Reconoce que en Roma había y hay fuertes reservas
El cardenal
Reinhard Marx ha concedido una entrevista a Publik-Forum, revista
católico-progresista alemana, cuya línea editorial es claramente modernista. El
purpurado reconoce que hace años tenía una forma de pensar más conservadora.
(Publik-Forum/InfoCatólica) Alexander Schwabe y Michael
Schrom entrevistan al cardenal Reinhard Marx sobre el estado del
ecumenismo, la desconfianza de Roma frente al Camino sinodal y otras
cuestiones. En las preguntas se ve claramente el sesgo ideológico de los
entrevistadores.
SEÑOR CARDENAL,
USTED FUE COANFITRIÓN EN LA SEGUNDA JORNADA ECLESIAL ECUMÉNICA ALEMANA DEL AÑO
2010. ENTRE TANTO, HAY NUEVO DOCUMENTO GUÍA SOBRE EL ECUMENISMO. USTED QUERÍA
POSIBILITARLES LA COMUNIÓN A LOS MATRIMONIOS DONDE LOS DOS CÓNYUGES PROFESAN
CONFESIONES DIFERENTES, CATÓLICA Y LUTERANA. ¿NO QUEDA MÁS QUE UN ECUMENISMO EN
RETROCESO SEGÚN LOS DICTADOS DE ROMA?
Es totalmente imposible un
ecumenismo en retroceso, y no fue un objetivo del movimiento ecuménico ni de
los papas. Lo que está claro es que queremos hacer un camino juntos. Y está
abierto cuál es el significado de un consenso diferenciado. No tenemos un
modelo claro de unidad hacia el cual aspirar. No es suficiente con un mero
reconocimiento mutuo. Junto con el presidente del consejo de la Iglesia
evangélica alemana, Heinrich Bedford-Strohm, he manifestado: se necesita una
unidad visible en una diversidad reconciliada.
TEÓLOGOS Y TEÓLOGAS
ECUMÉNICOS DICEN QUE TODAS LAS DIFERENCIAS QUE SEPARAN A LAS IGLESIAS HAN SIDO
EXAMINADAS Y RESUELTAS DE MANERA CONSENSUADA.
Este punto de vista me parece
algo osado. Tampoco es compartido por todos. La cuestión sobre qué es un
sacramento –particularmente la Eucaristía– es respondida de forma diferente
por luteranos, reformados y católicos. ¿Es lo que
significa? ¿O solo es un recuerdo, un símbolo? Pero las diferencias
pueden y deben permanecer. La cuestión es: ¿Podemos
dar un testimonio común? ¿Continúan siendo las diferencias un factor de
separación eclesial? A este respecto, el Grupo de trabajo ecuménico ha
hecho una importante propuesta de discusión, que acojo con gran satisfacción.
Pues la estrechez confesional volvió a hacerse más grande, y de ambos lados.
Pero esto no solo es aplicable para la Iglesia. También en la sociedad está de
vuelta la delimitación y la política identitaria, lo cual lamento mucho.
TRAS LA PRIMERA JORNADA ECLESIAL
ECUMÉNICA ALEMANA [2003], USTED SUSPENDIÓ AL SACERDOTE Y TEÓLOGO GOTTHOLD
HASENHÜTTL PORQUE HABÍA INVITADO A CRISTIANOS EVANGÉLICOS A UNA CELEBRACIÓN
EUCARÍSTICA CATÓLICA. ¿NO SE SIENTE MAL POR ÉL?
Claro que pienso en lo
ocurrido en aquel entonces, y hay un esfuerzo por retomar el diálogo, pero no
quiero hablar de ello aquí. Según recuerdo, en aquel entonces el punto más
discutible fue que él dijo que iba a seguir haciéndolo. Esa fue también una
posición contraria al derecho canónico. Roma, entonces, le retiró la licencia
para enseñar.
¿VOLVERÍA HOY A
ACTUAR DE LA MISMA FORMA?
Probablemente no así. Como en
aquel entonces yo era un obispo novato, quería atenerme estrictamente a las
normas. Además, muchas cosas se han distendido y transformado en el ecumenismo.
Si alguien, después de decidir en conciencia, participa de la Eucaristía católica
o bien de la Cena luterana, lo tendré que aceptar. Mi deseo sería que algún día
haya una «reciprocidad», que podamos comulgar mutuamente en las celebraciones
litúrgicas. Aún no estamos tan avanzados teológicamente, pero la meta debe
unirnos. Al fin y al cabo, se trata del futuro común de la fe cristiana en
nuestro país
ROMA Y EL CAMINO SINODAL ALEMÁN
TRAS LA PRESENTACIÓN
DEL ESTUDIO-MHG[1]
SOBRE LOS ABUSOS SEXUALES, USTED DIJO: «LAS PERSONAS YA NO NOS CREEN». PASADOS
TRES AÑOS, EL DESPRESTIGIO DE LOS OBISPOS ALEMANES ES AÚN MAYOR. ¿EN QUÉ SE
FALLÓ?
La credibilidad se pierde
rápidamente, pero no se recupera fácilmente. Luego del shock del año 2010 se
tuvo el deseo –también era el mío– de volver rápidamente a la normalidad.
Nosotros sentimos la fuerza del estremecimiento, pero no lo entendimos hasta en
sus últimas consecuencias. A este respecto, el Estudio-MHG de 2018 fue, una vez
más, un empujón. En aquel entonces me quedó claro: se
trata de esclarecimiento, de prevención, de compensaciones económicas, de mayor
orientación para los afectados, pero también de cuestiones teológicas. Tenemos
que preguntarnos qué significa para la Iglesia en general el escándalo de los
abusos sexuales.
¿Y QUÉ SIGNIFICA
ESTO PARA LA IGLESIA?
Que sencillamente no se puede
seguir como antes. Y por eso, luego de largos, intensos y difíciles debates en
la Conferencia episcopal, se decidió, finalmente, emprender el Camino sinodal,
juntamente y de manera vinculante con el Comité central de los católicos
alemanes. Este fue un paso del cual pensé: así
vamos a avanzar.
COSA QUE AL PARECER
ROMA VE DE FORMA DIFERENTE, ¿O NO?
Estoy trabajando desde el
comienzo para disipar los temores que hay en Roma. Había y hay fuertes
reservas. Allí se preguntan: ¿están ustedes
derivando hacia una iglesia nacional? ¿Están lo obispos aún en condiciones de
dirigir el proceso? A esto solo puedo decir: espero que no solo sean los
obispos, sino, sobre todo, el Espíritu Santo.
INCLUSO VOCES
BIENINTENCIONADAS DICEN QUE EL CAMINO SINODAL SOLO PUEDE SER UN CALMANTE PARA
LOS CATÓLICOS COMPROMETIDOS.
Queremos posicionar la Iglesia
para el futuro. Las expectativas de que vayamos a ordenar, de hoy a mañana,
mujeres al sacerdocio, no son realistas. Asimismo, que no se pueda cambiar nada
en las estructuras de poder tradicionales. Se trata de diferenciar bien y
avanzar conjuntamente. El Camino sinodal es un camino del centro, pues en un
sínodo no se imponen nunca las posiciones extremas.
SE INCREMENTAN LAS
ADVERTENCIAS Y PROHIBICIONES DE ROMA. ¿POR QUÉ ROMA DESCONFÍA TANTO DE LA
IGLESIA LOCAL EN ALEMANIA?
Eso tiene usted que
preguntárselo a la Congregación para la doctrina de la fe.
¿NO LO DESCONCIERTA
ESTO ALGUNAS VECES?
El tipo y forma de
comunicación debe ser fundamentalmente diferente. Causa mucha irritación. Uno
recibe justo unos minutos antes una información de que se publicará una carta
de la Congregación para la doctrina de la fe sobre la prohibición de la
bendición de parejas homosexuales. Así no se puede. Nosotros, los obispos, no
somos el brazo extendido de la Congregación para la doctrina de la fe; nosotros
también queremos ser escuchados. Pero tenemos claro que el garante de la unidad
es el apa. Y la Iglesia universal es más que una autoridad romana.
USTED FORMA PARTE
DEL CÍRCULO MÁS ESTRECHO QUE ACONSEJA AL PAPA.
Yo hablo en Roma como lo hago
aquí con usted.
EL PAPA FRANCISCO
HABLA CONSTANTEMENTE DE LA IGLESIA SINODAL.
Marx: Le gusta remover, está
abierto, a la expectativa, y defiende una línea con la que puedo estar de
acuerdo. Por eso, también se discute de manera diferente. Pero aún tenemos que
comprender qué significa realmente Iglesia sinodal. Yo también se lo dije. Se
necesitan condiciones institucionales previas y certezas para llegar a buenos
resultados. No basta con actuar emocionalmente o con supuestas certezas, que
luego son machacadas apodícticamente en los oídos del otro. Eso no es ninguna
sinodalidad. La cerrilidad de derecha e izquierda, de arriba y de abajo también
pone en peligro una cultura democrática. Y también a la Iglesia. Está claro que
es un proceso laborioso, que se pelea. Pero no estamos corriendo tras un
espíritu de época si en la Iglesia se habla más abiertamente sobre el poder y
la sexualidad.
¿DE DÓNDE PROVIENE
ESE DOGMATISMO?
Un problema es que los
conocimientos y los debates teológicos no siempre son suficientemente
conocidos. En Roma debería estar la mejor facultad de teología del mundo. Los
ponentes de los congresos no deben ser seleccionados en función de si están en «sintonía» o no. Todas las instituciones conocen
la tentación de promocionar a aquellas personas que no las intranquilizan. Debe
haber –en el contexto de lo católico– un pensamiento libre. La verdad no es
simplemente un sistema, sino, primero que todo, el encuentro con una persona: Jesucristo. No puedo desarrollar teología
atemporalmente, citar a Agustín o Tomás de Aquino sin tener en cuenta la época
en la que vivieron. La idea de que una institución dice saber lo que Dios
piensa es difícilmente aceptable para el hombre el de hoy. En el fondo –pienso
yo–, el cristianismo no es difícil, pero exigente. No se trata de adaptarse
porque sí.
PAPEL DE LOS LAICOS
Tras una serie de preguntas
sobre la cuestión de la actuación de la Iglesia en Alemania en el tema de los
abusos sexuales, el cardenal reconoce la importancia del papel de los laicos.
USTED NO SIEMPRE
PENSÓ ASÍ.
Yo también he aprendido de los
errores, he evolucionado. Siendo un joven sacerdote pensaba: ¿Por qué los laicos tienen que intervenir en todo? ¡En
última instancia, nosotros somos los que tomamos las decisiones! Aún hoy
día muchos siguen pensando así. En el ámbito de las finanzas también se daba
esta tendencia. Responsabilizarse de la propia realidad y ser transparente es
una cultura que también hoy es realmente necesaria para la Iglesia. Cuando se
exagera la sacralidad de la Iglesia y del ministerio, se crea una especie de
intangibilidad. Y eso no puede ser así. Esto también es teológicamente
insostenible.
¿HAY QUE HABLAR
TAMBIÉN SOBRE EL CELIBATO?
Ya lo estamos haciendo.
Tenemos que cuestionarnos: ¿Puede esta forma de
vida, indudablemente precaria, ser vivida de tal manera que enriquezca a los
individuos y constituya un testimonio por el Reino de los cielos? Y
respecto a la formación de los sacerdotes y a la imagen del sacerdote, tenemos
que preguntarnos si estamos atrayendo a hombres que han profundizado
suficientemente en esto. Pero, por ejemplo, cuando se dice que todo hombre
célibe es un abusador en potencia, es algo que considero inaceptable. Existe la
castidad vivida de manera convincente.
[1] El estudio MHG (acrónimo de Mannheim, Heidelberg,
Giessen, por las ciudades de las que provenían los miembros del consorcio que
efectuó el estudio) es la investigación que la Asociación de diócesis alemanas
contrató con un consorcio de especialistas para indagar sobre los abusos
sexuales cometidos por clérigos en Alemania. Fue publicado en 2018.
Traducción de
LCH
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