sábado, 27 de julio de 2013

DULCES SUEÑOS

Toma dos aspirinas y llámame en la mañana. ¿En realidad, qué quiere decir el médico al darte tales instrucciones? En cierta forma te está diciendo: Procura descansar esta noche y ya verás que te sientes mejor mañana por la mañana. ¡Es sorprendente lo bien que funciona este consejo! Lo cierto es que a menudo, sí, nos sentimos mejor al amanecer.

La investigación científica apoya esta teoría. En cierto estudio, las ratas de laboratorio, murieron de infecciones en la sangre, después de habérseles privado del sueño por largos períodos de tiempo; posiblemente, porque falló su sistema inmunológico.

¿Has pasado algunas noches en el hospital, en específico en la sala de Cuidados Intensivos? Una de las quejas más comunes de los pacientes bien podría ser: ¿Cómo voy a mejorar, si me siguen despertando a cada rato? Buen punto.

Las frecuentes interrupciones, el ruido y las luces se consideran factores que contribuyen a un nivel de recuperación más lento. De hecho, algunos pacientes terminan sufriendo del síndrome de SCI (Sala de Cuidado Intensivo): alucinaciones, estado de desorientación y depresión, que se manifiestan después de tres días en dicha sala. ¿Y cuál es la causa? En gran medida se debe a la carencia de un buen dormir.

Como seres humanos testarudos, la mayoría de nosotros ignora la orden médica de acostarnos a descansar cuando padecemos de una afección seria, tal como un catarro o la influenza. Ya que nos obligan a estar en casa. ¿Por qué no aprovechar bien el tiempo? Después de todo, no estamos agonizando.

Sin embargo, con mucha frecuencia, una leve enfermedad se convierte en algo más serio. Entonces tenemos que yacer en una cama y por obligación. ¿Cuánto tiempo y problemas nos evitaríamos si tan solo hubiésemos obedecido desde el principio las instrucciones del médico? ¿Qué saludables estaríamos si trabajásemos a favor y no en contra de nuestro sistema inmunológico?

El escritor Aldous Huxley, dijo: La razón por la cual no estamos más enfermos y desquiciados, se debe con certeza a la más bendita bendición de todas las gracias naturales, el sueño.

¡Duerme! ¡Y disfruta cada minuto!

Salmo 127:2

Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, pues a su amado dará Dios el sueño.

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