sábado, 1 de septiembre de 2018

QUE DICEN LOS SANTOS SOBRE LA FE DEL CLERO EN LOS TIEMPOS FINALES


Principio del formulario
El ataque más acentuado a la Iglesia se produce actualmente en los consagrados, sacerdotes y religiosos. Como muchos místicos y videntes lo habían profetizado desde hace siglos.
Allí donde el mal produce pensamientos y actos reñidos con la doctrina católica en curas, religiosos y monjas, se pueden ver batallas de la lucha espiritual y también purificaciones.
Algunos sucumben y pasarán por una purificación. Y para otros funciona como una alerta de las tácticas del maligno.

QUE DIJO MARÍA EN LA APARICIÓN DE LA SALETTE
Recordemos el segundo “secreto” de La Salette en Francia, en el que la vidente (cuya primera parte fue aceptada por la Iglesia), afirmó que le fue dicho el 19 de septiembre de 1846, que algunos sacerdotes:
“Por sus vidas malvadas, por su irreverencia y su impiedad en la celebración de los santos misterios, por su amor al dinero, el amor a los honores y los placeres, se habían convertido en cloacas de impureza”. 
También dijo que: “En los conventos, las flores de la Iglesia se descomponen y el diablo se hace el rey de todos los corazones. Que los responsables de las comunidades religiosas estén en guardia contra las personas que deben recibir.
Porque el diablo recurrirá a todos sus trucos malvados para introducir a los pecadores en las órdenes religiosas, para desordenar y para extender el amor a los placeres carnales por toda la tierra”.
Agregó que muchos conventos ya no serían las casas de Dios, “sino los campos de pastoreo de los Asmodeos y su placer” (el mayor demonio conocido del deuterocanónico Libro de Tobías).

LAS ABERRACIONES SEXUALES Y LOS SACERDOTES
En el libro Se procederá a la expulsión demonios”, de Derek Prince dice sobre sobre nuestros enemigos: Normalmente no los vemos, pero reconocemos su presencia por ciertas acciones características”, escribió Prince, un famoso experto en liberación. Los demonios tientan. Los demonios acosan. Los demonios torturan. Demonios obligan. Los demonios esclavizan. Los demonios causan adicciones. Los demonios contaminan. Los demonios engañan. Los demonios atacan al cuerpo físico”.

El campo de batalla es la mente. 
“Por lo general, las personas que más confían en sus capacidades mentales son las más abiertas a este tipo de ataque demoníaco”, dice el libro.

Necesitamos confiar en cambio en la oración.
He descubierto que prácticamente todas las formas de aberración sexual compulsiva son el resultado de la presión demoníaca.
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Esto incluye la masturbación, la pornografía, la fornicación, el adulterio, la homosexualidad, el lesbianismo, el afeminamiento, y todo tipo de perversión.
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Esto con respecto a lo que Pablo dice “porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que ellos hacen en secreto” 
[Efesios 5:12].
En nuestra Iglesia, los demonios convencieron a muchos seminaristas y sacerdotes que son homosexuales y les hicieron arder con una lujuria sobrenatural. Y lo mismo se podría hablar de la soberbia intelectual, el desprecio de lo sobrenatural y de la religiosidad popular.

LA APOSTASÍA FUE PROFETIZADA
En la última década hemos sido testigos de la mayor apostasía del clero católico en toda la historia. En lo que se ha dado en llamar el “abuso sexualo “pederastia”, que tanto ha costado a sacerdotes, laicos y a la institución eclesial. Este pecado es claramente producto de una pérdida de fe.
Decenas de sacerdotes abusaron de fieles menores de edad o no, algunas veces protegidos por sus superiores.
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Pero ésta es sólo una de las formas de apostasía.
Está la homosexualidad, la pérdida de sentido de la sobrenaturalidad, etc. Esto no es casual. La apostasía del clero está profetizada por varios santos, místicos y videntes, de los cuales publicamos algunos textos. Pero además en la medida que la lucha entre el maligno y la Virgen (con las huestes de San Miguel Arcángel) arrecie, es lógico que los más atacados sean los sacerdotes. Pues son las almas elegidas por Dios para llevar la comunión a la humanidad.

SAN PÍO DE PIETRELCINA
En una carta a su director espiritual: “En la mañana del viernes, me hallaba todavía en el lecho, cuando se me apareció Jesús. Se hallaba de mala traza y desfigurado. Y me mostró una gran multitud de sacerdotes religiosos y seculares, entre los cuales se hallaban varios dignatarios de la Iglesia. De ellos unos estaban celebrando, otros iban a celebrar y otros habían celebrado. La contemplación de Jesús, así angustiado, me causó mucha pena, por lo que quise preguntarle el motivo de tanto sufrimiento. No obtuve ninguna respuesta. Pero miraba a aquellos sacerdotes, hasta que como cansado de mirarlos retiro la vista y con gran horror mío, pude apreciar que dos lágrimas surcaban las mejillas.”
Se alejó de aquella multitud de sacerdotes con una expresión de gran disgusto y desprecio llamándolos “macellai” (carniceros).
Y vuelto hacia mí, dijo: Hijo mío no creas que mi agonía haya durado tres horas; no; yo estaré en agonía por motivo de las almas más favorecidas por mí, hasta el fin del mundo. Durante el tiempo de mi agonía, hijo mío, no hay que dormir, mi alma busca una gotita e compasión humana, pero ¡ay! que me dejan solo bajo el peso de la indiferencia. La ingratitud y sueño de mis ministros me hacen más dura la agonía. ¡Ay! qué mal corresponden a mi amor.
Lo que más me hace sufrir es que éstos a su indiferentismo añaden el desprecio y la incredulidad.
¡Cuántas veces estaba para acabar con ellos si no hubieran detenido mi brazo los ángeles y las almas enamoradas…! Escríbele a tu Padre, y refiérele esto que has visto y has oído de mí esta mañana. “Jesús continuó todavía, pero aquello que me dijo no podré manifestarlo a criatura alguna de este mundo. Esta aparición me causó tal dolor en el cuerpo y mayor todavía en el alma que por todo el día sentí una gran postración y hubiera creído morirme, si el dulcísimo Jesús no me hubiera sostenido.
Estos nuestros desgraciados hermanos corresponden al amor de Jesús; arrojándose con los brazos abiertos en la infame secta de la masonería.
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Roguemos por ellos a fin de que el Señor ilumine sus mentes y toque sus corazones”.
SOR MARÍA ANGÉLICA MILLET
El sacerdocio entró en el secreto de satán, la francmasonería sacerdotal.
Respecto del estado de la Iglesia, Sor María Angélica tiene, en 1919, una revelación de Nuestro Señor:
“Es horroroso lo que Él me dijo y me muestra la francmasonería sacerdotal.
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Él estaba tan triste. Triste hasta dejarme ver las lágrimas en sus ojos diciéndome:
Yo tengo sacerdotes coaligados contra Mí. El sacerdocio entró en el secreto de satán, él me libra a su odio y Mi corazón es de nuevo traspasado por él…”
SAN PIO X
Mientras daba una audiencia entró en una somnolencia misteriosa, cuando volvió en sí, exclamó:
“Esto que veo es horroroso. ¿Seré yo? ¿Será mi sucesor?
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Lo que es seguro es que el Papa dejará Roma, y para salir del Vaticano, le será necesario pasar sobre los cadáveres de sus sacerdotes”.
Al Canónigo Thellier de Poncheville, San Pio X le dijo: “Todo el mal depende de nosotros, sacerdotes…”
BEATA ANA MARÍA TAIGI
El cuerpo de la Beata Ana María Taigi se encuentra incorrupto, en Roma.
Oh Roma, Roma. Hijos criminales… Pero cuando Mi Padre Celestial dé la orden… verás como terminará Roma.
El 31 de agosto de 1816, ella oye de Nuestro Señor:
“Oh Roma, Roma. Hijos criminales. ¨¿Ignoráis el bien que os hice?… Tomo nota de vuestra respuesta…
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Pero cuando Mi Padre Celestial dé la orden… Amada Mía: verás cómo terminará Roma.”
Sabe que ahora caen como la nieve las almas en el infierno… que lloren y sollocen amargamente… No se puede llamar ya a Roma la Santa… Tú los ves, lo ves claramente con tus propios ojos… Viven como bestias. Los hombres… No buscan aquí abajo más que el lujo, placeres y satisfacciones… y se dejan llevar de toda clase de deseos culpables… Y muchos se me quejan todavía de no poder llevar el peso de sus miserias. Pero si yo pudiera hablarte… quisiera abrirte Mi Corazón… Me vengaré… en ellos”
Según el Cardenal Sallotti, que tuvo acceso a todas las actas del proceso de beatificación, Nuestro Señor le mostró las tramas de las fuerzas secretas contra el alto clero. En una ocasión Él le dirigió palabras de fuego contra los sacerdotes que contaminaban los altares.
Ella vio también el futuro castigo y al fin el triunfo de la Iglesia.
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Dios quiere purgar la tierra y su Iglesia, para lo cual está preparando una plantación nueva de almas desconocidas que operarán grandes y sorprendentes milagros (Mons. Sallotti, págs. 300-340).

UN TESTIMONIO INESPERADO (1879)
En un exorcismo, el 14 de febrero de 1879, el demonio se vio obligado a declarar:
“Desde el Pontificado de Pío IX la Iglesia entró en una nueva fase de dolorosas pruebas.
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La Iglesia Militante tendrá que sufrir siempre un doble mal: exterior, por la persecución de sus enemigos; interior por la perversión de sus miembros.
Desde Pío IX ese doble mal creció continuamente, debido a un asalto extraordinariamente fuerte sobre la tierra por parte de los espíritus infernales.”

Después dijo: Yo tengo más servidores que la Virgen de ustedes. Para ustedes — agregó — Ella es toda misericordia, para nosotros terrible; más terrible que su Hijo” ( Victoria de la Inmaculada — Relatos de exorcismos, Viena, 1968, págs. 22 y ss.)

SANTA GEMA GALGANI
Santa Gema: “Son necesarias víctimas para impedir el gran castigo que nos amenaza”.

En la fiesta de Pentecostés, el año 1902, la santa tuvo una visión: Nuestro Señor le mostró la desgraciada situación de la Iglesia y de sus ministros. Un año antes, en 1901, Nuestro Señor le había dicho (octubre de 1901): Hija Mía, ¡qué de ingratitud y malicia hay en el mundo! Los pecadores viven impenitentes y endurecidos en sus faltas. Mi Padre no puede soportarlos más. Las almas viles y débiles no hacen ningún esfuerzo para dominar la carne, las almas afligidas se desconciertan y desesperan; las almas fervorosas se entibian cada vez más. Los servidores de Mi Santuario…; la indiferencia crece día a día y nadie se corrige”.
En un éxtasis – místico, en mayo de 1901, Santa Gema oyó a Nuestro Señor:
“Yo tengo necesidad de una gran expiación, sobre todo por los pecados y sacrilegios con los cuales me ultrajan los Ministros de Mi Santuario”.
Ella se ofreció como víctima y murió el sábado Santo de 1903.

SAN BENITO JOSÉ LABRÉ
Al respecto de la crisis de la Iglesia católica.
“Benito — cuenta el P. Marconi, su confesor — me ha hablado también de otras visiones que él tenía, mas siempre para acusarse como tentaciones. Así, él me ha expuesto que veía en fuego ya un lugar, ya otro, de aquellos donde había pasado en sus viajes por Francia… Mas los hechos han bien probado que en lugar de tentaciones eran ilustraciones divinas representando en su espíritu el porvenir, bajo la forma de incendios que consumían ora un lugar, ora otro…
Yo debo acrecentar que más de una vez él me expone que me veía a mí y al Santísimo Sacramento, como cubierto de inmundicias, y diciéndolo, las lágrimas le corrían de los ojos.
Él me repite aún estas palabras en su última confesión, y él terminaba siempre diciendo que ‘la sola penitencia’ podía desarmar la cólera de DiosMe parece que yo no me alejaría mucho de la verdad si el ‘vous’ que usaba entonces el santo dirigiéndose a mí, se tomaba no como personal, mas como calificativo, de suerte que él hubiera querido hablar, no de mi persona en particular. Sino en general de los sacerdotes que él veía cubiertos de inmundicias, para significar lo que sucedería en Francia en el orden sacerdotal, sea en lo físico, sea en lo moral”.
Eleonora Mazza, abadesa de Monte Lupone, cuenta en carta al P. Marconi, después de la muerte de San Benito, hizo saber a las religiosas del monasterio de Santa Clara en Verona:
“Que la Iglesia estaba amenazada de males más grandes aún que aquellos que la afligían y que él no los vería”

SAN LUIS M. GRIGNION DE MONTFORT
“Desolatione desolata est omnis terra; la impiedad está sobre un trono; vuestro santuario es profanado, y la abominación entró hasta en el lugar santo…” ( Tratado de la Verdadera Devoción…, pág. 303).

VENERABLE BARTOLOMÉ HOLZHAUSER
Sobre la crisis de la Iglesia dice: Dios dejará libre curso a su cólera ya anunciada, incluso en otras partes. No quedarán más que pocos hombres, los reinos serán destruidos, los principados serán aniquilados, las repúblicas disueltas, las gentes distinguidas rebajadas y casi reducidas a la mendicidad.
El ‘tigre’ afligirá a la Iglesia y sobre la Tierra reinarán la más grandes de las miserias, una miseria que lanzará por todos lados la confusión”.

SANTA HILDEGARDA
Sobre la crisis religiosa en la Iglesia y la restauración del orden cristiano: “Que la justicia, la honestidad de las costumbres y la dignidad de las virtudes restauradas por los profetas después del diluvio hasta la venida de Jesucristo, y después de ellos por los apóstoles y doctores de la Iglesia, que brillarán por mucho tiempo, se depravarán en lo sucesivo. Pero que después de aquellos días malos recobrarán su antiguo brillo entre los hombres antes del fin de los tiempos y después de grandes tribulaciones”

Castigo de Dios sobre los malos pastores:
“Tomando a su cargo la causa de la justicia, el soberano Juez castigará a los prevaricadores y, sobre todo, a los malos pastores de la Iglesia.
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Permitiendo que se les despoje de sus bienes temporales, antes de reducirlos por medio de las tribulaciones.
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Purificado por fin con tantas pruebas, cada orden, eclesiástica y seglar, recobrará su fervor y dignidad primera”

SANTA BRÍGIDA DE SUECIA
Nuestro Señor reclama a Santa Brígida por el estado de la Iglesia e incluso amenaza con irse a los paganos, abandonando a los cristianos y castigándolos. Extractos de una de sus visiones y conversaciones con Nuestro Señor:
“Delante de todo el ejército celestial el Padre Eterno dice:
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‘Me quejo delante de vosotros de que desposé a Mi Hija con un hombre que la trata muy mal, y le sujeta los pies en un cepo, hasta que se le secan y quedan extenuados’.
Respondió el Hijo: ‘Esa es, Padre Mío, la que Yo redimí con Mi Sangre, y recibí por Esposa, pero que ahora tratan de arrebatármela violentamente’. Enseguida, dijo la Santísima Virgen: ‘Vos Padre Eterno, Sois Mi Dios y Mi Señor, y traje en mis entrañas a Vuestro Bendito Hijo, que es verdadero Hijo Vuestro y verdadero Hijo mío. Mientras viví en el mundo hice vuestra voluntad, hacedme merced de apiadaros de Vuestra Hija’. Después decían los ángeles: ‘Vos Sois nuestro Dios y Señor, y en Vos tenemos todo nuestro bien, y no necesitamos otro que a Vos. Cuando nació Vuestra Hija la Iglesia, todos nos alegramos, y ahora con razón podíamos entristecernos porque la vemos en manos de quien tan vil y afrentosamente la trata, compadeceos de Ella por vuestra gran misericordia, pues es mucha su miseria, y no hay quien la consuele, ni la libre, sino Vos, Señor Dios Omnipotente…’” (Celestiales revelaciones…, págs. 61-62).
SAN PEDRO CELESTINO
Dice lo siguiente: “Antes que la Iglesia sea renovada, Dios permitirá que el trono de San Pedro sea vacante”.
SOR MARIANA DE JESÚS TORRES
“El ángel de la guardia le dice: ‘Vendrán tiempos amargos en que se habrá dejado el Oficio Parvo, y se habrá debilitado el espíritu.
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¡­Ay! de aquellos que hayan tomado parte en esto’”.

NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SUCESO: Este Monasterio será muy perseguido en los siglos venideros, llegando la persecución al extremo de atentar contra la vida de mis hijas. No consiguiendo eso, trabajarán con tenacidad infernal, por su extinción, valiéndose de religiosos y de la autoridad Superior. Sin embargo, como nada pueden los hombres contra las obras de Dios tendré en este mismo solar hijas dignas de mi amor”.

Nuestra Señora le anuncia la total decadencia de la fe a fines del siglo XIX hasta más allá de la mitad del siglo XX: “Al finalizar el siglo XIX y hasta un poco más de la mitad del siglo XX, en la hoy colonia, y en la entonces República del Ecuador se desbordarán las pasiones y habrá una total corrupción de las costumbres por reinar satanás en las sectas masónicas. Ellas tenderán principalmente a corromper a los niños de estos tiempos, el sacramento del Bautismo lo recibirán difícilmente, la Confirmación de igual manera, el sacramento de la Penitencia solo cuando permanezcan en las escuelas católicas, las que pondrá el diablo todo empeño para destruirlas valiéndose de pésimas autoridades, el de la Comunión de igual manera”.

ORACIÓN PARA PEDIR LA SANTIDAD DE LOS SACERDOTES
Oh Redentor Nuestro, acepta vivir en los sacerdotes, transfórmalos en Ti. Hazlos por tu gracia ministros de tu misericordia, obra a través suyo, y haz que, imitando fielmente tus virtudes, se revistan en todo de Ti, y actúen en Tu nombre y con la fuerza de tu Espíritu. Contempla, Señor Jesucristo, cuántos son todavía los que duermen en las tinieblas del error, cuántas son las ovejas que caminan al borde del precipicio. Dirige tu mirada a tantas y tantos pobres, hambrientos y débiles, que lloran en medio de su soledad. Vuelve Tú a nosotros por medio de tus sacerdotes. Muéstrate en ellos y, obrando a través suyo, recorre el mundo de nuevo, enseñando, perdonando, santificando y renovando los lazos de amor entre tu Corazón divino y nuestros pobres corazones. Amén.
PRECES PARA PEDIR SACERDOTES SANTOS
V. Para conseguir el perdón de los pecados,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que no nos falte la Sagrada Eucaristía,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que prediquen a Cristo, y a éste crucificado,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que den testimonio de la Verdad,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que los niños conserven la Gracia,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que la juventud conozca y siga a Cristo,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que los mayores conformen sus vidas según la Ley de Dios,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que tengamos hogares cristianos,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que en nuestros pueblos se viva la unión y la caridad cristiana,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que los enfermos reciban los auxilios espirituales,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que nos acompañen a la hora de nuestra muerte, y ofrezcan la Santa Misa por nosotros,
R. Señor, danos sacerdotes santos.
Santa María, Madre de la Iglesia, Reina de los Apóstoles, alcánzanos del Señor muchos y santos sacerdotes. Así sea.

ORACIÓN PARA PEDIR POR LA SANTIDAD DE NUESTROS SACERDOTES
SEÑOR, para celar tu honra y gloria:
DANOS SACERDOTES SANTOS

SEÑOR, para aumentar nuestra fe: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para sostener tu Iglesia: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para predicar tu Doctrina: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para defender tu Causa: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para contrarrestar el error: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para sostener la verdad: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para dirigir nuestras almas: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para mejorar las costumbres: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para desterrar los vicios: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para Iluminar el mundo: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para enseñar las riquezas de tu Corazón: DANOS SACERDOTES SANTOS
SEÑOR, para que todos tus ministros sean la
luz del mundo y sal de la tierra:
DANOS SACERDOTES SANTOS

DANOS SACERDOTES MUY SANTOS
ORACION
(Pedir en silencio por algún (os) sacerdote(s) en particular)
Corazón de Jesús, Sacerdote Santo, te pedimos con el mayor encarecimiento del alma, que aumentes día a día los aspirantes al sacerdocio y que los formes según los designios de tu Corazón. Solo así conseguiremos: y pronto en el mundo no habrá
más que un solo rebaño y un solo Pastor.
Así sea.

ORACIÓN POR LA SANTA IGLESIA Y LOS SACERDOTES
Autora: Santa  Faustina Kowalska
Oh Jesús mío, te ruego por toda la Iglesia: concédele el amor y la luz de tu Espíritu y da poder a las palabras de los sacerdotes para que los corazones endurecidos se ablanden y vuelvan a ti, Señor. Señor, danos sacerdotes santos; tu mismo consérvalos en la santidad. Oh Divino y Sumo Sacerdote, que el poder de tu misericordia los acompañe en todas partes y los proteja de las trampas y asechanzas del demonio, que están siendo tendidas incesantemente para las almas de los sacerdotes. Que el poder de tu misericordia, oh Señor, destruya y haga fracasar lo que pueda empañar la santidad de los sacerdotes, ya que tú lo puedes todo (1052). Oh mi amadísimo Jesús, te ruego por el triunfo de la Iglesia, por la bendición para el Santo Padre y todo el clero, por la gracia de la conversión de los pecadores empedernidos. Te pido, Jesús, una bendición especial y luz para los sacerdotes ante los cuales me confesaré durante toda mi vida (240).

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