LA ASOCIACIÓN MÉDICA CATÓLICA DE EE.UU HA PUBLICADO UNA CARTA, A LA QUE SE HAN UNIDO 7 ASOCIACIONES DE DIVERSAS CONFESIONES.
La Catholic
Medical Association (CMA) publicó recientemente una carta en
la que discute las terapias de cambio de sexo y la supresión de todo tipo de discusión sobre este
tema. La organización quiso responder así a otra misiva que fue enviada al
Fiscal General de EE.UU., por parte de varios grupos médicos que solicitaron
una investigación sobre supuestas amenazas recibidas por centros y personal que suministran estas
terapias.
"Muchos de
nuestros miembros han sufrido estas mismas tácticas de acoso,
amenazas, intimidación y pérdida de empleo, por llamar la atención sobre las
deficiencias en seguridad y eficacia de las intervenciones médicas de 'afirmación
de género'", afirma la CMA y siete
organizaciones médicas religiosas más.
LA
OPINIÓN DE UNA MINORÍA
La carta señala el compromiso de
estas asociaciones en brindar atención médica de calidad, basada en la evidencia, a personas con disforia de género. "Vemos esfuerzos activos para suprimir cualquier
discusión sobre los datos existentes que respaldan las intervenciones médicas
de afirmación de género en adolescentes. Operaciones que buscan alterar la
apariencia de su cuerpo para ajustarse a una identidad de género percibida", comenta la carta.
Y, añade, que tales enfoques no
solo violan el principio de la investigación científica, sino también la libertad de expresión protegida
constitucionalmente. La CMA continúa
denunciando que los protocolos en este tema son establecidos por "pequeños comités autoseleccionados". Unos grupos, afirma la carta, que solo
representan las opiniones de reducidos porcentajes de profesionales médicos, y
que impide "reivindicar bases para una
evidencia sólida".
"VEMOS ESFUERZOS
PARA SUPRIMIR CUALQUIER DISCUSIÓN", AFIRMA LA CARTA DE LOS MÉDICOS.
La carta también menciona a
países como Finlandia, Suecia, Reino Unido o
Francia que han cuestionado recientemente la seguridad y los resultados psicológicos de estas
terapias. Estos países se están replanteando la administración de hormonas y
esteroides en adolescentes con disforia de género. La CMA
reiteró que expresar preocupación sobre estas prácticas no puede ser considerado como acoso.
LA
BASE DE LA INVESTIGACIÓN
Es más, señala que el debate debe
ser un factor clave para la mejora de la atención médica. "Manifestar preocupación sobre la capacidad de los
jóvenes para comprender y consentir intervenciones quirúrgicas irreversibles,
que pueden acarrear infertilidad, no constituye acoso ni intimidación", apunta.
La CMA
anima a desarrollar un debate serio. "Hacerse
estas preguntas refleja el proceso normal del diálogo científico y
médico. El debate y el desacuerdo con respeto proporcionan una base para
promover la investigación científica que conduce a una mejora
genuina en la atención médica de los pacientes a los que
servimos", explica la carta.
El documento termina impulsando
una revisión de la eficacia de estas terapias. "La
integridad del método científico y la adherencia a la verdadera medicina basada
en la evidencia dependen de esfuerzos genuinos para reconocer y minimizar el riesgo,
evitar la contaminación por agendas ideológicas y un esfuerzo continuo por
elevar el conocimiento a los más altos estándares de excelencia",
concluye.
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