«Se
está trabajando mucho y bien»
Alfa y Omega,
publica una entrevista con Gerardo Dueñas, subdelegado de Pastoral de la Salud
de la diócesis de Madrid, en la que explica cómo se ha organizado el servicio
de capellanía en el hospital temporal instalado en IFEMA y habla del servicio
de los capellanes en esta grave situación que vive la capital de España.
(AlfayOmega) El Arzobispado de Madrid ha puesto en marcha en colaboración con la
Consejería de Sanidad autonómica un servicio de capellanía en el hospital
temporal instalado en IFEMA. Allí, un equipo de sacerdotes está prestando desde
el principio atención espiritual y religiosa a los pacientes ingresados, así
como al personal sanitario que lo desee
«Estamos respondiendo a la
realidad tal y como se va presentando», explica Gerardo Dueñas, subdelegado de
Pastoral de la Salud de Madrid. De momento, en IFEMA hay cinco
capellanes, «el número habitual de capellanes en los grandes hospitales»,
además de otro encargado de coordinar las llamadas que van recibiendo.
Estos capellanes –sacerdotes
de Madrid y de diócesis cercanas que se han presentado voluntarios para prestar
este servicio– se han seleccionado según varios criterios: experiencia en el
mundo hospitalario de modo que sepan moverse en el hospital –de hecho, hay dos
que son médicos–, experiencia pastoral, que no sean personas de riesgo, y que
vivan solos, para evitar la posibilidad de contagiar a alguien fuera.
Dueñas confiesa que «nos ha desbordado la respuesta de los
sacerdotes: tenemos una lista de más de 30 que se han presentado voluntarios
para ser capellanes en IFEMA o en cualquier otro hospital», una necesidad grande en estos días, ya que hay
algunos capellanes que se han retirado por razones de salud o de edad, y hay
otros que se han contagiado.
Para el subdelegado de
Pastoral de la Salud, la experiencia en el hospital temporal está siendo «muy bonita» ya que, «al
ser un centro nuevo, los capellanes están desde el principio junto al resto de
personal del hospital, mostrando su servicio y conociendo a los equipos médicos
que se están formando». «Es una situación muy distinta a cuando llega un capellán
a un hospital y tiene que conocer a todo el mundo. Aquí los equipos se están
formando desde cero y los capellanes están ahí desde el minuto uno», abunda.
Como en el resto de los
hospitales durante estos días, surge el reto de que los enfermos y
sus familias conozcan la posibilidad de acudir al servicio de capellanía.
La forma ordinaria es que el paciente solicite al control de enfermería la
asistencia de un sacerdote. Asimismo, si la familia sabe que el paciente quiere
esta asistencia, puede llamar al hospital dando los datos de su familiar y
pidiendo que acuda el capellán. Junto a ello, en el caso de IFEMA, se ha
habilitado el correo electrónico capellanesifema@archimadrid.es, desde el que
se puede también pedir la asistencia religiosa. Y no solo se
atiende a los enfermos, sino que el servicio de asistencia religiosa se ofrece
a las familias y a los profesionales: «Estamos a disposición de todos, también de los enfermos
no creyentes», asegura Dueñas.
El subdelegado concluye que, a
pesar de estar trabajando en primera línea, «hay pocos capellanes que han
dado positivo, aunque algunos han caído y están pasando el coronavirus en casa». Por otro lado, a nivel anímico, Dueñas
afirma que los más de 100 capellanes hospitalarios que trabajan ahora mismo en
la diócesis «somos todos conscientes de que estamos
en una situación histórica, única», que «está
sacando lo mejor de nosotros». «Eso no quita que también aparezcan a veces el
miedo o la inseguridad, pero se está trabajando mucho y bien, y siempre en
colaboración con las autoridades sanitarias. Los capellanes estamos en los
hospitales para recordar a los pacientes, familias y profesionales que no están
solos, que la Iglesia los acompaña», concluye.
Juan Luis
Vázquez Díaz-Mayordomo
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