El fundamento
bíblico de este dogma de fe: la beatísima Virgen María fue preservada inmune de
toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por
singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de
Cristo.
Por: Redacción | Fuente: voxfidei-apologetica.blogspot.com
La Inmaculada Concepción es un término usado
para referirse al nacimiento de María exenta del pecado original. Este término
no se encuentra en la Biblia, así como el término "Trinidad"
no se halla en las Escrituras. Los fundamentos de esta enseñanza, sin
embargo, son totalmente bíblicos.
Exodo
25, 8-16 — Con todo esto me
harán un Santuario y yo habitaré en medio de ellos. En la construcción de la
morada y de todo su mobiliario te ajustarás exactamente a los modelos que yo te
mostraré. Tú harás un arca de madera de acacia, que deberá tener ciento
veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho y setenta y cinco
de alto. La recubrirás de oro puro por dentro y por fuera y pondrás alrededor
de ella, en la parte de arriba, una moldura de oro. También le harás cuatro
argollas de oro fundido y se las colocarás en los cuatro extremos inferiores,
dos de un lado y dos del otro. Asimismo, harás unas andas de madera de acacia,
las revestirás de oro y las harás pasar por las argollas que están a los
costados del arca, para poder transportarla. Las andas estarán fijas en las
argollas y no serán quitadas. En el arca pondrás las tablas del testimonio que
yo te daré.
La antigua Arca de la Alianza fue preparada con
gran esmero y cuidado, usando materiales vírgenes siguiendo las expresas
instrucciones de Dios. Como hemos visto en los capítulos anteriores, el Arca de
la Alianza es una prefiguración de María. Dios no tiene ningún motivo para
crear a María con menos cuidado que a aquella, su representación profética de
la antigüedad. Por eso tenemos la seguridad que la gracia de Dios se manifiesta
en su plenitud en María, con la perfección que el Arca antigua prefigura.
Génesis
1, 27 — Y Dios creó al
hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
Eva, la primera mujer, el arquetipo femenino del
Antiguo Testamento, fue creada sin pecado original. Así también fue creada
María, quien es el cumplimiento completo de ese modelo en el Nuevo Testamento
como la nueva Eva. María tiene una importancia mucho mayor que Eva en la
historia de la salvación y por eso Dios no le dio una forma inferior a aquella
primera mujer. No es posible que el cumplimiento sea de menor calidad que su
prefiguración. Tampoco se puede pensar que la "nueva arca" que daría
vida humana al profetizado Emanuel estuviera manchada por el pecado original,
siendo que su modelo, el Arca del Pacto, fue construida con materiales preciosos e intachables.
Lucas
1, 26-28 — Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel
Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un
hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y
entrando, le dijo: "Alégrate, llena de gracia,
el Señor está contigo".
El ángel Gabriel alaba a María con su saludo. La
palabra griega original (kejaritomene) que se traduce al castellano como "llena de gracia" y al latín como "gratia plena", significa literalmente "la que desde siempre ha estado llena de gracia, la
que hoy está llena de gracia y la que por siempre estará llena de gracia",
es decir describe a la mujer que ha sido perfeccionada en la gracia. Este
saludo angelical no tiene precedente en las Escrituras. Nunca un ángel había
honrado a alguien de esa manera. San Gabriel no hubiera usado esas palabras si
María hubiese estado en un estado pecaminoso.
Lucas
1, 45-49 — ¡Feliz la que ha
creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor! Y
dijo María: "Engrandece mi alma al Señor y mi
espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad
de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me bendecirán, porque
ha hecho en mi favor maravillas el Todopoderoso, Santo es su nombre".
María describe las bendiciones que Dios le ha
dado en forma especial y personal. No habla en nombre de toda la humanidad o en
nombre de los pecadores. María reconoce que Dios ha hecho con ella algo
singular, único.
Apocalipsis 21, 27 Nada profano entrará en ella, ni los que cometen abominación
y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero.
Esta referencia de San Juan a la santidad de la
Jerusalén celestial es útil para entender que la vida humana de Jesús no puede
haber sido formada dentro de una persona tocada por el pecado original. Dios
simplemente no puede estar en comunión con el pecado. Esa es justamente la
razón por la cual los pecadores no pueden entrar en el cielo.
Romanos
3, 10-18 — Pues ya demostramos que tanto judíos como
griegos están bajo el pecado, como dice la Escritura: "No
hay quien sea justo, ni siquiera uno solo. No hay un sensato, no hay quien
busque a Dios. Todos se desviaron, a una se corrompieron; no hay quien obre el
bien, no hay siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta, con su lengua urden
engaños. Veneno de áspides bajo sus labios; maldición y amargura rebosa su
boca. Ligeros sus pies para derramar sangre; ruina y miseria son sus caminos.
El camino de la paz no lo conocieron, no hay temor de Dios ante sus ojos."
Algunos utilizan una parte de este pasaje
bíblico para intentar probar que todos los seres humanos han pecado, incluyendo
a María. Pero basta una lectura detenida del contexto para darnos cuenta de que
esto no puede ser interpretado universalmente. Primeramente, si esta escritura
es interpretada literalmente, debemos concluir que Jesús también fue un pecador
y eso sería contradictorio con el resto de las Escrituras. Lo que sí sabemos es
que San Pablo está refiriéndose a los Salmos 14 y 53. En
el Salmo 14 encontramos una reflexión sobre la insensatez de ignorar a Dios: El
necio se dice a sí mismo: "No hay Dios. Todos
están pervertidos, hacen cosas abominables, nadie practica el bien. El Señor
observa desde el cielo a los seres humanos, para ver si hay alguien que sea
sensato, alguien que busque a Dios. Todos están extraviados, igualmente
corrompidos; nadie practica el bien, ni siquiera uno solo. ¿Nunca aprenderán
los malvados, los que devoran a mi pueblo como si fuera pan y no invocan al
Señor? Mirad cómo tiemblan de espanto, porque Dios está a favor de los justos.
Vosotros os burláis de las aspiraciones del pobre, pero el Señor es su refugio.
¡Ojalá venga desde Sión la salvación de Israel! Cuando el Señor cambie la
suerte de su pueblo, se alegrará Jacob, se regocijará Israel."
Es obvio que el apóstol no tiene en mente
enseñar que todo ser humano creado desde los tiempos de Adán y Eva ha sido
enteramente depravado, tal como enseñaron algunos seguidores de la Reforma. El
salmista y el apóstol están hablando de "necios"
y "malvados" que acechan al
pueblo de Dios. Es claro que estos pasajes condenan a ciertos malhechores en
forma específica por ser perseguidores de los justos que sirven a Dios. Es
absurdo imaginar que San Pablo citó este texto con la intención de cambiar su
significado, distorsionando así el sentido original de la Escritura.
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