El bautismo es la puerta del encuentro con Cristo, el fundamento de toda la vida cristiana y la incorporación al pueblo de Dios, la Iglesia.
Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
Todos queremos, como humanos, amar y ser amados.
Y ser cristiano, no significa otra cosa que practicar el mandamiento del amor: “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”. El amor auténtico nunca ha sido un mal para
nadie.
Que un niño goce del amor de sus padres ya desde la concepción, no es ningún
condicionamiento negativo sobre la libertad y voluntad del niño. Más aún, es lo
más hermoso que un niño puede poseer: el amor y
afecto de sus padres.
Qué triste es ver a niños maltratados y rechazados por sus propios padres. ¿Por qué, pues, será el amor de Dios un mal para el nuevo
bautizado? Gozar del amor de Dios es lo máximo que se puede pedir, y
nosotros no tenemos el derecho de privar a nadie del don de ser amado.
El bautismo es la puerta del encuentro con Cristo, el fundamento de toda la
vida cristiana y la incorporación al pueblo de Dios, la Iglesia. Contiene en
germen toda la acción santificadora de la gracia de Dios, que se irá
desarrollando a lo largo de toda su vida. El hombre que hoy se bautiza como
niño, llegará con la ayuda de la Iglesia, a responder conscientemente a la
gracia que ha recibido. Necesitará de sus padres y de la misma Iglesia, pues
son quienes han proclamado la fe en nombre el niño y se han hecho garantía de
la educación y del desarrollo de su fe.
"Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de
Dios" (Juan 3,5)
Las objeciones contra el Bautismo de los niños proceden de una triple
ignorancia: Ignorancia de los bienes del Bautismo, de la Palabra de Dios y de
la práctica de la Iglesia.
EL BAUTISMO ES UNA GRACIA
INESTIMABLE
El Bautismo nos hace hijos de Dios. Gálatas
4, 5-7
El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo. Catecismo de la Iglesia
Católica (CIC) 1253
El Bautismo nos lava el pecado. Hechos 2, 38
El Bautismo nos incorpora a Cristo, Romanos 8, 29. CIC 1272 y a la comunidad de
salvación. CIC1273
El Bautismo nos imprime el "sello del
Señor" con que el Espíritu Santo nos ha marcado para el día de la
redención. Efesios 4, 30
Los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no
le administraran el Bautismo.
¿QUÉ DICE LA BIBLIA?
Jesucristo lo dijo claramente a Nicodemo: "Quien
no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios"
Juan 3, 5. Jesucristo no excluye a nadie, todos necesitan del Bautismo. "Lo nacido de la carne, es carne, lo nacido del
Espíritu, es espíritu". Si un niño no está bautizado no es nacido
del Espíritu.
LO QUE ENSEÑA EL ANTIGUO
TESTAMENTO
Los niños en la Antigua Alianza no esperaban a ser
adultos para incorporarse al pueblo de Dios, sino que eran circuncidados al
octavo día. Lee: Hechos 7, 8. El Bautismo sustituye a la circuncisión,
por eso los primeros cristianos bautizaban a los niños.
LA PRÁCTICA DE LA IGLESIA
En un inicio, la mayoría de los bautizados eran adultos. No era posible de otra
manera porque era una Iglesia de convertidos. Pero ya desde entonces era
costumbre bautizar "casas" enteras:
1 Corintios 1, 16; Hechos 16, 15. 33. Los miembros de la casa incluían a las
mujeres, a los niños y a los esclavos aunque no se mencione.
El Bautismo era comparado con el Arca de Noé, donde se salvaba la familia
entera: Padres e hijos. 1Pedro 3, 20-21. La
salvación era para toda la familia.
San Policarpo que murió en 155 d.C. en el momento de su martirio, cuando se le
pide abjurar de su fe en Cristo, atestigua: "Hace
ochenta seis años que le sirvo", difícilmente podría haber dicho
eso si no hubiese sido bautizado desde niño.
LO QUE ENSEÑA LA IGLESIA
La advertencia de Cristo en el Evangelio: "Quien
no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de los
cielos" (Juan 3,5), debe entenderse como la invitación de un amor
universal e infinito; un llamado a sus hijos deseando para ellos el mayor bien.
Este llamamiento irrevocable y urgente no puede dejar al hombre en una actitud
indiferente o neutral, ya que su aceptación es para él la condición del
cumplimiento de su destino. (Instrucción soble el Bautismo de los niños #10)
La fe, no es sólo un acto personal, sino también una virtud sobrenatural. Los
niños no son capaces de un acto personal de fe, pero sí pueden tener la fe como
virtud sobrenatural. De la misma manera que "el
amor ha sido derramado en nuestros corazones por el Espírtu Santo que nos ha
sido dado", es decir, por gracia y no por nuestro propio esfuerzo
asi también el Espíritu Santo da la fe a los que reciben el Bautismo. (La
Doctrina de la Fe, Franco Amerio p.445)
OBJECIONES
1ª.
OBJECIÓN. LA FE ES NECESARIA PARA EL BAUTISMO, LOS NIÑOS NO PUEDEN HACER UN
ACTO DE FE, POR TANTO NO PUEDEN SER BAUTIZADOS.
La Iglesia está de acuerdo: "El Bautismo es el
sacramento de la fe". (CIC 1253). "El
que creyere y se bautizare se salvará" (Marcos 16, 16) Por eso "..el Bautismo jamás se ha administrado sin fe: para
los niños se trata de la fe de la Iglesia". (Instrucción sobre el
Bautismo de los Niños No. 18).
Entrar al cine sin boleto es un fraude, pero si otro paga mi boleto, tengo
tanto derecho a entrar como si yo lo hubiera pagado.
Cristo siempre exigió la fe para sanar a los enfermos, pero en el caso de los
niños bastaba la fe de su padre o su madre, como es el caso de la hija de
Jairo, Marcos 5, 36 y de la hija de la sirofenicia, Mateo 15, 28.
Nadie se puede dar la fe a sí mismo. El niño recibe la vida de sus padres, y la
fe de la Iglesia. Es una fe inicial, en semilla, que después debe crecer y
volverse adulta, sin embargo basta para recibir el Bautismo. De esta forma los
niños reciben la fe y con ella la vida eterna como un don gratuito de Dios a
través de la iglesia. Lee: CIC n. 169.
El Bautismo de los niños pone de manifiesto la gratuidad de la salvación.
"DEJAD QUE LOS NIÑOS
VENGAN A MÍ"
La Sra. Edith era una convencida Bautista, pero sucedió que uno de sus hijos
nació con Síndrome de Down. El pastor se negó a bautizarlo porque el niño "no podía hacer un acto de fe". Para la
Sra. Edith las palabras de Cristo eran claras: "Quien
no nace del agua y del espíritu no puede entrar en el Reino de Dios". ¿Por
qué su hijo iba a estar excluido del Reino de Dios? Decidió llevar a su
hijo a una iglesia donde lo bautizaran y así se convirtió el niño en hijo de
Dios y ella a la fe católica.
2ª. OBJECIÓN. LOS NIÑOS NO
NECESITAN BAUTISMO PORQUE ELLOS SON INOCENTES Y NO TIENEN PECADO.
El que no distingue, confunde. Los niños no tienen pecados personales, pero sí
tienen el pecado original.
San Pablo opone a la universalidad del pecado, la universalidad de la salvación
en Cristo: "Por un sólo hombre entró el pecado
en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los
hombres, pues todos pecaron..." Romanos 5, 12 Si todos sufren la
derrota del pecado, entonces, todos necesitan el baño que nos lava del pecado:
el bautizo.
TODOS SOMOS PECADORES
El Rey David dice en el salmo 50: "Míra, en la
culpa nací, pecador me concibió mi madre..." Si el bebé, desde el seno de
su madre, nace con culpa y es un pecador, quiere decir que también necesita el
"Bautismo para el perdón de los pecados". Lee: Hechos 2, 37.
Estudia detenidamente: CIC n.1250 y 405.
TODOS SOMOS CIEGOS
La historia del ciego de nacimiento (Juan 9) es muy aleccionadora. El ciego
representa al cristiano, porque todos nacemos ciegos a la fe y, por tanto,
todos necesitamos lavarnos en la Piscina del Enviado = el Bautismo de Cristo.
Si los gatitos a los ocho días abren los ojos ¿por qué los niños deben esperar a
ser adultos para abrirlos?
3ª. OBJECIÓN. NO ES BUENO
IMPONER A LOS NIÑOS UNA FE QUE ELLOS NO HAN ESCOGIDO.
La fe ni es "escogida", ni es "impuesta" sino que es don y gracia de
Dios. Si el Bautismo confiere a los hijos el bien sublime de la gracia divina,
sólo unos padres ignorantes o incrédulos podrán
negar a sus hijos este don. Pero además, ¿quién
eres tú para negar a Jesucristo el derecho legítimo sobre aquel por quien Él
murió y resucitó?
4ª. OBJECIÓN. JESUCRISTO SE
BAUTIZÓ DE GRANDE Y SE BAUTIZÓ EN EL RÍO.
Esta objeción revela una gran ignorancia de la palabra de Dios. Porque Cristo
recibió el Bautismo de Juan, que era un bautismo de penitencia, nosotros en
cambio, recibimos el Bautismo de Cristo, en fuego y Espíritu. Por eso somos "cristianos" y no "bautistas". Y por eso los católicos
bautizamos no como el Bautista lo hacía, sino como Cristo manda: "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo". Lee: Mateo 28, 19.
5ª. OBJECIÓN. ¿Y QUÉ HAY DE
LOS NIÑOS QUE MUEREN SIN BAUTISMO?
"La Iglesia los confía a la misericordia de
Dios que quiere que todos los hombres se salven" (1Timoteo 2, 4) y
a la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: "Dejad que los niños se acerquen a mí, y no se lo impidáis"
(Marcos 10, 14). Esto nos permite confiar en que hay un camino de salvación
para los niños que mueren sin el Bautismo. Por esto es más apremiante aún la
llamada de la Iglesia a no impedir que los niños vengan a Cristo por el don del
Bautismo. (CIC n. 1261).
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