“La vida es demasiada corta para permitir que las
dificultades me quiten la alegría de vivir.” Pedro Sifontes
¿Cómo puedo
mantenerme motivado cuando las cosas no están bien? Es cierto que cuando las cosas
están saliendo bien nuestra motivación está alta; sin embargo, cuando las cosas
no salen como quisiéramos nuestra tendencia es a desmotivarnos e inclusive a
desesperarnos.
Debemos recordar las palabras
de Pablo a Timoteo: “Pero tú, Timoteo, mantén la
calma en todo momento, soporta los sufrimientos y anuncia siempre la buena
noticia. Haz bien tu trabajo.” 2 Timoteo 4:5 ¿Qué puedes ver aquí?
La mayoría de las personas no
alcanzan a ver las dificultades como oportunidades para crecer, no creemos que
verdaderamente todas las cosas nos ayuden a bien. Y todas las cosas incluyen
momentos difíciles, momentos de dolor. La clave para mantenerse motivado en
tiempos difíciles es evitar caer en desesperanza y concentrarse en buscar el
beneficio.
La adversidad nunca te dejará
igual, tienes dos opciones en los momentos difíciles: te debilita o te da
fuerzas. ¿Qué escoges? ¿Cómo te gustaría vivir la
vida? ¿Motivado o desmotivado? Siempre tendrás opciones en la vida y una es
la elección que debes hacer para enfrentar la adversidad.
¿Recuerdas el cuento
de la zanahoria, el huevo y el grano de café?
Una
hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas
le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y
creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que
cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su
padre, chef de profesión, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres
recipientes con agua y los colocó sobre fuego. Pronto el agua de cada uno
estaba hirviendo. En uno colocó zanahorias, en otros huevos y en el último
preparó café. Los dejó hervir sin decir palabra.
La
hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los
veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un
tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el
café. Mirando a su hija le dijo: “Querida, ¿qué ves?”
-”Zanahorias,
huevos y café”, fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las
zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que
tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el
huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras
disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó: “¿Qué significa
esto, papá?”
Él
le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua
hirviendo. Pero habían reaccionado en forma muy diferente. La
zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua
hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado
al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de
estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. El café
sin embargo era único; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado
al agua.
“¿Cual
eres tú?”, le preguntó a su hija. “Cuando la adversidad llama a tu puerta,
¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la
adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo, que comienza con un corazón flexible? ¿Poseías un espíritu
fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido, te has
vuelto dura y rígida?
¿O
eres como el café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa
dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su
mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor
tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
Y
tú, ¿cuál de los tres eres?
“No podemos controlar nuestras circunstancias, pero
podemos controlar nuestras reacciones.” Joel Osteen
Estar motivado en tiempos
difíciles exige determinación, pasión, confianza y compromiso. Tener la
voluntad de estar automotivado es de valientes, no es de cobardes, los cobardes
no tendrán ninguna herencia, nunca podrán disfrutar de las bendiciones de la
vida. No permitas que el fracaso o la adversidad te quite la motivación
de ir tras tus sueños, cada vez que enfrentes la adversidad disponte para
aprender de ella, busca los beneficios y te convertirás en una persona fuerte y
poderosa.
En amor y
liderazgo,
Pedro Sifontes
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