domingo, 24 de abril de 2011

PRECISIONES DEL PAPA SOBRE LA EVOLUCIÓN, SOBRE LA IGLESIA Y SOBRE EL LUGAR DEL DOMINGO EN LA SEMANA



Vigilia pascual.

La homilía de Benedicto XVI fue intensa en contenido doctrinal, en una ceremonia que celebró el renacer de seis nuevos cristianos.

Seis nuevos cristianos procedentes de Perú, China, Suiza, Rusia, Albania y Singapur recibieron este sábado por la noche en la vigilia pascual tres sacramentos de manos del Papa: bautismo, confirmación y comunión.

Fue durante una de las ceremonias más singulares y hermosas de la Semana Santa, que comenzó en el atrio de la basílica de San Pedro con la bendición del fuego y el encendido del cirio pascual, al que siguió una procesión por el templo a oscuras, sólo iluminado por las velas de los miles de fieles presentes.

Durante esta liturgia nocturna, cargada de significado a la espera de la Resurrección del Hijo de Dios, Benedicto XVI se dirigió a los fieles con una homilía cargada de contenido, y que se centró en la idea de la Creación y de la Razón creadora.

El Papa explicó la importancia de hablar de la Creación en noche tan significada: "Omitir la creación sería malinterpretar la misma historia de Dios con los hombres, minusvalorarla, dejar de apreciar su verdadero orden de grandeza... Si omitimos el primer artículo del Credo, toda la historia de la salvación queda disminuida".

Hizo una importante precisión sobre la naturaleza de la misión de la Iglesia: "La Iglesia no es una asociación cualquiera que se ocupa de atender las necesidades religiosas de los hombres, y que por eso se limitaría al limitado fin de una asociación así. Ella pone al hombre en contacto con Dios y por tanto con el principio de todas las cosas".

"Sólo porque Dios lo ha creado todo", continuó, "puede darnos la vida y guiarnos en la vida... Sólo porque la Creación pertenece a Dios, podemos confiar en Él hasta en lo más profundo".

Luego el Papa evocó el inicio del Evangelio de San Juan ("En el principio era el Verbo") para recordar la idea de Razón creadora, de orden y finalidad en la Creación. Con una precisión al evolucionismo materialista: "Si el hombre sólo fuese un producto casual de la evolución en un lugar marginal del universo, su vida carecería de sentido y sería incluso algo molesto en la naturaleza". Pero no es así: "La Razón está en el inicio, la Razón creadora, divina".

Por último, Benedicto XVI explicó por qué el domingo no es el último día de la semana, sino el primero. En el Antiguo Testamento, el sábado, el séptimo día, era el día de descanso porque en ese día Dios había descansado de la creación: "Pero en la naciente Iglesia sucedió algo en cierto modo inaudito, y es que el lugar del sábado, el séptimo día, es sustituido por el primer día. El día de la asamblea litúrgica es el del encuentro con Dios por Jesucristo, quien en el primer día, el domingo, se encontró con los suyos como Resucitado después de que encontrasen vacío el sepulcro. La estructura de la semana se invierte. Ya no se dirige hacia el séptimo día, para participar en el descanso de Dios, se inicia con el primer día como día del encuentro con el Resucitado".

Y ese encuentro, concluyó, se repite en la celebración de la Eucaristía, "con la cual el Señor vuelve a estar de nuevo entre los suyos y por así decirlo se deja nuevamente tocar, se sienta de nuevo a la mesa con ellos".

C.I./ReL

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