Francisco anunció que dirá la misa del lunes,
centenario de San Juan Pablo II, en la capilla donde se encuentran sus restos.
Francisco pide a
los cristianos que, en su regreso a las iglesias al ir suavizándose las normas
de confinamiento por el coronavirus, cumplan las disposiciones de las autoridades
sanitarias.
Y como
este lunes se conmemora el centenario del nacimiento de San Juan Pablo II en Wadowice (Polonia), y Francisco,
tras el rezo del Regina Coeli que sustituye al Angelus en tiempo pascual el Papa evocó el "mucho afecto y mucho reconocimiento" con
que se recuerda a Karol Wojtyla.
"Mañana por la mañana, a las siete, celebraré la Santa Misa,
transmitida a todo el mundo, en el altar donde descansan sus restos
mortales", dijo el
Papa, quien pidió que continuase desde el Cielo "intercediendo
por el Pueblo de Dios y la paz en el mundo".
Francisco
también tuvo en cuenta que en algunos países, entre ellos Italia y España,
comenzará a generalizarse a lo largo de la semana entrante el retorno a los
templos para la asistencia a misas con pueblo: "Por
favor, sigamos las normas que nos den para proteger la salud de todos", dijo.
Tuvo unas
palabras asimismo para los niños que tenían previsto recibir la Primera Comunión en estas
semanas, según es costumbre en diócesis de todo el mundo, y han tenido que
posponerlo: "Queridísimos, os invito a vivir
este tiempo de espera como una oportunidad para prepararos mejor,
rezando, leyendo el catecismo para profundizar en el conocimiento de Jesús,
creciendo en la bondad y en el servicio a los demás".
Por
último, y ante el comienzo de la Semana Laudato Si' que recuerda el quinto aniversario de su segunda encíclica
(primera en realidad, pues hizo suya en 2013 la Lumen
Fidei que había preparado
Benedicto XVI), el Papa pidió que, "en estos
tiempos de pandemia -en los que somos más conscientes de la importancia de
cuidar nuestra casa común-, la reflexión y el compromiso comunes ayuden a crear
y fortalecer actitudes constructivas para el cuidado de lo creado".
Aunque el Papa se asoma a la Plaza de San Pedro vacía, el rezo del
Regina Coeli se transmite desde hace semanas desde el interior del Palacio
Apostólico.
En
comentario evangélico previo al Regina
Coeli, comentando la afirmación de Jesús de que amarle consiste en
cumplir sus mandamientos, Francisco señaló que "Jesús
nos pide amarle pero este amor no consiste en desearle ni en un sentimiento,
sino que exige la disponibilidad a seguir su camino, es decir, la voluntad del Padre", y "ésta
se resume en el mandamiento del amor al prójimo".
Y eso
consiste en amar como ama Él, esto es "sin pedir
nada a cambio": "El de Jesús es un amor gratuito, y quiere que ese
amor gratuito sea la forma concreta de vida entre nosotros, ésa es Su
voluntad".
"Los mandamientos no se nos han dado", continuó el Papa, "como
una especie de espejo donde ver reflejadas nuestras miserias e
incoherencias", sino para "sanar",
y "tienen como finalidad el perdón... La misericordia de Dios es así".
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