viernes, 10 de mayo de 2013

K.L.REICH


Cuando el otro día me enteré por la TV que en Manresa se hacía una exposición sobre la figura de Joaquim Amat-Piniella, recordé que en la biblioteca se encontraba su mejor libro, K.L.Reich.

El autor vivió confinado en el campo de concentración de Mathausen. El libro, aunque en forma novelada, explica sus experiencias en aquel lugar. He de reconocer que me he leído sus 342 páginas en tres días. Eso sí, ayudado por las largas estancias en la sala de espera de urgencias y junto a la cama de un enfermo.

El libro es una gran reflexión sobre la condición humana. Sobre sus grandezas y sus miserias. Y no simplificado en una novela de buenos y malos, los reclusos y los alemanes. En los reclusos, sometidos a situaciones límite, es donde salen a relucir esas miserias y esas grandezas.

No quiero hacer la crítica literaria del libro, cosa para la que no estoy capacitado; pero sí señalar dos cosas que me han llamado poderosamente la atención.

La primera, es ver, como los reclusos, una vez acostumbrados a su condición, sacan a la luz sus luchas partidistas, sus divisiones ideológicas. Comunistas, sindicalistas, socialistas, distintas nacionalidades, sacan a la luz sus rencillas y en vez de unirse los hacen más débiles ante las dificultades.

La otra, es una frase de las últimas páginas. Los americanos han liberado el campo, pero lo dejan a su suerte mientras no llega el grueso de las fuerzas aliadas. Se desencadenan entonces las pasiones reprimidas durante años y hay quien muere de una indigestión, tras asaltar la despensa, mientras otros se dedican a linchar y matar a los que ejercieron de "kapos", aunque eran prisioneros como ellos. El protagonista reflexiona ante estos hechos, que la paz no depende sólo de la libertad y dice: La paz no será posible, mientras no reine en el corazón de cada hombre.

Esta es la gran lección que todos deberíamos aprender en una sociedad, que sólo busca lo material y lo cifra todo en el bienestar. La paz en el corazón está más allá de la materia. Depende del espíritu. Son los valores espirituales los que pueden llevar la paz a nuestros corazones.

Acabo recomendando la lectura de este libro a todos aquellos, que en estos últimos días están comparando a la ligera, ciertas realidades nacionales con el nazismo. Realmente, no saben de qué hablan.

Joan Josep Tamburini

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