El parlamento
brasileño debatió un proyecto de ley para prohibir la práctica del infanticidio
en las áreas indígenas. Entre sus opositores, Rita Laura Segato, de la
Universidad de Brasilia, cuyo discurso se publicó en la web del Conselho
Indigenista Missionário
En la atestada
rueda de prensa del martes 8 de octubre sobre el sínodo de la Amazonia, el
periodista suizo Giuseppe Rusconi ha planteado la siguiente pregunta:
«Uno de los
leitmotiv de este sínodo es la representación de los pueblos indios como si
vivieran en el paraíso terrestre antes del pecado original. Se alaba su pureza
originaria y se exalta su relación armoniosa con la naturaleza. Se supone que
deberíamos aprender de ellos a convivir con el ambiente. Sin embargo, una
veintena de estos pueblos amazónicos siguen practicando hoy en día el
infanticidio. Y en una web de la conferencia episcopal brasileña aparece una
contribución en la que se justifica esta práctica. Les pregunto a ustedes si
los derechos humanos tienen un valor universal, o si valen para unos pero no
para otros».
Ha respondido, en primer
lugar, una de los doce «invitados especiales» en el sínodo – como lo son
también Ban Ki-Moon, Jeffrey D. Sachs, Hans J. Schellnhuber –, la filipina
Victoria Lucia Tauli-Corpuz, relatora especial de las Naciones Unidas sobre los
derechos de las poblaciones indígenas, que ha reconocido que «no todos los
indígenas, los pueblos originarios, son perfectos». Y ha añadido: «Algunos tienen prácticas que no son coherentes con los
derechos humanos. Hemos discutido largo y tendido sobre esta cuestión. En la
declaración de la ONU se ha resaltado que si los Estados deben respetar los
derechos de las poblaciones indígenas, los indígenas tienen que hacer de manera
que sus tradiciones sean conformes al derecho internacional sobre los derechos
humanos. Los indígenas han dicho que intentarán cambiar algunas de sus
tradiciones».
Después ha intervenido el
cardenal peruano Pedro Ricardo Barreto Jiménez, arzobispo de Huancayo, jesuita,
vicepresidente de la red eclesial panamazónica y copresidente del sínodo, que
también ha reconocido que «no todo son rosas entre
los pueblos indígenas», respecto a los cuales no se puede hablar de «pureza originaria, porque esto significaría desconocer
la naturaleza humana». Sin embargo, »debemos
reconocer su sabiduría ancestral, porque han enriquecido este bioma que Europa
está utilizando».
Sin embargo, después, el
cardenal ha negado que algunas poblaciones indígenas practiquen el
infanticidio: «Nunca he oído hablar de ello». Y,
quitándose los cascos, ha añadido que «quien hace
afirmaciones como esta tiene que aportar pruebas documentadas». No
obstante, ha resaltado que «cada vida humana es
sagrada. Si alguien afirma que dichas prácticas son posibles, desconoce el
mensaje del Evangelio. La vida hay que defenderla siempre». Y ha
resaltado: «Yo fui evangelizado por los indios y
siguen evangelizándome». Al final de la rueda de prensa, conversando, el
cardenal Barreto se ha negado nuevamente a creer que en una web de la Iglesia
brasileña se hubiera publicado una intervención en defensa del infanticidio
entre los indios.
Pero se equivocaba. A la
mañana siguiente, muy temprano, Rusconi ha subido a la red en su blog «Rossoporpora» precisamente
esas «pruebas documentadas» que reclamaba el
cardenal Barreto, y que el periodista ha resumido así, en cuatro puntos:
1. El parlamento brasileño ha
debatido el proyecto de ley PL 1057/2007 del diputado Henrique Afonso, cuyo
objetivo era prohibir la práctica del infanticidio en las áreas indígenas. La
propuesta fue aprobada por el congreso de los diputados el 26 de agosto de 2015
con 361 votos a favor y 84 en contra. Ahora se está ocupando de ello el senado.
En el debate, bastante vivo, se contraponen las razones de los derechos
universales de la persona humana, reconocidos por la constitución brasileña, y
los de las comunidades indias, sobre todo las más aisladas, a conservar sus
usos y costumbres. Quienes más se han opuesto al proyecto de ley han sido
antropólogos defensores extremos de la identidad india.
2. Entre los antropólogos más
conocidos, opositores al PL 1057/2007, está Rita Laura Segato, de la
Universidad de Brasilia, cuyo discurso ante la comisión de los derechos humanos
del congreso de los diputados se puede leer en la web del Conselho Indigenista Missionário (CIMI), «organismo vinculado à Conferência de Bispos do Brasil».
El título de la intervención de Segato es: «Que
cada povo trame os fios da sua história [Que cada pueblo teja los hilos de su
historia]» y en el texto, entre otros, se lee: «¿Qué
Estado es el que pretende, hoy en día, legislar sobre cómo los pueblos
indígenas tienen que preservar a sus hijos? ¿Qué autoridad tiene tal Estado?».
3. Que el infanticidio es una
práctica aún en uso en algunos pueblos indígenas de la Amazonia lo ha
confirmado el sociólogo y antropólogo Giuseppe Bonazzi durante una visita a los
misioneros de la Consolata entre la población Yanomami. Entrevistado por «la
Repubblica» el 16 de noviembre de 2010, Bonazzi dijo: «En
este pueblo, los recién nacidos más frágiles, o aquellos cuyas madres no pueden
prestarles suficiente atención porque están ocupadas con los hermanos nacidos
antes, no son aceptados y mueren». Este es el inicio de otro artículo
publicado en «Lettera 43» con el título «Il Brasile cambierà la legge che permette agli indigeni
di uccidere i bambini?» [«¿Cambiará Brasil la ley que permite a los indígenas
matar a los niños?»]. «Algunas tribus de indígenas de Brasil practican el
infanticidio. Y, por extraño que pueda parecer, la ley brasileña se lo permite.
Ahora, sin embargo, el país sudamericano está debatiendo un proyecto de ley
que, si se aprueba, podría prohibir esta práctica. El debate es muy encendido.
[…] La periodista Cleuci de Oliveira ha escrito un interesante texto para ‘Foreign
Policy’ en el que profundiza este tema. Sin embargo, hay que decir que el tema
atañe sólo a una minoría de las tribus brasileñas: según la estimación de
‘Foreign Policy’, sólo 20 grupos de casi 300 lo practican. Entre ellos, los
Yanomami y los Suruwaha».
4. «O
infanticídio indígena» es objeto de numerosos comentarios en la web
jurídica brasileña «Jus». En la
introducción de una intervención de octubre de 2017 se lee, por ejemplo: «La práctica tradicional del ‘infanticidio indígena’
consiste en el homicidio de criaturas indeseadas por el grupo y es común a
distintas tribus brasileñas». Y en la conclusión: «De ninguna manera el
derecho a la diversidad cultural puede legitimar la violación del derecho a la
vida. Por consiguiente, cualquier intento de justificar la práctica del
infanticidio no puede encontrar respaldo en ninguna legislación internacional».
Además, el periódico brasileño «O Globo» publicó
el 7 de diciembre de 2014 los resultados de una investigación sobre los
Yanomami. Dicha investigación confirma que, cuando nace un niño, la madre va
con su hijo a la jungla, lo examina y si este tiene una discapacidad,
normalmente vuelve a casa sola. O si ha tenido gemelos, la madre reconoce sólo
a uno. El acto de reconocimiento está simbolizado por la lactancia y el niño es
entonces considerado un ser vivo de la comunidad.
*
Hasta aquí la documentación
publicada por Rusconi a primera hora del miércoles 9 de octubre. Mientras
tanto, en Brasil, hay quien ha intentado poner remedio.
¿Cómo? Eliminando de la web del CIMI,
el organismo indigenista misionero «vinculado» a la conferencia episcopal
brasileña, precisamente el texto citado por Rusconi en el punto 2, es decir, la
intervención de la antropóloga Rita Laura Segato en la comisión de los derechos
humanos del congreso de los diputados, en defensa del infanticidio.
Hoy este discurso ya no está.
Sin embargo, en la misma web del CIMI se ha resaltado otro artículo titulado «Estudo contesta criminalização
do infanticídio indígena», en el que la misma Segato,
comentando el ensayo de su colega antropóloga Marianna Holanda, define el
proyecto de ley que quiere prohibir el infanticidio «uma
forma de ‘calúnia’ aos povos indígenas».
En cualquier caso, las doce
páginas del discurso de Segato contra el proyecto de ley PL 1057/2007 están en
manos de Rusconi y de Settimo Cielo, fotocopiadas antes de su desaparición de
la web del Conselho Indigenista Missionário de la Iglesia brasileña.
Sandro Magister
Publicado
originalmente en el blog Settimo Cielo
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