martes, 22 de octubre de 2019

LOS OBISPOS POLACOS PIDEN AL PAPA QUE PROCLAME DOCTOR DE LA IGLESIA Y PATRÓN DE EUROPA A SAN JUAN PABLO II


Carta al Pontífice del presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia
Mons. Stanisław Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, ha pedido al papa Francisco en nombre de todos los obispo polacos que proceda a proclamar a San Juan Pablo II como doctor de la Iglesia y patrón de Europa.
(InfoCatólica) El año 2020 será el del centenario del nacimiento de San Juan Pablo II y el 15 aniversario de su partida a la Casa del Padre. En relación con estos importantes aniversarios para la Iglesia en Polonia y la Iglesia Universal, el arzobispo Stanisław Gądecki indica en su carta a Francisco que el pontificado del Papa polaco «estuvo lleno de decisiones innovadoras y acontecimientos trascendentales que cambiaron la faz del papado e influyeron en el curso de la historia europea y mundial». 
Y añade:
«La riqueza del pontificado de San Juan Pablo II, al que muchos historiadores y teólogos se refieren como Juan Pablo II el Grande, fluyó de la riqueza de su personalidad: poeta, filósofo, teólogo y místico; y se llevó a cabo en muchas dimensiones, desde el trabajo pastoral y la enseñanza, dirigiendo la Iglesia universal, hasta el testimonio personal de santidad de vida».
Según el prelado, otro gran logro del pontificado de San Juan Pablo II fue su contribución a la restauración de la unidad en Europa, después de más de cincuenta años de división, simbolizada por el telón de acero.
El Presidente del Episcopado polaco asegura:
«Después de la proclamación unificadora y cultural del Evangelio por los santos Cirilo y Metodio y San Adalberto, más de mil años después, los frutos de sus actividades, no solo en términos sociales sino también religiosos, encontraron su protector y continuador en la persona del Papa polaco».
El cardenal Stanisław Dziwisz apoyó la petición de los obispos polacos en su discurso para el congreso 'Europa Christi'
El purpurado indicó que el San Juan Pablo II debe ser reconocido como doctor de la Iglesia y un mecenas de nuestro hogar europeo «que tiene mucho que decir a todos, tanto creyentes como no creyentes».

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