Francisco
concedió una entrevista a La Croix,
afín a la conferencia episcopal francesa, que el diario publicó este lunes. En
ella el Papa abordó diversas cuestiones, algunas de ellas muy polémicas. He
aquí los puntos esenciales tratados con él por Guillaume Cobert, director del
periódico, y Sébastien Maillard, corresponsal en Roma.
Amoris Laetitia
-"En la exhortación postsinodal [Amoris Laetitia], he intentado respetar al máximo el sínodo. No se encuentran en ella precisiones canónicas sobre lo que puede hacerse o lo que no. Es una reflexión serena, pacífica, sobre la belleza del amor, cómo educar a los hijos, cómo prepararse al matrimonio... Valora posibilidades que podrían ser acompañadas por el Consejo Pontificio para los Laicos, bajo la forma de líneas directrices. Más allá de este proceso, debemos pensar en la auténtica sinodalidad, al menos en lo que significa la sinodalidad católica. Los obispos están cum Petro, sub Petro [con Pedro, bajo Pedro]. Esto difiere de la sinodalidad ortodoxa y de las Iglesias greco-católicas, donde el patriarca es sólo una voz más".
Raíces cristianas de Europa
-"Hay que hablar de raíces en plural, porque hay muchas. En este sentido, cuando oigo hablar de raíces cristianas de Europa, temo a veces el tono, que puede ser triunfalista o vengativo. Esto se convierte entonces en colonialista. Juan Pablo II hablaba de ellos en un tono tranquilo. Europa, sí, tiene raíces cristianas. El cristianismo tiene el deber de regarlas, pero en un espíritu de servicio, como en el lavatorio de pies. El deber del cristianismo hacia Europa es el servicio. Erich Przywara, gran maestro de Romano Guardini y de Hans Urs von Balthasar, nos lo enseña: el aporte del cristianismo a una cultura es el de Cristo con el lavatorio de pies, es decir, el servicio y el don de la vida. No debe ser un aporte colonialista".
Crisis de los refugiados
-"[Que Europa acoja a tantos inmigrantes] es una cuestión justa... y responsable, porque no se pueden abrir las puertas de par en par de manera irracional... La cuestión de fondo es por qué hay tantos migrantes hoy... El problema inicial son las guerras en Oriente Medio y en África y el subdesarrollo del continente africano, que provoca hambre", y también "la cuestión de un sistema económico mundial sumido en la idolatría del dinero". Respecto a los migrantes, "la peor acogida es confinarlos a un gueto, cuando, al contrario, hay que integrarlos... En Bruselas, los terroristas eran belgas, hijos de migrantes, pero venían de un gueto. En Londres, el nuevo alcalde [Sadiq Khan, hijo de migrantes paquistaníes y musulmán] prestó juramento en una catedral y será recibido sin duda por la reina. Esto muestra a Europa la importancia de recuperar su capacidad de integrar".
Islam
-"No creo que haya hoy un miedo al islam en cuanto tal, sino a Daesh y su guerra de conquista, en parte extraída del islam... La idea de conquista es inherente al alma del islam, es cierto. Pero con la misma idea de conquista se podría interpretar el final del Evangelio de Mateo, donde Jesús envía a sus discípulos a todas las naciones".
Democracia en Oriente Medio
-"Teniendo en cuenta al terrorismo islamista actual, deberíamos preguntarnos la forma en que se exporta un modelo de democracia muy occidental a países como Irak o Libia, donde había una estructura tribal fuerte... No podemos avanzar sin tener en cuenta esas culturas Como dijo un libio hace poco, ´antes teníamos un Gadafi, ahora tenemos 50´".
Laicidad
-"Un Estado debe ser laico. Los Estados confesionales acaban mal. Eso va contra la Historia. Creo que una laicidad acompañada de una ley sólida que garantice la libertad religiosa ofrece un cuadro para avanzar. Todos somos iguales, como hijos de Dios o con nuestra dignidad de persona. Pero todos deben tener libertad para exteriorizar su fe. Si una mujer musulmana quiere llevar el velo, debe poder hacerlo. Lo mismo si un católico quiere llevar una cruz. Debe poderse profesar la fe, no paralelamente a la cultura, sino en el seno de ella. La pequeña crítica que yo haría a Francia a este respecto es exagerar la laicidad. Esto procede de una forma de considerar las religiones como una subcultura y no como una cultura completa. Creo que esta aproximación, que se entiende como herencia de las Luces, ya no sirve. Francia debería dar un paso adelante en este sentido para aceptar que la apertura a la trascendencia es un derecho para todos".
Sobre las leyes injustas (aborto, matrimonio)
-"En el Parlamento hay que discutir, argumentar, explicar, razoner. Así crece una sociedad. Una vez que la ley ha sido votada, el Estado debe respetar las conciencias. En cada estructura jurídica, la objeción de conciencia debe estar presente porque es un derecho humano. Y eso incluye a los funcionarios del gobierno, que son personas humanas. El Estado debe respetar las críticas. Eso es una auténtica laicidad. No se puede menospreciar los argumentos de los católicos diciéndoles: ´Habláis como un sacerdote´. No, ellos se apoyan en el pensamiento cristiano, que en Francia se ha desarrollado notablemente".
Hermandad de San Pío X
-"En Buenos Aires, siempre hablé con ellos. Ellos me saludaron, me pidieron una bendición de rodillas. Ellos se dicen católicos. Ellos aman la Iglesia. Monseñor Fellay es un hombre con quien uno puede dialogar... Son católicos en camino hacia la plena comunión. Durante este Año de la misericordia, me pareció que debía autorizar a sus confesores que perdonaran el pecado de aborto. Ellos me agradecieron este gesto. Antes, Benedicto XVI, a quien respetan mucho, había liberalizado la misa según el rito tridentino. Dialogamos bien, hemos hecho un buen trabajo... [Una prelatura personal] sería una solución posible, pero primero tiene que haber un acuerdo fundamental con ellos. El Concilio Vaticano II tiene valor. Avanzamos lentamente, con paciencia".
Cardenal Barbarin
-"Según los elementos de los que dispongo, creo que en Lyon el cardenal Barbarin tomó las medidas que había que tomar [en un caso de pederastia en el que se le acusa de negligencia], tomó el asunto en la mano... Es un hombre valiente, creativo, un misionero. Debemos esperar el resultado del procedimiento ante la justicia civil... [Su dimisión] sería un contrasentido, una imprudencia... sería declararle culpable".
Amoris Laetitia
-"En la exhortación postsinodal [Amoris Laetitia], he intentado respetar al máximo el sínodo. No se encuentran en ella precisiones canónicas sobre lo que puede hacerse o lo que no. Es una reflexión serena, pacífica, sobre la belleza del amor, cómo educar a los hijos, cómo prepararse al matrimonio... Valora posibilidades que podrían ser acompañadas por el Consejo Pontificio para los Laicos, bajo la forma de líneas directrices. Más allá de este proceso, debemos pensar en la auténtica sinodalidad, al menos en lo que significa la sinodalidad católica. Los obispos están cum Petro, sub Petro [con Pedro, bajo Pedro]. Esto difiere de la sinodalidad ortodoxa y de las Iglesias greco-católicas, donde el patriarca es sólo una voz más".
Raíces cristianas de Europa
-"Hay que hablar de raíces en plural, porque hay muchas. En este sentido, cuando oigo hablar de raíces cristianas de Europa, temo a veces el tono, que puede ser triunfalista o vengativo. Esto se convierte entonces en colonialista. Juan Pablo II hablaba de ellos en un tono tranquilo. Europa, sí, tiene raíces cristianas. El cristianismo tiene el deber de regarlas, pero en un espíritu de servicio, como en el lavatorio de pies. El deber del cristianismo hacia Europa es el servicio. Erich Przywara, gran maestro de Romano Guardini y de Hans Urs von Balthasar, nos lo enseña: el aporte del cristianismo a una cultura es el de Cristo con el lavatorio de pies, es decir, el servicio y el don de la vida. No debe ser un aporte colonialista".
Crisis de los refugiados
-"[Que Europa acoja a tantos inmigrantes] es una cuestión justa... y responsable, porque no se pueden abrir las puertas de par en par de manera irracional... La cuestión de fondo es por qué hay tantos migrantes hoy... El problema inicial son las guerras en Oriente Medio y en África y el subdesarrollo del continente africano, que provoca hambre", y también "la cuestión de un sistema económico mundial sumido en la idolatría del dinero". Respecto a los migrantes, "la peor acogida es confinarlos a un gueto, cuando, al contrario, hay que integrarlos... En Bruselas, los terroristas eran belgas, hijos de migrantes, pero venían de un gueto. En Londres, el nuevo alcalde [Sadiq Khan, hijo de migrantes paquistaníes y musulmán] prestó juramento en una catedral y será recibido sin duda por la reina. Esto muestra a Europa la importancia de recuperar su capacidad de integrar".
Islam
-"No creo que haya hoy un miedo al islam en cuanto tal, sino a Daesh y su guerra de conquista, en parte extraída del islam... La idea de conquista es inherente al alma del islam, es cierto. Pero con la misma idea de conquista se podría interpretar el final del Evangelio de Mateo, donde Jesús envía a sus discípulos a todas las naciones".
Democracia en Oriente Medio
-"Teniendo en cuenta al terrorismo islamista actual, deberíamos preguntarnos la forma en que se exporta un modelo de democracia muy occidental a países como Irak o Libia, donde había una estructura tribal fuerte... No podemos avanzar sin tener en cuenta esas culturas Como dijo un libio hace poco, ´antes teníamos un Gadafi, ahora tenemos 50´".
Laicidad
-"Un Estado debe ser laico. Los Estados confesionales acaban mal. Eso va contra la Historia. Creo que una laicidad acompañada de una ley sólida que garantice la libertad religiosa ofrece un cuadro para avanzar. Todos somos iguales, como hijos de Dios o con nuestra dignidad de persona. Pero todos deben tener libertad para exteriorizar su fe. Si una mujer musulmana quiere llevar el velo, debe poder hacerlo. Lo mismo si un católico quiere llevar una cruz. Debe poderse profesar la fe, no paralelamente a la cultura, sino en el seno de ella. La pequeña crítica que yo haría a Francia a este respecto es exagerar la laicidad. Esto procede de una forma de considerar las religiones como una subcultura y no como una cultura completa. Creo que esta aproximación, que se entiende como herencia de las Luces, ya no sirve. Francia debería dar un paso adelante en este sentido para aceptar que la apertura a la trascendencia es un derecho para todos".
Sobre las leyes injustas (aborto, matrimonio)
-"En el Parlamento hay que discutir, argumentar, explicar, razoner. Así crece una sociedad. Una vez que la ley ha sido votada, el Estado debe respetar las conciencias. En cada estructura jurídica, la objeción de conciencia debe estar presente porque es un derecho humano. Y eso incluye a los funcionarios del gobierno, que son personas humanas. El Estado debe respetar las críticas. Eso es una auténtica laicidad. No se puede menospreciar los argumentos de los católicos diciéndoles: ´Habláis como un sacerdote´. No, ellos se apoyan en el pensamiento cristiano, que en Francia se ha desarrollado notablemente".
Hermandad de San Pío X
-"En Buenos Aires, siempre hablé con ellos. Ellos me saludaron, me pidieron una bendición de rodillas. Ellos se dicen católicos. Ellos aman la Iglesia. Monseñor Fellay es un hombre con quien uno puede dialogar... Son católicos en camino hacia la plena comunión. Durante este Año de la misericordia, me pareció que debía autorizar a sus confesores que perdonaran el pecado de aborto. Ellos me agradecieron este gesto. Antes, Benedicto XVI, a quien respetan mucho, había liberalizado la misa según el rito tridentino. Dialogamos bien, hemos hecho un buen trabajo... [Una prelatura personal] sería una solución posible, pero primero tiene que haber un acuerdo fundamental con ellos. El Concilio Vaticano II tiene valor. Avanzamos lentamente, con paciencia".
Cardenal Barbarin
-"Según los elementos de los que dispongo, creo que en Lyon el cardenal Barbarin tomó las medidas que había que tomar [en un caso de pederastia en el que se le acusa de negligencia], tomó el asunto en la mano... Es un hombre valiente, creativo, un misionero. Debemos esperar el resultado del procedimiento ante la justicia civil... [Su dimisión] sería un contrasentido, una imprudencia... sería declararle culpable".
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