«ATRAE A LOS JÓVENES, HACE QUE VAYAN A LA IGLESIA», EXPLICA EL ARZOBISPO DE SAN FRANCISCO
Salvatore Cordileone, de 65 años,
arzobispo de San Francisco desde 2012, fue de los primeros en garantizar a sus
fieles la misa tradicional tras el motu proprio «Traditionis
custodes»: es un rito que atrae y evangeliza a jóvenes y familias jóvenes,
explica.
"La misa es un
milagro en cualquier forma. Cristo viene a nosotros en la carne bajo las
especies del pan y el vino. Lo que cuenta es estar unidos bajo Cristo. Por
consiguiente, la misa tradicional en latín seguirá estando disponible en
nuestra archidiócesis, respondiendo así a las necesidades y deseos legítimos
de los fieles".
Con estas palabras, el arzobispo
de San Francisco, monseñor Salvatore Cordileone, se dirigió a los fieles
después de la publicación del motu proprio Traditionis custodes.
Lo que hace pensar que también en la ciudad símbolo de los Estados Unidos high tech, en el estado más rico y más
secularizado del país, California, son muchos los fieles que sienten apego por
la misa tradicional. Él mismo lo explica a Raffaella
Frullone en el mensual italiano
de apologética Il
Timone:
-EXCELENCIA, ¿CÓMO ES
QUE EL RITO ROMANO ANTIGUO DESPIERTA TANTO INTERÉS EN ESTADOS UNIDOS?
-Óptima pregunta, pero no estoy
seguro de tener la respuesta. Tras vivir varios años en Italia, puedo decir que
en vuestro país el vínculo con el pasado es algo establecido, lo podemos
constatar en cualquier parte, es algo que se respira en el ambiente. En Italia
no se puede no sentir un vínculo con el pasado, lo que no es así en Estados
Unidos, que es una nación "nueva", un
país que nació de una idea más que de una necesidad. Por consiguiente, creo que
la razón la podemos encontrar en parte en esto, en el hecho de que las personas tienen una necesidad natural de sentirse
vinculados al pasado, a su legado cultural y, por ende, también a la antigüedad de la que
surgió la Iglesia.
-¿CUÁNDO EMPEZÓ A
CELEBRAR CON EL RITO ANTIGUO?
-La primera vez fue en 2003,
cuando era obispo auxiliar de San Diego desde hacía un año. Siempre me ha
interesado la misa vetus ordo,
pero nunca la había celebrado porque eran los años en los que se necesitaba un
indulto para hacerlo. En la diócesis de San Diego había una comunidad que
seguía el rito antiguo en la capilla del cementerio católico de Santa Cruz. Me
pidieron que celebrara la misa para ellos el 14 de septiembre, fiesta de la
Exaltación de la Santa Cruz, que ese año caía en domingo. Tuve que aprender a celebrarla.
»Antes de ser
nombrado obispo había trabajado en la curia romana y en el triduo pascual iba
con otros dos o tres sacerdotes a un convento benedictino situado a las puertas
de Florencia. La liturgia era novus ordo, pero en latín y muy
solemne, en una antigua iglesia. Por lo tanto, tenía una cierta familiaridad con la
lengua, con los cantos, solo tuve que aprender las rúbricas. Tras
ese inicio, la celebré en numerosas ocasiones.
-"INTROIBO AD ALTARE DEI, AD DEUM QUI
LAETIFICAT JUVENTUTEM MEAN". ES
DECIR: "ME ACERCARÉ AL ALTAR DE DIOS, AL DIOS QUE ALEGRA MI
JUVENTUD". EL RITO ANTIGUO EMPIEZA CON ESTAS PALABRAS DEL SALMO 43, QUE
HABLAN DEL SER JOVEN. ¿QUÉ LE INSPIRAN?
-Siempre me han intrigado. Sin
embargo, quiero resaltar que esta es la traducción de la Vulgata, mientras que
la Nova Vulgata [la traducción en latín de la Biblia revisada después del
Concilio] no utiliza este término, "juventud".
No sé cuál es el término hebreo subyacente, pero tal como lo interpreto,
desde el punto de vista cristiano se refiere a la novedad de
Cristo. Cristo hace nuevas todas las cosas, su amor es fresco
siempre, nuevo siempre, rejuvenece; este sentido de juventud eterna es debido a
su muerte y su Resurrección, que Él deja como don a la Iglesia.
-¿CUÁLES HAN SIDO LOS
FRUTOS PASTORALES DE SUMMORUM PONTIFICUM EN LA ARCHIDIÓCESIS
DE SAN FRANCISCO Y CUALES LOS PROBLEMAS, SI LOS HA HABIDO?
-Los frutos son similares a los
que se pueden encontrar en otros países. Ante todo, la misa vetus ordo atrae a los
jóvenes, hace que vayan a la iglesia. Como
decía, estoy convencido de que en ellos hay una necesidad de sentirse
vinculados con sus raíces, de sentir que somos parte de una familia más grande.
Además, hay una atracción por la reverencia y la solemnidad
de las celebraciones. Es una gran oportunidad de evangelización, y tenemos que
hacer un buen uso de ella. No solo atrae a los jóvenes y a las familias
jóvenes, sino que los introduce en la plenitud de la vida cristiana, no solo a
vivir una parte de ella, razón por la que tiene una gran fuerza
evangelizadora.
»En lo que atañe a
los desafíos, tal vez en algunas parroquias hay personas de una cierta edad
que, durante su vida, se han sentido denigradas por su apego a la misa vetus ordo y quizás
conservan un cierto resentimiento. Pero es
algo que no atañe a las generaciones jóvenes. Un pequeño problema de orden
práctico es el horario de la misa con rito antiguo, que a menudo se celebra en
último lugar en el programa dominical, por la tarde, y no es la hora ideal para
las familias. Es decir, existe el tema de una mejor integración de la misa en la vida parroquial.
-ASÍ PUES, EN SU
OPINIÓN LA MISA EN RITO ANTIGUO NO ESTÁ DESTINADA A DESAPARECER.
-No veo cómo sería posible: es el modo con el que la Iglesia ha celebrado durante dos mil años, con pequeñas
modificaciones, pequeños desarrollos orgánicos. Es la misa que ha
alcanzado la forma que conocemos con San Gregorio Magno, es decir,
desde hace catorce siglos. No puede erradicarse de la vida comunitaria. Nos
trasmite una belleza atemporal, un sentido de lo sagrado
imperecedero, atrae hoy como lo hacía ayer, porque no está vinculada
a una época concreta. Y puede ser mucho más oportuno promoverla en este mundo
posmoderno.
»Yo he intentado
hacerlo también a través de la fundación de un instituto litúrgico, el Instituto
Benedicto XVI para la Música Sacra y el Culto Divino. Hemos
encargado nuevas composiciones de música sacra que puedan alcanzar el estatus
de "clásicas", es decir, que sean capaces de superar la prueba del
tiempo, pero de una manera que refleje también la cultura en la que surgieron.
El Sanctus de Frank La
Rocca para la misa tradicional, celebrada por el arzobispo Cordileone en la
basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, D.C.
»La primera ha sido la Misa de las Américas, una ofrenda a Nuestra Señora de
Guadalupe, patrona de México y de las Américas, y a Nuestra Señora de
la Inmaculada Concepción, patrona
de los Estados Unidos. Fue interpretada en diciembre de 2018 en la catedral de
la archidiócesis. Le pedí al compositor
Frank La
Rocca que compusiera una
obra que tuviera la sonoridad y las melodías de los cantos que el pueblo
mexicano eleva a la Virgen de Guadalupe, algo similar a lo que ocurrió con el
estilo arquitectónico de las iglesias de las misiones franciscanas en California,
basadas en cánones tradicionales de la arquitectura católica pero capaces de
mantener elementos de la cultura local, creando así un estilo único que ha
influido en la arquitectura civil.
»La idea ha sido
componer música sacra con esa cualidad que pudiera ser utilizada tanto para
el novus como para el vetus ordo. Porque la misa
tradicional no es algo que queda relegado al pasado, sino que es algo vivo,
con su belleza eterna.
-A FINALES DE OCTUBRE
PARTICIPARÁ EN ROMA EN LA X PEREGRINACIÓN INTERNACIONAL POPULUS
SUMMORUM PONTIFICUM. ¿CÓMO VIVE ESTE MOMENTO?
-Es una de las numerosas
iniciativas creadas para resaltar la belleza de la misa tradicional, un gran
signo de devoción por parte de quien aún ama la tradición católica, el
maravilloso patrimonio que debemos preservar y desarrollar,
y estoy verdaderamente agradecido a los organizadores por el trabajo que han
realizado a lo largo de los años para que todo esto sea posible.
»Me gusta la idea
de que sea una peregrinación,
una procesión, porque somos personas que caminan para ir al encuentro de
Cristo, y el hecho de iniciar desde el centro de Roma para acabar en la
basílica de San Pedro es signo de nuestra comunión con Pedro.
Traducido por Elena
Faccia Serrano.
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