EL DEL DÍA DEL REPOSO, DÍA DEL SEÑOR
En la audiencia
general de hoy, el papa Francisco continuó reflexionando sobre los diez
mandamientos, y se centró en el tercero de ellos, aquel que habla del descanso
semanal. Descansar no es fácil, dijo, porque hay un descanso falso y descanso
verdadero. «¿Cómo reconocerlos?», preguntó.
(Vatican.news/InfoCatólica) En primer lugar el Santo Padre
posó su pensamiento en la sociedad de hoy, sedienta de diversión y de
vacaciones, con una publicidad que diseña el mundo ideal como «un gran parque de juegos donde todos se divierten», cuya
«imagen modelo» es la de una persona de
éxito que puede permitirse amplios y diversos espacios de placer.
Se trata, advirtió el Papa, de
«una mentalidad que hace caer en la insatisfacción
de una existencia anestesiada por la
diversión que no es descanso, sino alienación y fuga de la realidad».
«¡El hombre no ha descansado nunca tanto como
hoy, y sin embargo el hombre nunca
ha experimentado tanto vacío como hoy!»
EL DESCANSO VISTO
DESDE OTRA LUZ
Dios, en el Decálogo, muestra
otra luz de lo que es el descanso, que es «la
contemplación y la alabanza». «Al
descanso como fuga de la realidad, el Decálogo opone el descanso como bendición
de la realidad», añadió.
«Para nosotros
cristianos, el día del Señor es el domingo, y en la Eucaristía, que significa
'dar gracias', se encuentra el culmen de esa jornada de contemplación y
bendición, en la que acogemos la realidad y alabamos al Señor por el don de la
vida, dándole gracias por su misericordia y por todos los bienes que nos
concede».
EL REPOSO ES EL
MOMENTO PROPICIO PARA LA RECONCILIACIÓN
El Papa puso en guardia sobre cuán facil es doblegar el corazón a la
infelicidad, subrayando los motivos de descontento, mientras que en
cambio la bendición y la alegría implican una apertura al bien. Un bien que no
se impone sino que se elige, como la paz.
«La verdadera
paz – afirmó
Francisco - no es cambiar la propia historia, sino
acogerla y valorizarla». Y así, «el
reposo es también un momento propicio para la reconciliación, para
confrontarnos con las dificultades sin escapar de ellas, para encontrar la paz
y la serenidad de quien sabe valorizar lo bueno que tiene, incluso en el lecho
del dolor o en la pobreza.»
EL SEÑOR NOS DICE
«ELIGE LA VIDA»
Tras recordar las palabras del
Señor en el Deuteronomio (30,19) que nos impulsa a elegir la vida, el Papa puso
a la reflexión de los fieles una última pregunta: ¿Cuándo
se vuelve bella la vida? Y respondió: «Cuando se comienza a pensar bien de ella,
cualquiera sea nuestra historia».
En la conclusión de su
catequesis en español el Papa animó «a abrir el
corazón a la Providencia divina y a descubrir la profunda verdad del Salmo:
«Solo en Dios descansa mi alma»; y que, junto con la Virgen María, acojamos al
Espíritu Santo para seguir las huellas de Cristo en el camino de la vida».
TEXTO DEL SALUDO DEL
PAPA EN ESPAÑOL
Queridos hermanos:
Hoy reflexionamos sobre el
tercer mandamiento: «Fíjate en el sábado para
santificarlo». Se debe distinguir entre el verdadero descanso y la
evasión, tan común en nuestros días. Hoy se intenta evadir la realidad buscando
una diversión que oculte nuestro descontento.
El sentido del auténtico
reposo lo encontramos en las palabras del Éxodo: «Dios
hizo el mundo en seis días, y el séptimo descansó». Ese descanso es la
alegría de Dios por su creación, que era muy buena.
Para nosotros cristianos, el
día del Señor es el domingo, y en la Eucaristía, que significa «dar gracias», se encuentra el culmen de esa
jornada de contemplación y bendición, en la que acogemos la realidad y alabamos
al Señor por el don de la vida, dándole gracias por su misericordia y por todos
los bienes que nos concede.
El reposo es también un
momento propicio para la reconciliación, para confrontarnos con las
dificultades sin escapar de ellas, para encontrar la paz y la serenidad de
quien sabe valorizar lo bueno que tiene, incluso en el lecho del dolor o en la
pobreza.
Saludo cordialmente a los
peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de
España y América Latina.
Los animo a abrir el corazón a
la Providencia divina y a descubrir la profunda verdad del Salmo: «Solo en Dios descansa mi alma»; y que, junto con
la Virgen María, acojamos al Espíritu Santo para seguir las huellas de Cristo
en el camino de la vida.
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