LAS
CONDICIONES DEL FENÓMENO METEOROLÓGICO SE INTENSIFICAN Y LOS EXPERTOS EMPIEZAN
A COMPARARLO AL PODEROSO NIÑO OCURRIDO EN 1997
En marzo les informamos de las previsiones de NOAA confirmando la aparición de “El
Niño” para 2015. En aquel artículo explicábamos en qué consiste este
fenómeno meteorológico, cuáles son sus posibles causas y sobre todo sus
consecuencias en las zonas afectadas.
Como se pueden imaginar aquí hemos seguido muy interesados por la
evolución de esta noticia y hemos podido comprobar cómo en estos últimos meses las condiciones han cambiado
sustancialmente. Todo parece indicar que nos vamos a encontrar con un Niño de efectos muy
poderosos, algo muy similar a lo que
ocurrió en 1997.
Como ejemplo NOAA publicó hace unas semanas una imagen comparativa con dos tomas por satélite de la temperatura del océano
Pacífico. La de la izquierda corresponde con las condiciones que tuvimos en
1997 y a la derecha las que hemos tenido en julio de 2015.
Comparación entre julio 1997 y julio 2015 - NOAA
No obstante hay que dejar algo muy claro: No hay dos Niños iguales. De todos los
registros que conservamos de este fenómeno no podemos extraer unas conclusiones
definitivas que nos permitan afirmar, casi matemáticamente, que si ocurren
determinadas circunstancias el fenómeno se desarrollará de esta u otra manera.
Por otro lado la Agencia espacial estadounidense NASA a través de su Earth Observatory hace notar la similitud entre
las condiciones previas que se produjeron en 1997, que dieron paso al Niño más
destructivo que recordamos, y las circunstancias que rodean al presente
fenómeno.
En 1997 el impacto de El Niño en Estados Unidos fue tal que las portadas
de todos los medios de comunicación hicieron famoso un fenómeno que hasta aquel
momento había pasado más o menos inadvertido. Las torrenciales lluvias que dejó
en la Costa Oeste de Estados Unidos, sobre todo en California, ocasionaron
grandes inundaciones mientras que en el norte del país las temperaturas subieron
hasta 15 ºC respecto a las medias de esos mismos meses en años anteriores.
Actualmente, California está atravesando una de las sequías más intensas
de las últimas décadas y muchos ciudadanos han reaccionado positivamente al
saber que el Niño dejará fuertes precipitaciones en la zona. Pero esta idea es
errónea: Con el terreno árido y seco, las tormentas con lluvias torrenciales solo empeorarán la
situación ya que se produce escorrentía
lo que provocará inundaciones y deslizamientos del terreno.
Las condiciones previas de 1997 y 2015 son preocupantemente similares -
NOAA
Ante los datos procedentes de las aguas del Pacífico, Bill Patzert, uno
de los climatólogos en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA afirmaba
"No habíamos visto una señal de este tipo en el Pacífico tropical desde
1997”. Aun así, el investigador aclara que “Todavía es pronto para asegurar que
vayamos a tener un Niño tan fuerte como el de 1997”.
Por el momento, y para todos aquellos interesados en conocer la
evolución de este fenómeno, recomendamos consultar la web de NOAA dedicada al Niño que
siempre está actualizada y en la que ofrecen información y datos diarios.
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