LAS PSEUDOESPIRITUALIDADES SON PRODUCTOS DE MARKETING, DICE EL PADRE THIBAUT
Las pseudoespiritualidades para consumo occidental
son métodos de autoayuda que buscan conexiones con la naturaleza
desconectándonos de Dios. El Mentiroso es el gran beneficiario de ese engaño.
Jean-Christophe
Thibaut es sacerdote de la diócesis de Metz (Francia), capellán de un centro
hospitalario en Mosela e historiador de las religiones. Lleva más de veinte
años estudiando las "nuevas
espiritualidades" y los fenómenos esotéricos. Acaba de publicar un
libro para comprender mejor este fenómeno, Los nuevos rostros del
esoterismo. Christophe Geffroy le ha entrevistado al
respecto en el número 352 (noviembre de 2022) de La Nef:
-¿CÓMO
SE INTERESÓ POR LA MAGIA Y EL ESOTERISMO?
-Desde muy joven me hice
preguntas sobre el sentido de la vida. Mis padres, que eran profesores ateos y anticlericales, no pudieron darme las respuestas que
buscaba. Así que decidí investigar por mi cuenta con el material que pude
conseguir. A los 8 años descubrí el uso del péndulo, y luego, a los 13, el
espiritismo. A partir de entonces, me dediqué por completo al estudio del
esoterismo y el ocultismo. Durante mis estudios en la universidad, incluso me hice luciferino.
»Fue en este contexto donde, contra todo pronóstico, experimenté a Cristo Salvador. Unos años después de mi
conversión, cuando entré en el seminario, el obispo de mi diócesis me pidió que
me formara en este campo para ayudar a los que, como yo, están tentados por la magia y el esoterismo.
En ReL hemos escrito ya
sobre la conversión del padre
Jean-Christophe Thibaut y sobre su llamada de alerta ante la brujería.
-¿PODRÍA
DEFINIR CON PRECISIÓN QUÉ SON LA MAGIA Y EL ESOTERISMO? ¿DE DÓNDE VIENEN,
CUÁLES SON SUS HISTORIAS?
-Magia y esoterismo no son
sinónimos. La magia utiliza técnicas para obtener resultados
materiales, pero utilizando medios sobrenaturales, con la ayuda de rituales
(conjuros) y determinados objetos (bola de cristal,
varita, cartas, relojes, etc.).
»El esoterismo es
un término "cajón de sastre" en el
que se agrupan todos los temas un poco extraños (ovnis,
adivinación, alquimia, etc.), sin que haya necesariamente un vínculo
entre ellos. Originalmente, sin embargo, este neologismo, acuñado en 1828
por un pastor protestante, se refería a un grupo de creencias que
parecían cristianas pero que
se basaban en principios diferentes a los enseñados por la Iglesia. Lo que
tenían en común era que la salvación dependía, no de la gracia divina, sino de
un Conocimiento Primordial -la Tradición de los Antiguos- que el hombre
había olvidado desde la caída de su alma en la materia (el cuerpo), pero que
pudo reencontrar a través de unos pocos iniciados. Los que acceden a esta "gnosis" (conocimiento) no se contentan con la enseñanza "exotérica" de las Iglesias, sino que
acceden a un conocimiento tan poderoso que provoca una iluminación, una "transmutación" del ímpetu, permitiendo "volver" al Primer Principio (Dios) del
que emana.
»El ocultismo,
por su parte, se refiere a la aplicación de estos conocimientos esotéricos en diferentes
campos, como la alquimia, la astrología, las artes adivinatorias, la magia,
etc.
-¿QUÉ
REPRESENTAN HOY LA MAGIA Y EL ESOTERISMO, A QUÉ PORCENTAJE DE LA POBLACIÓN
AFECTA? ¿AFECTA A UNA FRANJA CONCRETA DE LA POBLACIÓN? ES DECIR, ¿A QUIÉN
AFECTA ESTE FENÓMENO?
-No es posible dar cifras
precisas, sobre todo porque hoy en día algunas personas utilizan principios
mágicos sin ser necesariamente conscientes de ello. Por ejemplo, algunas terapias alternativas
o métodos de desarrollo personal se basan en principios inspirados
directamente en la magia.
»Lo cierto es que los sociólogos constatan el desarrollo de una "mentalidad mágica". Este fenómeno afecta a todas las clases sociales,
tanto urbanas como rurales. Las últimas encuestas muestran que uno de cada cuatro
franceses consulta a los adivinos y el 58% dice creer en una ciencia oculta.
Hay más de 100.000 astrólogos y médiums declarados, a los que hay que sumar los
que ejercen bajo cuerda. Pero son sobre todo los jóvenes los que se dejan seducir por el esoterismo: el 70% de los jóvenes de 18 a 24 años tienen una opinión
favorable. Estamos asistiendo a un fuerte retorno de la brujería, el espiritismo y el chamanismo.
-¿CÓMO
EXPLICA SEMEJANTE OBSESIÓN POR LA MAGIA Y EL ESOTERISMO EN UNA SOCIEDAD EN LA
QUE EL CRISTIANISMO, AUNQUE EN RETROCESO, OFRECE UNA ESPIRITUALIDAD MUCHO MÁS
COHERENTE QUE, ADEMÁS, HA CONFIGURADO NUESTRO SER HISTÓRICO?
-En primer lugar, hay que señalar
que muchos de nuestros contemporáneos diferencian entre
religión y espiritualidad. La religión se
percibe como un encierro en dogmas y ritos que hay que cumplir, donde hay que
seguir una verdad impuesta. La espiritualidad, en cambio, es vista como un espacio de libertad
donde cada persona puede buscar a Dios, la divinidad, lo absoluto, como quiera
y de la manera que quiera. Cada persona es el sacerdote de su propia religión,
que construye según sus deseos e intuiciones.
»Además, para muchos, la espiritualidad
es necesariamente asiática (hinduismo,
budismo, etc.) y no occidental, y mucho menos cristiana. Se prefiere la
meditación a la oración como experiencia más profunda de la vida interior. En
lugar de la misa, se prefieren diversas prácticas (chamanismo,
sofrología, hipnosis, yoga, reiki, etc.) que pretenden abrir a las personas a
dimensiones espirituales enterradas en su interior.
Las nuevas
espiritualidades son refritos del paganismo oriental adaptados por el márketing
como productos de autoayuda. Alejan de Dios para centrarse en uno mismo y abren
la puerta a fuerzas que no controlamos.
»Se trata de un profundo malentendido, porque estas religiones orientales
han sido reformuladas para
adaptarlas al gusto occidental y, sobre todo, vaciadas de
su contenido religioso. Estas pseudoespiritualidades son
más bien técnicas de desarrollo personal en las que la búsqueda de Dios no es
más que un pretexto para la búsqueda de uno mismo, del yo más profundo. La espiritualidad solo
interesa en la medida en que puede aportar algo inmediato y concreto: bienestar, paz interior, mejor salud física y
psicológica.
»Por tanto, no hay gratuidad, ni búsqueda de la verdad, ni amor. La espiritualidad se ha convertido en un producto de marketing,
mientras que la religión cristiana se percibe como una reliquia del pasado que
está desapareciendo.
-¿EN
QUÉ SENTIDO SON PELIGROSOS LA MAGIA Y EL ESOTERISMO Y CUÁLES SON LAS POSIBLES
CONSECUENCIAS PARA QUIENES SE ENTREGAN A ELLOS? ¿CÓMO SALIR DE ELLOS?
-La magia, al igual que el
ocultismo esotérico, se basa en los principios del paganismo antiguo: no hay un Dios creador, sino que todo lo que existe es
una emanación de un primer principio (Dios y el cosmos son uno). La
Tierra es un ser vivo. Todos los elementos del mundo, el macrocosmos (la Tierra, los planetas, etc.) y el microcosmos (las personas, los órganos, las células) están conectados: por tanto, estamos sometidos a fuerzas que nos superan. No existe el bien ni el mal, solo son
polaridades que hay que poner en armonía entre ellas, etc. Todo este
pensamiento es contrario a la
revelación bíblica. Al
adherirse a este pensamiento, se rechaza todo lo que Dios nos ha revelado
desde Abraham hasta Jesucristo.
»Y este, me parece, es el verdadero peligro: al
seguir un pensamiento falso, al preferir confiar en espíritus o fuerzas ocultas antes
que en Dios y su divina Providencia, le hacemos el juego al Mentiroso.
El esoterismo es una forma de idolatría y la magia siempre nos ata a un
demonio. Al alejarnos de Dios y de la verdad, corremos el riesgo de perdernos a
nosotros mismos. La condenación es el objetivo principal del Diablo. Practicar la magia es abrir la puerta a las fuerzas
demoníacas. Debemos cerrarlas con determinación volviendo a Dios, a
través del sacramento de la reconciliación o, a veces, solicitando la ayuda de una
oración de exorcismo y liberación cuando sea necesario.
-¿POR
QUÉ LA IGLESIA GUARDA TANTO SILENCIO SOBRE ESTAS CUESTIONES?
-Creo que, mientras que la
Iglesia de los primeros siglos tuvo mucho cuidado en preservar el "depósito de la fe" y evitar caer en las
trampas del diablo, la Iglesia actual quizás no presta suficiente atención a
estas cuestiones, que sin embargo son de vital importancia. Hay un miedo a lo irracional. Pero basta con volver a lo que los
Padres de la Iglesia y los teólogos nos han enseñado. Hay una necesidad urgente de formarnos y
de formar al clero.
-¿QUÉ
CONSEJO DARÍA, ESPECIALMENTE A LOS PADRES, PARA EVITAR CAER EN LA TRAMPA DE LA
MAGIA Y EL ESOTERISMO? ¿ES LA LITERATURA FANTÁSTICA UN RIESGO EN ESTE SENTIDO
PARA LOS JÓVENES? ¿CÓMO PODEMOS DISCERNIR?
-La magia y el esoterismo son
fascinantes. Y sin embargo, a menudo conducen a una auténtica sumisión. Creo que es importante hablar de ello, no
convertirlo en un tabú. También tenemos que tener cuidado cuando
adoptamos métodos relajantes, terapias seductoras. El hecho de que "funcionen"
no significa que sean necesariamente buenos. Debemos hacer un discernimiento.
»La literatura fantástica no es mala en sí misma, pero hay que
procurar que no transmita un mensaje esotérico. Es una buena idea que los padres lean o al menos
hablen de estos libros con sus hijos. En la actualidad, las series de
televisión se centran en la brujería y la magia, al tiempo que presentan el cristianismo en su versión más friki. Todas las formas de manipulación del pensamiento deben
denunciarse pacíficamente, con humor y tacto, pero con firmeza. Los primeros
cristianos lo hicieron en su momento, ¡nos toca a
nosotros permanecer atentos!
Traducción de Verbum
Caro.
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