jueves, 31 de agosto de 2017

MENSAJES (AGOSTO – 2017) DE LA VIRGEN DE LA PAZ (MEDJUGORJE)



Mensaje del 25 de agosto 2017 

“Queridos hijos, hoy los invito a ser personas de oración.
Oren hasta que la oración se convierta en alegría para ustedes y en un encuentro con el Altísimo.
Él transformará su corazón y ustedes se convertirán en personas de amor y de paz.
No olviden, hijitos, que Satanás es fuerte y desea alejarlos de la oración.
Ustedes no olviden que la oración es la llave secreta del encuentro con Dios.
Por eso estoy con ustedes, para guiarlos.
¡No desistan de la oración!
¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje Extraordinario del 18 de agosto 2017 dado a Iván

“También esta noche la Virgen vino alegre y feliz y, al inicio, nos saludó a todos con su saludo maternal:
“Alabado sea Jesús, queridos hijos míos”. 
Después extendió sus manos y oró un tiempo prolongado sobre todos nosotros, de manera especial oró por los enfermos presentes. Luego oró particularmente por la paz, por la paz en el mundo. La
Virgen dijo:
“Queridos hijos, también hoy deseo nuevamente invitarlos a orar por la paz: la paz en sus corazones, la paz en sus familias.
Sepan, queridos hijos, que oro por todos ustedes delante de mi Hijo e intercedo junto a mi Hijo por todos ustedes.
Gracias, queridos hijos, por la perseverancia, y gracias por haber respondido también hoy a mi llamada”.
A continuación, la Virgen nos bendijo a todos con su bendición maternal, y bendijo todo lo que ustedes han traído para que sea bendecido.
Después yo los encomendé a todos ustedes, sus necesidades, sus intenciones, sus familias.
Luego la Virgen continuó orando un tiempo sobre todos nosotros y en esta oración se marchó, se marchó en el signo luminoso de la luz y de la cruz con su saludo:
“Vayan en paz, queridos hijos míos.”

Mensaje Extraordinario del 5 de agosto 2017 dado a Iván

“También esta noche la Virgen vino alegre y feliz y, al inicio, nos saludó a todos con su saludo maternal:
“Alabado sea Jesús, queridos hijos míos”. 
Después extendió sus manos y oró un tiempo prolongado sobre todos nosotros. La Virgen dijo:
“Queridos hijos, también hoy me regocijo junto a ustedes
También hoy deseo invitaros a decidirse por Jesús.
Veo a tantos jóvenes que están volviendo a Él, que se están decidiendo por Él y están cambiando.
Oren por los jóvenes, queridos hijos, oren por las familias.
La Madre ora por todos ustedes.
Especialmente en este tiempo de gracia, oren más.
Oren para que mi Hijo nazca en sus corazones y se renueve, y permitan al Espíritu Santo guiarlos.
Gracias, queridos hijos, por haber respondido también hoy a mi llamada”.
A continuación, la Virgen nos bendijo a todos con su bendición maternal, y bendijo todo lo que ustedes han traído para que sea bendecido.
Después yo los encomendé a todos ustedes, sus necesidades, sus intenciones, sus familias.
Encomendé también a todos los jóvenes que están participando en este Festival y a sus familias.
Luego la Virgen continuó orando un tiempo sobre todos nosotros y en esta oración se marchó, se marchó en el signo luminoso de la luz y de la cruz con su saludo:
“Vayan en paz, queridos hijos míos.”

Mensaje del 2 de agosto 2017

“Queridos hijos, por voluntad del Padre Celestial, como Madre de Aquel que los ama, estoy aquí con ustedes para ayudarlos a conocerlo, a seguirlo.
Mi Hijo les ha dejado las huellas de sus pies para que les sea más fácil seguirlo.
No teman, no estén inseguros, yo estoy con ustedes.
No se dejen desanimar, porque es necesaria mucha oración y mucho sacrificio por aquellos que no oran, aquellos que no aman y no conocen a mi Hijo.
Ayúdenlo viendo en ellos a sus hermanos.
Apóstoles de mi amor, presten atención a mi voz en ustedes, sientan mi amor materno.
Por eso, oren; oren actuando, oren dando, oren con amor, oren con las obras y con los pensamientos, en el Nombre de mi Hijo.
Cuanto más amor den tanto más recibirán; el amor surgido del Amor ilumina el mundo; la redención es amor y el amor no tiene fin.  
Cuando mi Hijo venga de nuevo a la Tierra buscará el amor en sus corazones.
Hijos míos, Él ha hecho por ustedes muchas obras de amor: yo les enseño a verlas, a comprenderlas y a darle gracias amándolo y perdonando siempre de nuevo al prójimo; porque amar a mi Hijo significa perdonar.
A mi Hijo no se lo ama si no se sabe perdonar al prójimo, si no se intenta comprenderlo, si se lo juzga.
Hijos míos, ¿de qué les sirve la oración si no aman y no perdonan?
Les doy las gracias”.

Fuente: Centro María Reina de la Paz Montevideo-Uruguay


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