Aunque el Consejo Escolar Católico de Toronto (Canadá) votó a favor de proclamar junio como el mes del “orgullo gay” y enarbolar la bandera “LGTB” (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales) en sus escuelas, la Arquidiócesis local enfatizó el poder simbólico de la cruz.
Además el Arzobispo de Toronto, Cardenal Thomas Collins, resaltó la
importancia del Sagrado Corazón de Jesús.
“La cruz fuera de las escuelas católicas y de
cualquier iglesia, hospital o institución católica, indica nuestro compromiso
de que todos los que ingresen sean bienvenidos y amados en su belleza y
singularidad como hijos de Dios”, indicó la
Arquidiócesis de Toronto en un comunicado del 4 de mayo, al reflexionar sobre
la inclusión y la aceptación.
El 6 de mayo, el Consejo Escolar Católico de Toronto, elegido por voto
popular, aprobó tres mociones separadas: una que proclamaba el “Mes del orgullo LGTB” en junio de cada año, otra
que permitía que la bandera gay se ondeara en todas las escuelas y una más que
permitía ondear la bandera gay en la oficina del consejo escolar. El comité
asesor “LGBTQ2S+” del consejo recomendó la
aprobación de las tres mociones.
En sus comentarios antes de la votación del consejo, la Arquidiócesis de
Toronto dijo que los padres hacen una “elección
clara” cuando envían a sus hijos a una escuela católica.
“Ellos esperan con razón que los administradores,
directores, maestros y todos los asociados en la educación se aseguren de que
la enseñanza católica sea presentada, vivida e infundida en todo lo que
hacemos”, señaló.
En ese sentido, la Arquidiócesis aseguró que “el
símbolo apropiado que representa nuestra fe, y la inclusión y aceptación de los
demás, es la cruz, que es visible en la entrada de cada escuela católica”. “Es
el símbolo principal de nuestra fe cristiana: nos lleva a contemplar el amor
generoso y sacrificado de Jesús, mientras da su vida por todos nosotros”.
“En un mundo que crucificaría a un hombre inocente,
Jesús devuelve el amor por el odio y dice: 'Padre, perdónalos, porque no saben
lo que hacen' (Lucas 23:34). El amor representado por la cruz es ese amor
sacrificial, centrado no en uno mismo, sino en los demás”, sostuvo.
Los sistemas escolares católicos en la provincia de Ontario, de la cual
Toronto es la capital, están financiados por los contribuyentes y las escuelas
no son propiedad de las diócesis en las que operan. Si bien los obispos
establecen planes de estudios catequéticos y garantizan el ministerio
sacramental en contextos escolares, no ejercen control sobre las juntas
electas.
Los gobiernos provinciales establecen reglas básicas para el
funcionamiento de esas escuelas, mientras que las decisiones locales las toman
los consejos directivos elegidos por los católicos en el momento de las
elecciones municipales.
El Consejo Escolar Católico de Toronto tiene alrededor de 92 mil
estudiantes y 14 mil empleados en 196 escuelas primarias y secundarias. Su
presupuesto para 2020-2021 fue de 1.2 mil millones de dólares.
El Cardenal Collins se había reunido previamente con directores de
educación y presidentes de consejos escolares católicos en la Arquidiócesis
para discutir temas de inclusión, incluyendo las solicitudes de algunos
consejos escolares para enarbolar la bandera gay.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI Prensa
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