sábado, 18 de mayo de 2013

FRANCISCO: «PEDRO ERA UN PECADOR, PERO NO UN CORRUPTO, PECADORES SÍ, TODOS: CORRUPTOS, NO»


El poder del perdón.

Ser pecadores no es el problema central, el problema es no dejarse transformar en el amor del encuentro con Cristo, porque "Pedro era un pecador, pero no un corrupto, pecadores sí, todos: corruptos, no".

Este fue el tema central de la homilía de la misa cotidiana del papa Francisco en la capilla de su residencia en Santa Marta, transmitida por la Radio Vaticano.

En el evangelio del día Jesús resucitado le pide tres veces a Pedro si lo ama. “Es un diálogo de amor entre el Señor y su discipulo” indica Francisco y recuerda los encuentros que Pedro tuvo con Jesús. Iniciando del ´Sígueme´ al ´Te llamarás Cefa, Piedra´, al ´¡Aléjate Satanás!´, “humillación que Pedro acepta”, dice el Papa.

Y Francisco recuerda a los presentes que Pedro se consideraba bueno, y en Getsemani incluso desenvaina la espada para defender a Jesús, pero después lo niega tres veces”.

Y cuando Jesús le observa con aquella mirada tan bella, indica el papa, Pedro llora. “Jesús en estos encuentros va volviendo madura el alma de Pedro”, en el amor.

“Pedro siente dolor de que por tres veces Jesús le pregunte ¿Me quieres? Este dolor, esta vergüenza.. Un hombre grande este Pedro..., pecador, pecador. Pero el Señor le hace sentir a él y a nosotros que todos somos pecadores: el problema es no arrepentirse del pecado, no tener vergüenza de lo que hemos hecho. Este es el problema. Y Pedro tiene esta vergüenza, esta humildad, ¿no? El pecado de Pedro es un hecho que con el corazón grande que tenía Pedro, lo lleva a un encuentro nuevo con Jesús, a la alegría del perdón”.

Y el Señor no abandona su promesa, cuando le había dicho: “Tu eres piedra”, y ahora le dice: “Apacienta mi rebaño” y le entrega su rebaño a un pecador.

El papa precisa: “Pedro era un pecador, pero no un corrupto, pecadores sí, todos: corruptos, no”. Y el santo padre cuenta: “Una vez supe de un cura, un buen párroco que trabajaba bien: fue nombrado obispo y él sentía vergüenza porque no se sentía digno. Era un tormento espiritual. Y se acercó al confesor, que le escuchó y le dijo: “No te asustes, que si después de aquella gruesa que hizo Pedro le nombraron papa... ¡Tu ve adelante!”. El Señor es así. Nos hace madurar en los tantos encuentros que tenemos con Él, a pesar de nuestras debilidades, cuando las reconocemos, y con nuestros pecados”....

 
Pedro “se dejó modelar” en los diversos encuentos con Jesús y esto “nos sirve a todos nosotros, porque estamos en la misma calle”.

Y el papa reitera: “Pedro es un grande” no porque sea uno bueno, sino porque “tiene un corazón noble que lo lleva a este dolor, a esta vergüenza y a tomar su trabajo de apacentar las ovejas”.

“Pidamos al Señor hoy -concluye Francisco- que este ejemplo de vida de un hombre que se encuentra continuamente con el Señor” nos ayude “a ir adelante buscando al Señor”.

Pero más aún “es dejarnos encontrar por el Señor: El está cerca de nosotros. Tantas veces”.

Zenit / RomeReports

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