Al menos siete hermanas felicianas de una sola
comunidad en Michigan (Estados Unidos) fallecieron a causa del coronavirus en
abril. Mientras la Iglesia en el país continúa contando el costo humano de la
pandemia, el cuerpo del primer sacerdote católico en morir por el virus en los
Estados Unidos ha sido repatriado a su país natal, México, para su entierro.
Durante el mes de abril murieron once Hermanas Felicianas de Livonia,
Michigan, dos de ellas el domingo de Pascua. El portavoz de la orden señaló a
CNA – agencia en inglés del Grupo ACI - que siete de las hermanas fallecidas
tenían COVID-19, y que hay pruebas pendientes para varias otras.
Las felicianas, formalmente conocidas como la Congregación de las Hermanas
de San Félix y Cantalice, Tercera Orden Regular de San Francisco de Asís
(CSSF), han estado en Livonia durante casi un siglo. La orden fundó la
Universidad de Madonna en 1937.
La religiosa feliciana más joven en fallecer fue la hermana Victoria
Marie Indyk, de 69 años, quien murió el 26 de abril diagnosticada con COVID-19.
La mayor fue la hermana Mary Luiza Wawrzyniak, de 99 años.
La hermana Wawrzyniak, quien murió el 10 de abril, fue religiosa
feliciana durante 80 años. Según la revista Bridge de Michigan, el sobrino de
la hermana Wawrzyniak, se contactó con ella dos días antes de su muerte y se le
informó que estaba muy enferma. Se confirmó que dos religiosas que vivían en el
mismo piso que ella tenían coronavirus.
En todo el norte de Estados Unidos han fallecido 14 felicianas desde que
entraron en vigencia las órdenes de cuarentena. No todas estas muertes se han
relacionado con el coronavirus, sin embargo, la Orden no pudo confirmar los
números exactos a CNA.
Hay aproximadamente 60 conventos en la provincia y, hasta el 20 de
abril, había 35 personas, incluidos empleados, que habían sido diagnosticadas
con el virus.
Michigan es el séptimo estado con más infectados de coronavirus en el
país.
Asimismo, el cuerpo del primer sacerdote en los Estados Unidos en morir
por el virus fue repatriado a México, su país de origen, para ser enterrado.
El P. Jorge Ortiz-Garay, de 49 años, murió debido a complicaciones por
el coronavirus el 27 de marzo de 2020. En el momento de su muerte, el P.
Ortiz-Garay se desempeñaba como pastor de la Iglesia Católica Romana de St.
Brigid en Brooklyn.
Ordenado sacerdote en la Arquidiócesis de Newark en 2004 y afiliado al
Camino Neocatecumenal, pasó los últimos diez años trabajando en varias
parroquias de la Diócesis de Brooklyn.
“Hoy es domingo del Buen Pastor, y enviamos a su
hogar, México, a un buen pastor, un hijo de Nuestra Señora de Guadalupe”, dijo el Vicario de Comunicaciones de la Diócesis de Brooklyn, Mons.
Kieran Harrington, mientras bendecía el ataúd del sacerdote antes de su salida
al aeropuerto.
Mons. Harrington concluyó la bendición rezando por el descanso del alma
de P. Ortiz-Garya y “por el consuelo de su familia,
amigos y todos aquellos a quienes atendió en la Diócesis de Brooklyn. Que
descanse en la paz de Cristo, el Señor resucitado”.
Debido a la suspensión de liturgias públicas, se celebrará una Misa
conmemorativa en la Diócesis de Brooklyn cuando sea seguro y la pandemia del
coronavirus haya calmado.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki.
Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI
Prensa
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