Este
mismo exorcista ya había advertido también que ahora se tarda más tiempo y más
sesiones para conseguir la liberación de una persona que en el pasado. Algunos
de los motivos que cita son los siguientes: la alta difusión de las actitudes ateas en la sociedad en general; la
reducción de la fe a un concepto meramente intelectual; una creciente falta de
creencia en el demonio incluso en el seno de la Iglesia, incluyendo a sacerdotes
y obispos.
“Creo que la razón de esto es que nuestra sociedad se está volviendo más
y más atea, la gente está abandonando la oración y los sacramentos, así que hay
menos defensas contra el diablo”, agregó. Otro factor “anormal”
es la falta de fe dentro de la misma Iglesia, porque durante un
exorcismo, “el exorcista reza en nombre de la
Iglesia”.
Y es que
explicaba que “si dentro de la Iglesia tienes el
clero y también un cierto número de obispo que no creen en el diablo o sus
acciones, entonces el exorcista se ve
privado del poder de la oración de la Iglesia”.
En su
opinión, “nuestra fe se
está volviendo más y más intelectual. Tenemos que informar a la persona,
tenemos que instruirla con el Catecismo, es muy importante. Yo mismo soy dominico, soy teólogo moral, enseño
Teología, creo en la formación, pero los problemas no se pueden resolver sólo a
través de la información”. Dermine considera que la fe es sobre todo “un misterio de salvación, tenemos que ser salvados de
algo, de alguien, y este alguien también es el diablo”.
J.L. / ReL
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