Cuánto ha cambiado el mundo desde que se cantaba Waterloo es lo que pensaba ayer escuchando algunas canciones. Y entonces me vino este otro pensamiento: aunque hubiéramos podido regresar a la época en que se cantaba We are the world, aunque hubiéramos podido regresar a 1970, conociendo todo el futuro, ¿qué hacer para evitar que Irán cayera en manos de Jomeini?, ¿qué hacer para que Sadam Hussein hubiera llevado otro camino que la invasión de Kuwait?, ¿qué hacer para Rusia no cayera en manos de Yeltsin?, ¿qué hacer para evitar el terrorismo islámico?
Aunque lo
hubiéramos sabido todo y hubiéramos tenido el poder de Estados Unidos y Europa
juntas, ¿realmente se hubieran podido evitar todas
esas cosas? Pienso que no. Se podría haber intentado andar por el camino
correcto para intentar rectificar algunas desviaciones malignas, pero el
resultado de todas nuestras maquinaciones
para el bien hubiera sido
incierto.
Pero
sabiendo todo en 1950, con el poder que entonces poseía Estados Unidos, sí que
se podrían haber hecho muchas más acciones con más posibilidades de lograr
algo. Por lo menos, se podrían haber intentado más cosas con más posibilidad de
influir realmente.
Pero
si uno lo piensa con calma, qué difícil es cambiar el curso de los grandes
movimientos históricos. No digo que no se pueda, pero de verdad que resulta muy
difícil.
P. FORTEA
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