Oraciones para cada
día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los
días previos a la festividad (4 al 12 de mayo).
Por: Gregorio Martínez de Antoñana, C.M.F. | Fuente: Devocionario Católico
OFRECIMIENTO
PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Dios mío! Yo creo,
adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no
esperan y no os aman. ¡Oh santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo! Yo os adoro profundamente y os ofrezco el
preciosísimo cuerpo, sangre, alma y divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes con
que Él es ofendido; y por los méritos
infinitos de su Santísimo Corazón e intercesión del Inmaculado Corazón de
María, os pido la conversión de los pecadores.
ORACIÓN
PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Oh santísima Virgen María,
Reina del Rosario y Madre de misericordia, que te dignaste manifestar en Fátima
la ternura de vuestro Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de
paz. Confiados en vuestra misericordia maternal y agradecidos a las bondades de
vuestro amantísimo Corazón, venimos a vuestras plantas para rendiros el tributo
de nuestra veneración y amor. Concédenos las gracias que necesitamos para
cumplir fielmente vuestro mensaje de amor, y la que os pedimos en esta Novena,
si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras
almas. Así sea.
REZAR
LA ORACIÓN DEL DÍA CORRESPONDIENTE:
ORACIÓN
FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Dios, cuyo Unigénito,
con su vida, muerte y resurrección, nos mereció el premio de la salvación
eterna! Os suplicamos nos concedas que, meditando los misterios del santísimo
rosario de la bienaventurada Virgen María, imitemos los ejemplos que nos
enseñan y alcancemos el premio que prometen. Por el mismo Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
DÍA
PRIMERO
Penitencia y reparación
Penitencia y reparación
Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
¡Oh santísima Virgen María, Madre de los pobres
pecadores!, que apareciendo en Fátima, dejaste transparentar en vuestro rostro
celestial una leve sombra de tristeza para indicar el dolor que os causan los
pecados de los hombres y que con maternal compasión exhortaste a no afligir más
a vuestro Hijo con la culpa y a reparar los pecados con la mortificación y la
penitencia. Dadnos la gracia de un sincero dolor de los pecados cometidos y la
resolución generosa de reparar con obras de penitencia y mortificación todas
las ofensas que se infieren a vuestro Divino Hijo y a vuestro Corazón
Inmaculado.
Meditar y rezar la oración final.
DÍA
SEGUNDO
Santidad de vida
Santidad de vida
Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
¡Oh santísima Virgen María, Madre de la divina
gracia, que vestida de nívea blancura te apareciste a unos pastorcitos
sencillos e inocentes, enseñándonos así cuánto debemos amar y procurar la
inocencia del alma, y que pediste por medio de ellos la enmienda de las
costumbres y la santidad de una vida cristiana perfecta. Concédenos misericordiosamente
la gracia de saber apreciar la dignidad de nuestra condición de cristianos y de
llevar una vida en todo conforme a las promesas bautismales.
Meditar y rezar la oración final.
DÍA
TERCERO
Amor a la oración
Amor a la oración
Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
¡Oh santísima Virgen María, vaso insigne de
devoción!, que te apareciste en Fátima teniendo pendiente de vuestras manos el
santo Rosario, y que insistentemente repetías: «Orad, orad mucho», para alejar
por medio de la oración los males que nos amenazan. Concédenos el don y el
espíritu de oración, la gracia de ser fieles en el cumplimiento del gran
precepto de orar, haciéndolo todos los días, para así poder observar bien los
santos mandamientos, vencer las tentaciones y llegar al conocimiento y amor de
Jesucristo en esta vida y a la unión feliz con Él en la otra.
Meditar y rezar la oración final.
DÍA
CUARTO
Amor a la Iglesia
Amor a la Iglesia
Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
¡Oh santísima Virgen María, Reina de la
Iglesia!, que exhortaste a los pastorcitos de Fátima a rogar por el Papa, e
infundiste en sus almas sencillas una gran veneración y amor hacia él, como
Vicario de vuestro Hijo y su representante en la tierra. Infunde también a
nosotros el espíritu de veneración y docilidad hacia la autoridad del Romano
Pontífice, de adhesión inquebrantable a sus enseñanzas, y en él y con él un
gran amor y respeto a todos los ministros de la santa Iglesia, por medio de los
cuales participamos la vida de la gracia en los sacramentos.
Meditar y rezar la oración final.
DÍA
QUINTO
María, salud de los enfermos
María, salud de los enfermos
Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
¡Oh santísima Virgen María, salud de los
enfermos y consoladora de los afligidos!, que movida por el ruego de los
pastorcitos, obraste ya curaciones en vuestras apariciones en Fátima, y habéis
convertido este lugar, santificado por vuestra presencia, en oficina de
vuestras misericordias maternales en favor de todos los afligidos. A vuestro
Corazón maternal acudimos llenos de filial confianza, mostrando las
enfermedades de nuestras almas y las aflicciones y dolencias todas de nuestra
vida. Echad sobre ellas una mirada de compasión y remediadlas con la ternura de
vuestras manos, para que así podamos serviros y amaros con todo nuestro corazón
y con todo nuestro ser.
Meditar y rezar la oración final.
DÍA
SEXTO
María, refugio de los pecadores
María, refugio de los pecadores
Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
¡Oh santísima Virgen María, refugio de los
pecadores!, que enseñaste a los pastorcitos de Fátima a rogar incesantemente al
Señor para que esos desgraciados no caigan en las penas eternas del infierno, y
que manifestaste a uno de los tres que los pecados de la carne son los que más
almas arrastran a aquellas terribles llamas. Infundid en nuestras almas un gran
horror al pecado y el temor santo de la justicia divina, y al mismo tiempo
despertad en ellas la compasión por la suerte de los pobres pecadores y un santo
celo para trabajar con nuestras oraciones, ejemplos y palabras por su
conversión.
Meditar y rezar la oración final.
DÍA
SÉPTIMO
María, alivio de las almas del purgatorio
María, alivio de las almas del purgatorio
Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
¡Oh santísima Virgen María, Reina del
purgatorio!, que enseñaste a los pastorcitos de Fátima a rogar a Dios por las
almas del purgatorio, especialmente por las más abandonadas. Encomendamos a la
inagotable ternura de vuestro maternal Corazón todas las almas que padecen en
aquel lugar de purificación, en particular las de todos nuestros allegados y
familiares y las más abandonadas y necesitadas; alíviales sus penas y llévalas
pronto a la región de la luz y de la paz, para cantar allí perpetuamente
vuestras misericordias.
Meditar y rezar la oración final.
DÍA
OCTAVO
María, Reina del Rosario
María, Reina del Rosario
Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
¡Oh santísima Virgen María!, que en vuestra
última aparición te diste a conocer como la Reina del Santísimo Rosario, y en
todas ellas recomendaste el rezo de esta devoción como el remedio más seguro y
eficaz para todos los males y calamidades que nos afligen, tanto del alma como
del cuerpo, así públicas como privadas. Infundid en nuestras almas una profunda
estima de los misterios de nuestra Redención que se conmemoran en el rezo del
Rosario, para así vivir siempre de sus frutos. Concédenos la gracia de ser
siempre fieles a la práctica de rezarlo diariamente para honraros a Vos,
acompañando vuestros gozos, dolores y glorias, y así merecer vuestra maternal
protección y asistencia en todos los momentos de la vida, pero especialmente en
la hora de la muerte.
Meditar y rezar la oración final.
DÍA
NOVENO
El Inmaculado Corazón de María
El Inmaculado Corazón de María
Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
¡Oh santísima Virgen María, Madre nuestra
dulcísima!, que escogiste a los pastorcitos de Fátima para mostrar al mundo las
ternuras de vuestro Corazón misericordioso, y les propusiste la devoción al
mismo como el medio con el cual Dios quiere dar la paz al mundo, como el camino
para llevar las almas a Dios, y como una prenda suprema de salvación. Haced,
¡oh Corazón de la más tierna de las madres!, que sepamos comprender vuestro mensaje
de amor y de misericordia, que lo abracemos con filial adhesión y que lo
practiquemos siempre con fervor; y así sea vuestro Corazón nuestro refugio,
nuestro consuelo y el camino que nos conduzca al amor y a la unión con vuestro
Hijo Jesús.
MEDITAR Y REZAR LA ORACIÓN
FINAL.
¡Oh Dios, cuyo Unigénito,
con su vida, muerte y resurrección, nos mereció el premio de la salvación
eterna! Os suplicamos nos concedas que, meditando los misterios del santísimo
rosario de la bienaventurada Virgen María, imitemos los ejemplos que nos
enseñan y alcancemos el premio que prometen. Por el mismo Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
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