Las sectas
satánicas y la celebración de misas negras podrían
estar detrás del robo que en la madrugada del pasado 1 de octubre se producía
en la iglesia parroquial de la Purísima Concepción, de Casas de Fernando Alonso
(Cuenca, España), de la que se llevaron las hostias consagradas, la llave del
sagrario y manteles del altar.
Sin embargo, no tocaron
algunos objetos de valor, por lo que a juicio del párroco, José Antonio
Belinchón, el objetivo del ladrón o ladrones estaba claro: “Venían a por el Santísimo”. Así, el sacerdote entiende que detrás de estos hechos estaría el comercio de hostias consagradas con
destino a su profanación en ritos satánicos,
que proliferan en los últimos tiempos, según informa el medio digital Las Noticias de Cuenca.
Según la fe católica, antes de la consagración la Hostia es sólo pan de trigo, pero después se
convierte en el Cuerpo de Cristo, de ahí que los ladrones intenten
certificar la autenticidad de la consagración con elementos como los sustraídos
en la iglesia de Casas de Fernando Alonso.
NO TOCARON OTROS OBJETOS DE VALOR
Según relata el párroco, el
ladrón o ladrones forzaron las dos puertas del templo y accedieron a su
interior por la que se ubica en la plaza. Una vez dentro, fueron directamente al sagrario y,
a pesar de poder abrirse fácilmente –puesto que “tiene una llave como la de un armario”–, revolvieron la Sacristía para encontrarla. “No buscaban
llevarse posibles objetos valiosos. Cuando esto ocurre se suele forzar
la cerradura, se llevan el copón, los cálices… pero las sagradas formas las tiran; aquí ha sido
todo lo contrario”.
A su juicio, la razón de este
comportamiento sería poder acreditar la consagración de las hostias en el comercio sacrílego para la celebración de misas negras donde, según cuenta, cada forma puede
llegar a alcanzar desde los 100 hasta los 1.000 euros.
“Si alguien te pide hostias consagradas la forma de
certificar que lo son es llevar el copón con el nombre de la iglesia grabado al
pie, la llave del sagrario, y los manteles del altar, es la manera de decir que se ha profanado una
iglesia y que son verdaderas. Nos puede parecer extraño que esto suceda,
pero lo cierto es que hay un crecimiento del satanismo y hay muchos robos de
hostias consagradas”, añade el párroco de Teatinos.
No son muchos los elementos de
valor, al menos material, con los que cuenta la iglesia parroquial de Casas de
Fernando Alonso, pero según cuenta José Antonio Belinchón, los ladrones tenían
a mano un teclado, un proyector o un amplificador pero no se llevaron nada, sólo el lampadario con 20 o 30
euros “que después encontramos tirado en
una viña”.
Sin embargo, el copón o ciborio que se usa para guardar el Santísimo Sacramento no
apareció por ningún lado. Es de latón, por lo que no tiene valor de
mercado, “pero lo necesitan para llevar las
hostias consagradas y demostrar que procede de la iglesia profanada”.
ACTO DE REPARACIÓN
Debido al robo sufrido y a la
profanación de la Eucaristía, la Diócesis de Cuenca ha
convocado un acto público de reparación que tendrá lugar el
próximo sábado día 5 de octubre a las 19:30 horas en ese templo parroquial.
Este acto de desagravio, que
será presidido por el obispo diocesano,
monseñor José María Yanguas Sanz, consistirá en la celebración de
la Santa Misa y en un tiempo de adoración al Santísimo durante
el que todos los asistentes podrán rezar unidos.
La parroquia ha recibido
muestras de apoyo y de fraternidad de muchos sacerdotes y fieles de la Diócesis
de Cuenca, con los que el párroco y los feligreses se han sentido reconfortados
ante el sufrimiento provocado con la profanación del Sagrario.
En cuanto se conoció la
profanación y el robo de la Sagrada Eucaristía, el caso se puso
en manos de la Guardia Civil y
se informó al resto de las parroquias de la Diócesis para pedir oraciones de
reparación.
EL ARZOBISPO DE TOLEDO YA ADVIRTIÓ HACE TIEMPO
Hace 3 años, el arzobispo de Toledo,
monseñor Braulio Rodríguez, calificó de “noticia
triste” el robo del que fue objeto entonces la parroquia de
Santa María de la Asunción de Ocaña (Toledo) y que atribuyó a “una cierta insensibilidad” y “desprecio hacia lo que verdaderamente es digno de
ser respetado”.
El primado de España no
descartó en aquel momento, “aunque no
podemos probar”, que detrás del
robo “haya algo de sacrilegio” para la utilización de lo robado en misas negras. “Es muy difícil tener estadísticas sobre esas
misas negras, pero sabemos que existen”, aseguró el arzobispo, quien
señaló que, en estas prácticas, “hay un componente muy anti-católico, pero también muy antihumano”, además de ser “un
poco extraño” que “en una sociedad como la nuestra que se dice tan
descreída, se crea en el demonio”.
Monseñor Rodríguez confesó
también que la sociedad se siente “bastante
indefensa” ante estas sectas y grupos secretos, “que hacen las cosas como siempre a oscuras, sin que se
vea al exterior”. Los grupos
satánicos, según el arzobispo toledano, “pululan por nuestros pueblos y ciudades y tienen
que ver con causas de desasosiego y de enfado que existe en la sociedad”.
Secretaría RIES
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