ESTA MONUMENTAL OBRA DE REFERENCIA REFUTA LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO CON JUAN PABLO II O PABLO VI
La planificación familiar, la fertilidad, los
métodos naturales, la encíclica Humanae Vitae o el uso de anticonceptivos son
solo algunos de los cientos de temas tratados en este "Diccionario de
sexo, amor y fecundidad" editado por Didaskalos.
La promulgación de la
encíclica Humanae Vitae por Pablo VI generó una
polémica sin precedentes. En plena revolución sexual e ideológica de 1968, el
celo del documento pontificio por preservar la moral sexual y familiar católica fue asediado desde todas las esferas. Más de
medio siglo después, los intentos por desbaratarla se mantienen vigentes.
Pero también afloran sus grandes defensores.
La editorial Didaskalos,
junto con más de 200 autores encabezados por José Noriega -teólogo y catedrático del Pontificio
Instituto Juan Pablo II- y el matrimonio Ecochard,
acaba de publicar el Diccionario de
sexo, amor y fecundidad. Una obra
de referencia para comprender las claves sobre los grandes temas de la moral
familiar emanados de la Iglesia y marcada por la novedad, claridad, concreción
y profundidad: no en vano el El Pontificio
Instituto creado por Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y
la Familia y "el impresionante magisterio del Papa Magno" son los
fundamentos de esta publicación.
Dirigido a un lector no
especializado pero sí cultivado, esta obra monumental se compone 194 voces y más de 1000 páginas cargadas
de un material actualizado, profundo y seguro óptimo para consultas referentes
a la vida, sexualidad y familia.
Carlos Granados, doctor en
Sagrada Escritura, director del Stella Maris
College (Madrid) y exdirector de la BAC ha dirigido la preparación de la
edición española desde Didaskalos junto
con Pablo Cervera. Conversa con Religión en
Libertad en torno a las
bases, objetivos y posibilidades que se desprenden del nuevo Diccionario de
sexo, amor y fecundidad.
-¿DE
QUÉ MODO CONTEMPLA EL DICCIONARIO DE SEXO, AMOR Y FECUNDIDAD LAS OFENSIVA DE
LAS IDEOLOGÍAS MODERNAS CONTRARIAS A LA FAMILIA, LA ANTROPOLOGÍA O LA
SEXUALIDAD NATURAL?
-El Diccionario se confronta
naturalmente con estas grandes cuestiones. Lo hace recuperando un nudo que ha
quedado en muchos casos sin desenredar. Se trata de la histórica respuesta de
Pablo VI a la pregunta sobre la píldora anovulatoria. La encíclica Humanae vitae respondió
con un “no” profético a su empleo como
contraceptivo en
1969. Esta respuesta no calmó sino que acrecentó la protesta y la pretensión de
los que buscaban una Iglesia más dialogante, capaz de responder a ese “deseo de felicidad” que parecía anidar en las peticiones
de la “revolución sexual”. La píldora
parecía ofrecer una vía que había que recorrer para conseguir por fin la
aceptación del mundo. Y Pablo VI había dicho “no”. En
este contexto la respuesta de Humanae vitae es una confrontación con la
modernidad que, con su
técnica, era capaz de ofrecer soluciones a los problemas humanos.
Carlos
Granados, director de la preparación de la edición española del
"Diccionario" es doctor en Sagrada Escritura, director del
Stella Maris College (Madrid) y exdirector de la BAC.
-MENCIONA
QUE LA SENTENCIA DE PABLO VI FUE PROFÉTICA. CONTEMPLADO CON PERSPECTIVA, ¿FUE
LA PÍLDORA UNA DE ESAS SOLUCIONES?
-Cincuenta años después, un
observador ve claramente que la píldora no ha hecho verdaderamente más felices,
más plenas y más densas las relaciones entre hombre y mujer y no ha favorecido
el progreso económico sostenible de la sociedad. Sin embargo, el mundo no ha
caminado en este sentido, sino más bien en el contrario. Dentro de nuestra
propia Iglesia también se experimenta la tensión y la dificultad de un mensaje
que es “contra-cultural”. Y sin embargo no
podemos renunciar a la verdad del amor y a la verdad del cuerpo.
El Diccionario es un instrumento
valiosísimo para ayudarnos a comprender que el mensaje
profético de Pablo VI no fue un “retroceso”, sino un “avance”; fue un
verdadero progreso, porque, como recordó hace unos días D. Livio Melina en su
preciosa presentación de este Diccionario, el que corre por el camino
equivocado, va muy rápido, pero no progresa, sino que más bien retrocede. Para “progresar” hace falta, en primer lugar, situarse
en el sendero justo. Esto fue lo que hizo Pablo VI:
situarnos en el camino adecuado.
-¿LAS
HACE FRENTE DE ALGÚN MODO?
-El Diccionario es un instrumento
para la profundización y para el conocimiento. Requiere, en primer lugar, una
persona que lea. Hace su labor en un campo concreto. Lo impresionante del
Diccionario es el marco en el que ha nacido: el de una amistad entre familias,
el marco del Pontificio Instituto Juan Pablo II que ofreció durante años una
contribución preciosa y única a la pastoral familiar. Se puede hacer
frente a la falta de esperanza, que vemos nacer en tantos lugares, mediante una
pastoral del amor fiel, de la fecundidad abierta a la vida, de la familia
que testimonia la alegría del evangelio de la vida.
-UNO
DE LOS GRANDES TEMAS TRATADOS EN EL DICCIONARIO ES EL DE LA PLANIFICACIÓN
FAMILIAR NATURAL. LA REALIDAD ES QUE ESTE ASPECTO, QUE SIEMPRE HA SIDO
PROMOVIDO POR LA IGLESIA DE CARA A POTENCIAR LA REALIDAD FAMILIAR, ES CADA VEZ
MÁS PERCIBIDO COMO "LA FÓRMULA CATÓLICA PARA NO TENER HIJOS" Y CADA
VEZ MENOS PARA TENERLOS. ¿SE DEBE RECHAZAR ESTA CONCEPCIÓN?
-Los avances científicos y la
experiencia adquirida a lo largo de más de cincuenta años permite que hoy día
se puedan ofrecer a las mujeres y a los matrimonios una serie de métodos de
planificación familiar natural con una base muy segura para vivir la
responsabilidad ética de la procreación. Evidentemente, la idea no es una “fórmula para no tener hijos”, sino una “fórmula para
corresponder mejor a la vocación de
paternidad y maternidad”. Los métodos
naturales obligan a cambiar los hábitos sexuales, a diferencia de lo que ocurre
con la píldora o el anticonceptivo.
De este modo, lo que está en
juego no es una “fórmula”, sino una realidad
vivida, la necesidad de espaciar los nacimientos por
razones justas y serias y de
adaptar para ello las relaciones de pareja. En todo caso, ese conocimiento del
cuerpo y de la sexualidad humana ha conducido también a que estos métodos
puedan servir para facilitar la llegada de un embarazo en situaciones de
dificultad. El Diccionario ofrece una educación sobre estos temas que ayude a
promover el crecimiento en la virtud y a vivir la sexualidad conyugal no sólo
con más serenidad, sino en una verdadera celebración del
amor personal y cristiano.
El
"Diccionario de sexo, amor y fecundidad" es una "obra de
referencia" y "sin precedentes" en torno a la moral conyugal
y matrimonial católica.
-UN
ASPECTO SIN DUDA RELACIONADO CON ESTE DICCIONARIO ES EL DE LA POSTURA CATÓLICA
EN TORNO A LA FAMILIA Y LA SEXUALIDAD QUE TRATA LA ENCÍCLICA HUMANAE VITAE.
¿HASTA QUÉ PUNTO ES IMPORTANTE ASENTAR LOS PRINCIPIOS DE ETA ENCÍCLICA EN
NUESTROS DÍAS?
-Como he mencionado antes, el
tema de la Humanae vitae no
es marginal. Al contrario. Continúa siendo el punto de verificación de una
pastoral que apuesta por la familia. El principio asentado por el papa Pablo VI
en su profética clarificación, afecta al modo de vivir la sexualidad en
general, al modo de afrontar los hábitos sexuales. Pablo VI formuló un
principio que luego Juan Pablo II, con sus catequesis sobre la teología del
cuerpo, se encargó de elaborar y desarrollar. El principio clave es que el cuerpo humano, marcado por la diferencia sexual, es “sacramento de la
persona”, es decir, el signo
visible de la realidad invisible que nos constituye como sujetos únicos e
irrepetibles.
Esto es hoy negado radicalmente por la ideología de género, que pretende
hacer del cuerpo un material moldeable a mi antojo. Muy al contrario, San Juan
Pablo II nos enseñó que el cuerpo no es solo la
dimensión fisiológica captada
por las ciencias empíricas, sino que está impregnado de subjetividad En el
cuerpo descubrimos una originalidad y una llamada a la comunión en el encuentro
con el cuerpo personal. Creo que así se ve lo importante que son todavía estos
principios….
-SIN
EMBARGO, EL DOCUMENTO FUE CUANTO MENOS POLÉMICO E INCLUSO A DÍA DE HOY ES
CUESTIONADO COMO VEMOS EN NO POCOS TITULARES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
RELIGIOSOS. ¿EN QUÉ LÍNEA SE ENCUENTRA ESTA PUBLICACIÓN?
-La encíclica Humanae vitae fue polémica, sin duda;
como lo es siempre el esplendor de la verdad. Esta publicación se encuentra
naturalmente en la línea de Humanae
vitae, de Veritatis
splendor y de otras muchas clarificaciones magisteriales que
han profundizado en esta verdad del amor y del cuerpo. Que los medios de comunicación, incluso los religiosos, contradigan una
cierta verdad, no debería sorprendernos. Lo importante, sin embargo,
es la fecundidad que vivir la Humanae
vitae ha demostrado en tantas y tantas familias. Los hogares de
las familias que han acogido y han vivido el “evangelio
de la familia” contenido en esta encíclica y en sus clarificaciones
posteriores son la mejor demostración de su verdad.
-ANALIZANDO
LA REALIDAD SOCIAL Y DEMOGRÁFICA, PODRÍA PARECER QUE LOS INTENTOS DE LA IGLESIA
POR HACER LLEGAR A LOS FIELES LA DOCTRINA EN MATERIA DE SEXUALIDAD O FAMILIA NO
TERMINAN DE LOGRAR SU OBJETIVO. ¿DE QUÉ FORMA CREE QUE SE PUEDE CONTRIBUIR A
REFORZAR ESTOS ASPECTOS ENTRE LOS CATÓLICOS?
El papa Benedicto XVI habló hace
ya algún tiempo de la necesidad de “minorías
creativas” que, en medio de una sociedad secularizada, continuaran siendo
manantial de vida cristiana. Ciertamente, desde el punto de vista sociológico,
desde el punto de vista de las estadísticas, las cosas no van bien y los intentos de la Iglesia por hacer llegar la doctrina en materia de
sexualidad parecen haber fracasado. Pero es importante leer los
tiempos con ojos distintos. No con un simple optimismo, sino con una mirada de
fe. En una época en que el “cristianismo
sociológico” parece decaer, estamos llamados a trabajar las
minorías creativas: familia, instituciones, colegios, parroquias,
vecindarios, etc… Son los lugares en los que surgen “minorías” que deben caracterizarse por una vida
cristiana honda, que acepte la verdad de la doctrina, también en materia de
sexualidad, sobre todo en materia de sexualidad. Esta doctrina es fuente de
vida y transmitirla es uno de los objetivos del Diccionario…
-¿CÓMO
CREE QUE SE DEBE HACER PARA QUE EL MENSAJE LLEGUE AL DÍA A DÍA DE LA IGLESIA?
-Naturalmente, este Diccionario
cumple una función peculiar en el ámbito de la enseñanza. Es necesaria una
labor de los pastores, catequistas, agentes de pastoral familiar, padres, para
comunicar las verdades que el Diccionario explica, para hacerlas masticables.
El Diccionario ha nacido en una comunidad de fe en que estas realidades se han
hecho vida, y está llamado a generar también comunidades de fe, comunicando esa
vida que viene de la doctrina verdadera.
-PUEDE
RESULTAR DESALENTADOR VER COMO CADA AÑO DISMINUYEN LAS BODAS Y MATRIMONIOS
CATÓLICOS Y SE INCREMENTAN LOS DIVORCIOS. SIN ÁNIMO DE SER
CATASTROFISTAS, ¿CREE QUE LA PASTORAL ESTÁ SIENDO EFECTIVA? ¿CUÁL ES EL CAMBIO
DE MENTALIDAD QUE SE DEBE DAR PARA REVERTIR LA SITUACIÓN?
-La perspectiva del Diccionario
no es la de “resolver problemas” o la
elaboración de “programas pastorales eficaces”. La
pastoral que subyace y en la que el Diccionario se hace fecundo es la de “acompañamiento de las personas, parejas y familias en su
vocación al amor”. Ciertamente, puede haber problemas con una pastoral
que se centre solo en solucionar dificultades. El pastor se convierte en un
facilitador o incluso en una especie de “mago” que,
de pronto, quita los impedimentos. Y también puede ser problemática una
pastoral de “programas” que, finalmente, se
convierten en burocracia. Los matrimonios necesitan ser
acompañados. La consulta de una herramienta tan rica como este
Diccionario permitirá beneficiarse no sólo de una teología
sólida, de conocimientos científicos, psicológicos, sociológicos y médicos
actualizados, sino también de una
experiencia rica de campo en la pastoral familiar fundada en el acompañamiento
de las familias, y también del asesoramiento en el ámbito de los métodos
naturales.
El cambio de mentalidad es este:
cuando la Iglesia proclama el evangelio de la familia, el amor exclusivo,
indisoluble y para siempre entre hombre y mujer, abierto a la vida, no anuncia
un “ideal”, sino una posibilidad real, para
todos. Es hora de que abandonemos los paradigmas anticuados
de la revolución sexual y
proclamemos con valentía este evangelio de la familia.
-EN
CAMBIO, CADA VEZ HAY MÁS INICIATIVAS SURGIDAS DE LOS PROPIOS FIELES PARA
REFORZAR LA REALIDAD FAMILIAR Y MATRIMONIAL. PROYECTO AMOR CONYUGAL ES
POSIBLEMENTE UNA DE LAS MÁS REPRESENTATIVAS. ¿ES, EN ESTE SENTIDO, EL
TIEMPO DE LOS LAICOS, EN PALABRAS DE JACQUES PHILIPPE?
-Hay muchas iniciativas surgidas
recientemente. Proyecto Amor Conyugal nació
precisamente en el marco del Pontificio Instituto Juan Pablo II y, más en
concreto, en el ámbito de los masters de Pastoral familiar que lleva
organizando este instituto en España desde hace ya decenios con una
notabilísima eficacia y fecundidad. ¿Es el tiempo
de los laicos? Es el tiempo de Cristo, es el tiempo de la
familia, es el tiempo de los pastores con celo por las almas, es el tiempo de los
santos.
-¿OBSERVA
EN ESTE MOMENTO O A CORTO-MEDIO PLAZO ASPECTOS ESPERANZADORES PARA LA FAMILIA Y
LA FECUNDIDAD EN LA IGLESIA?
-Sin duda que hay aspectos
esperanzadores. Pero, como decía antes, hace falta una
mirada de fe. Si miramos con ojos puramente humanos, el
resultado puede ser descorazonador: secularización, inviernos demográfico,
guerra, mediocridad política, indiferentismo religioso… Si miramos con
ojos de fe, surge la esperanza y la mirada nos cambia; surgen
oportunidades en las pequeñas minorías que florecen, en el fermento que siempre
tiene nueva vitalidad.
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