El Señor nos promete
protección para aquellos que confiamos en Él. En el mundo corren tiempos
peligrosos, y aunque las tinieblas cubran la tierra, sobre nosotros brillará la
luz de Jesús.
Unámonos ahora todos en oración para desatar la protección
del cielo sobre nosotros, nuestra familia, y todo lo que tenemos. Conforme a
todo lo que dice el Salmo 91 oremos juntos así:
“Señor los que confiamos en
ti, habitamos bajo la sombra de tus alas, tú eres nuestra esperanza y el
castillo en el que ponemos la confianza. Tú nos libras de las trampas y las
pestes destructoras. Nos cubres con tus plumas y vivimos seguros. Tu verdad es
nuestro escudo protector. No tendremos temor a ningún mal ni de día ni de
noche. Sobre nosotros está tu protección impenetrable. Los que confiamos y
esperamos en ti, fuimos perdonados y estamos seguros en tus manos de amor. No
nos sobrevendrá mal, ni plaga tocará nuestra morada. Envía tus ángeles Señor,
para que cuiden todos nuestros caminos, nos lleven en sus brazos y no
tropecemos con nada. Tú aplastas a nuestros enemigos y por amor nos pones a
salvo. Los que conocemos e invocamos tu nombre, recibimos respuestas al clamor,
y somos recompensados. Gracias porque nos concederás muchos años de vida y nos
darás a conocer tu salvación. Pedimos, proclamamos y recibimos todo esto en el
nombre poderoso de Jesús. Amén”.
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