«Está
sobrevalorada. Como si no hubiera nada más»
El obispo de
Hildesheimer (Baja Sajonia, Alemania), Mons. Heiner Wilmer, ha criticado la
reacción de los fieles católicos que se quejan por no poder comulgar ante las
restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus Covid-29
(Kath.net/InfoCatólica) «Bueno, en la
reacción de algunos creyentes, la Eucaristía ya está sobrevalorada. Como si no
hubiera nada más. Siempre hemos tenido momentos en la historia del cristianismo
cuando hubo personas que no pudieron asistir a la Sagrada Misa o recibir la
comunión. Siempre ha sido ahí. Pero no por eso la fe se ha derrumbado»
Tales palabras son del obispo
de Hildesheim, Heiner Wilmer, en una entrevista concedida a Deutschlandfunk.
Según el prelado, la gente finge que todo se está derrumbando, pero esta es una
interpretación exagerada.
El obispo también considera
que no es necesario que cada sacerdote retransmita por internet sus Misas, ya
que basta con las emisiones que se realizan desde los canales diocesanos.
«¡No puede ser
que solo estemos obsesionados con la Eucaristía! Por supuesto que es
importante, pero el Concilio Vaticano II dice que el Señor no solo está
presente en la Eucaristía sino también en las Escrituras, leyendo la Biblia, y
debemos tomar en serio la palabra de Jesús "donde dos o tres en mi nombre
están reunidos, allí estoy yo entre ellos". También podemos reunirnos a
través de Internet, incluidos los medios modernos, para hacer esto».
Por otra parte, el obispo sospecha
que «las iglesias vacías que tenemos ahora pueden
darnos un anticipo de un futuro que puede no estar tan lejos". Ahora
vemos «imágenes» que
«reflejan algo con lo que definitivamente tenemos que lidiar más rápido de lo
que ahora queremos admitir».
QUIERE UN CAMBIO
RADICAL EN LA IGLESIA
Mons. Wilmer es uno de los obispos alemanes más favorables a la
revolución feminista en la Iglesia, la supresión del
celibato y los cambios en la Iglesia. Ha apoyado expresamente al movimiento
feminista María 2.0 y ha asegurado que es tiempo de reformas en la Iglesia
católica. «La Iglesia tiene que cambiar. Para mí,
personalmente, no hacerlo sería una traición al Evangelio»
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