viernes, 15 de mayo de 2015

LOCUCIONES DE MARÍA PARA EL MUNDO


 "...Debo hablar del Espíritu Santo, Mi esposo, que vino dos veces sobre Mí. La primera vez, Él formó en Mí, el cuerpo físico de Jesús. Luego, el día de Pentecostés, cuando los discípulos estaban reunidos conmigo, vino de nuevo y formó el cuerpo místico de Jesús, la Iglesia. Este es el gran misterio. Quien me encuentra, encuentra al Espíritu Santo. Quien viene a Mí, recibe al Espíritu Santo. Muy a menudo Yo proclamo que el Padre Celestial me ha preparado en esta Era Final como Su plan especial para la paz mundial. Yo no soy la fuente de la paz mundial. La paz mundial sólo proviene del Espíritu Santo. Es un viento que sopla donde quiere, pero también es una Persona que ha decidido permanecer en Mi Inmaculado Corazón. Voy a hablar mucho más, porque esta debe convertirse en la Era del Espíritu Santo. Desde el primer instante de Mi concepción, el Espíritu Santo me poseía. Yo fui Su primogénita en el tiempo. Él ya había estado trabajando entre los profetas, los reyes y el pueblo de Israel, pero a ninguno de ellos, incluso al gran Rey David, lo poseía plenamente. Yo fui la cumbre, la gran hija de Israel y la mayor obra del Espíritu hasta ese momento. Cuánto me cuidaba el Espíritu. A cada instante Él me llenaba con más vida divina que el instante anterior. Siempre, me estaba elevando a la más grande unión divina, día tras día, año tras año. Todo estaba hecho a la perfección, sin un solo error. Ni una sola efusión de Su fuego divino se perdió. Guardé todas las cosas en Mi corazón..."

3. El Regalo de las Locuciones

8 de mayo de 2015

María

Todo está siendo arrasado. Ahora, la humanidad se enfrenta cara a cara con un enemigo que por tanto tiempo le ha acechado en las sombras. El corazón del hombre se da cuenta de que algo no está bien. La historia humana no debería ir de una crisis a la siguiente. Por lo general, períodos de paz vienen después de las grandes victorias de guerra. Esta no es la manera en que la historia humana se ha desarrollado en estas décadas recientes. Incluso antes de que se resuelva una crisis surge otra, como niños dando origen a nuevos niños. Ahora, la verdad debe ser enfrentada.

La humanidad está atrapada en una batalla que no puede ganar. Las probabilidades en su contra son demasiado grandes. El enemigo es demasiado inteligente y poderoso. Desprovista de fe, la humanidad no ve ni entiende. Por lo tanto, tengo que quitar el velo. Que Mis palabras abran sus ojos. No son palabras de miedo, sino de esperanza. Estoy con ustedes. El Padre Celestial me ha enviado. He aparecido en muchos lugares y hablo todos los días. Permitan que todo esto sea un signo para ustedes.

Mientras la historia humana se sumerge de una crisis a la siguiente, mientras se desarrollan los acontecimientos, todos necesitarán la más grande fe. Algunos tratarán de tener esta fe y fracasarán. Otros serán sabios. En lugar de tratar de tener fe, ellos sólo vendrán a Mí. Estas locuciones les habrán enseñado el camino. Ellos disfrutarán de la luz, porque están fortalecidos por estas locuciones. Oh pequeños, tan solo lean y lean. Lean estas locuciones todos los días. De esta manera, la esperanza entrará en sus corazones. La luz llenará sus mentes. Los eventos no les confundirán ni les causará miedo. Ni se imaginan todo lo que he logrado en sus corazones por su fidelidad a estas locuciones.

4. La Era del Espíritu Santo

9 de mayo de 2015

María

Yo no quiero violencia, ni guerra, ni el colapso de las estructuras, ni la destrucción de las naciones. La vida humana es demasiado preciosa para ser arrasada. El Padre Celestial es infinitamente paciente, siempre previendo el bien que puede venir del mal. Este es el gran misterio de la muerte de Jesús. El Padre permitió a sus propias criaturas torturar y matar a Su Hijo. Estudien este misterio de la cruz y ustedes aprenderán fácilmente el plan de Dios.

Jesús no llegó a Jerusalén como un general conquistador, listo para usar la fuerza y el poder. Él llegó como el Mesías, conteniendo dentro de Sí el gran misterio del Espíritu Santo de Dios. Él ya les había dicho a los apóstoles que era importante para Él morir, partir, dejar, volver al Padre para que el Paráclito pudiera venir. Sólo el Espíritu Santo cambiaría para siempre la historia humana.

Vean la muerte de Jesús en esta luz. El evangelio dice: “Él inclinó Su cabeza y envió a Su espíritu”. Más tarde, después de resucitar de entre los muertos, Jesús “sopló sobre ellos y les dijo: ‘Reciban el Espíritu Santo’ ”.

Debo hablar del Espíritu Santo, Mi esposo, que vino dos veces sobre Mí. La primera vez, Él formó en Mí, el cuerpo físico de Jesús. Luego, el día de Pentecostés, cuando los discípulos estaban reunidos conmigo, vino de nuevo y formó el cuerpo místico de Jesús, la Iglesia.

Este es el gran misterio. Quien me encuentra, encuentra al Espíritu Santo. Quien viene a Mí, recibe al Espíritu Santo. Muy a menudo Yo proclamo que el Padre Celestial me ha preparado en esta Era Final como Su plan especial para la paz mundial. Yo no soy la fuente de la paz mundial. La paz mundial sólo proviene del Espíritu Santo. Es un viento que sopla donde quiere, pero también es una Persona que ha decidido permanecer en Mi Inmaculado Corazón. Voy a hablar mucho más, porque esta debe convertirse en la Era del Espíritu Santo.

Comentario: Muchos olvidan a menudo la estrecha relación entre Nuestra Señora y el Espíritu Santo.

5. María Poseída por el Espíritu Santo

10 de mayo de 2015

María

El tiempo es tan corto y tantos preparativos aún se deben hacer. Debemos avanzar aprisa. El camino más rápido es entender el regalo del Espíritu Santo dado por el Padre. Muy a menudo, el Espíritu es dejado de lado, como si fuera un viento, o una paloma. Estos sólo son símbolos para expresar un determinado aspecto del Espíritu.

Jesús le dio al Espíritu Su verdadero título, el Paráclito. Él explicó las tareas del Espíritu e incluso dijo que era importante que Él vaya al Padre para que así el Espíritu pueda venir. “He venido a traer fuego sobre la tierra”, dijo Jesús. Él cumplió Su promesa cuando las lenguas de fuego del Espíritu descendieron sobre todos los que estábamos reunidos en el Cenáculo.

Cuando hablo de la ayuda de Dios, o de la presencia de Dios, estoy hablando de una nueva realidad. Del mismo modo que Jesús murió en la historia, así también hubo un momento en la historia en que el Espíritu Santo fue derramado. Este es el misterio que quiero tomar en Mis manos y compartir con ustedes.

Desde el primer instante de Mi concepción, el Espíritu Santo me poseía. Yo fui Su primogénita en el tiempo. Él ya había estado trabajando entre los profetas, los reyes y el pueblo de Israel, pero a ninguno de ellos, incluso al gran Rey David, lo poseía plenamente. Yo fui la cumbre, la gran hija de Israel y la mayor obra del Espíritu hasta ese momento.

Cuánto me cuidaba el Espíritu. A cada instante Él me llenaba con más vida divina que el instante anterior. Siempre, me estaba elevando a la más grande unión divina, día tras día, año tras año. Todo estaba hecho a la perfección, sin un solo error. Ni una sola efusión de Su fuego divino se perdió. Guardé todas las cosas en Mi corazón.

Más y más alto Él me elevó, en las profundidades de la Trinidad, desconocida para todo santo y oculta incluso de los ángeles. Por último, me llevó a un lugar de la Trinidad donde Yo escuché palabras, no palabras místicas que no se pueden expresar, sino palabras simples que hasta un niño puede entender, “Tú concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús”. Dios utilizó un ángel para decir esas palabras, pero fueron realmente dichas mientras Mi alma estaba en el lugar más oculto y secreto de todos – la vida interior del Padre, del Hijo y del Espíritu.

Comentario: Nuestra Señora explica Su propia vida con el Espíritu.

6. La Historia Humana y el Espíritu Santo

11 de mayo de 2015

María

Cada regalo fluye hacia la humanidad desde la vida interior de la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Si estos regalos cesaran, toda la creación terminaría inmediatamente. En primer lugar, desde esta vida interior, vino la creación. Luego, la Palabra de Dios salió, concebido en Mi vientre y nacido en Belén. Después, como el principio de la Era Final, el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles.

¿Ha sido entregado todo? ¿No puede Dios traer nada nuevo? Todo lo contrario. Una vez que el Espíritu fue entregado, la puerta a todo lo que es nuevo se abrió de forma permanente. El Espíritu que hablaba de vez en cuando a los profetas del Antiguo Testamento, y que de vez en cuando animaba a los reyes de Israel para la acción, vino para permanecer sobre el mundo.

Su nueva presencia se percibía rápidamente mientras los apóstoles alababan a Dios en nuevas lenguas, predicaban sin temor y obraban milagros en el nombre de Jesús. Tal era la nueva vida que fluía para todos los que eran bautizados. Estas fueron las pruebas de la nueva presencia permanente del Espíritu Santo sobre la creación.

El Espíritu ahora se mantiene en la historia para traer lo nuevo y para renovar la faz de la tierra. Él es el regalo del Padre para preservar a la Iglesia hasta el fin de los tiempos. Él es, sobre todo, la presencia permanente del Padre y de Jesús, insertada para siempre en la historia humana. Estos son los misterios que tengo que explicar porque nadie entiende.

La historia humana nunca se podrá perder totalmente, porque Jesús ha enterrado al Espíritu Santo en el corazón de la historia. Su poder sale adelante a cada instante. El Espíritu Santo es la promesa del Padre de que la historia humana nunca, nunca será destruida por manos humanas. Existirá hasta que Jesús venga de nuevo. Sin embargo, una pregunta gigantesca surge. ¿Cómo es el poder del Espíritu Santo liberado en la historia humana? Esto lo voy a explicar.

Comentario: Nuestra Señora ofrece una enseñanza única sobre el papel del Espíritu Santo en la historia.

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