eran exageraciones de fanáticos.
No fue sino al poco donde ya noté algo que me llamó la atención, y es que lo vi leyendo un libro. Sí, no le parezca raro, porque en todos los años que llevamos de casados, hasta que empezó todo esto, no recuerdo haberlo visto jamás leer un libro. No recuerdo bien el título, lo que sí parecía era una especie de libro de esos que llaman de autoayuda, hablando sobre la felicidad y cosas así. Por lo que pude ojear el libro en el fondo escondía enmascaradamente una introducción sibilina a la filosofía panteísta del hinduismo-budismo y una llamada al indeferentismo religioso, es decir una introducción al new age.
Aquí fue donde empecé a preocuparme y donde me acordé de esos vídeos que apenas vi advirtiendo el yoga. Los vi completos y comprendí que lo que allí denunciaban era exactamente lo que empezaba a ver en mi marido. El yoga no es más que la cara amable del movimiento new age, la puerta de entrada a un mundo sectario y alejado del cristianismo.

Mi marido siguió leyendo libros en cadena sobre esa temática apasionadamente, estaba verdaderamente atrapado, al punto que al poco me dijo que quería apuntarse a unas clases para ser monitor de yoga. En ese mundillo todas las amistades que hacía estaban todos relacionados con la secta new age y todos sus derivados: reiki, esoterismo, chamanismo, energías curativas y todo tipo de gansadas que me cuesta creer una persona en sus cabales le dé la más mínima credibilidad.
Y así siguió y siguió en una espiral que a día de hoy no ha parado, y vive obsesionado por y para el yoga, el budismo y el new age. Hoy día mi marido no se considera cristiano, tiene un buda puesto en su escritorio, y allí le pone flores y le hace extraños rituales, e incluso cuando trata sobre religión me habla, no sin cierto desprecio, de “tu Dios”. Su ceguera espiritual es absoluta y me hace recordar aquello que dijo alguien que cuando no se cree en la Verdad.. se cree en cualquier cosa. ¿Cómo se puede poner en discusión a Jesucristo y creerse todo tipo de majaderías de ese mundo?
Y eso no es todo, se va a extraños “retiros” algunos fines de semana y está todo el día yendo a conferencias de todo tipo de personajes de ese submundo, absolutamente todos enajenados mentales y aprovechados.
Podría escribir largo y tendido sobre esto, porque tengo que convivir con esta situación a diario. Mi marido ha pasado de ser cristiano a estar metido auténticamente en una secta, y ello única y exclusivamente debido al yoga, que ha sido su puerta de entrada a todo el movimiento new age que le ha conducido a la apostasía absoluta.
No se engañen amigos, el yoga no son estiramientos inocentes, es la pantalla de esa secta y lo tienen muy cerca, es un peligro potencial para cualquier alma cristiana. Yo he visto como mi marido ha pasado de ser cristiano a estar adorando un Buda, y eso se lo debe al Yoga. Que sirva esto de advertencia y nadie caiga en esa trampa. No dejen por lo que Dios más quiera que sus hijos se acerquen a ese mundo.
Por favor, recen por mi marido, yo humanamente no puedo hacer mucho más por él, sólo Dios podrá ayudarlo, y por ello le rezo todos los días.
Natalia G.
P.S. Por motivos obvios no pongo mi apellido pues sigo casada con mi marido y no quiero que llegue a sus oídos, aunque he acreditado a la dirección mi identidad.

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