martes, 10 de febrero de 2009

UNA HERMOSA BENDICIÓN


Cierto hombre susurro:
§ “¡Dios, háblame!” - y el árbol cantó. Pero el hombre no oía.

Luego el hombre, habló más fuerte, pidiendo:
§ “¡Dios, háblame!” - y un rayo cruzo el cielo. Pero el hombre no oía.

El hombre miró a su alrededor y dijo:
§ “¡Dios, permite que te vea!” - y una estrella se ilumino con gran resplandor. Pero el hombre no la notó.

Entonces el hombre gritó:
§ “¡Dios, muéstrame un milagro!” - y en ese minuto nació un bebe. Pero el hombre no lo supo.

Luego el hombre pide a gritos, en desesperación:
§ “¡Tócame Dios y hazme saber que estás aquí!

Dicho esto, Dios bajó y tocó al hombre. Pero éste espantó a la mariposa que volaba a su alrededor y continuó caminando.

Reflexión: No te pierdas de una bendición sólo porque no viene envuelta del modo en que tú esperas.

¡La actitud lo es todo!

"Los amigos son ángeles que levantan nuestros pies de la tierra, cuando nuestras alas han olvidado como volar"

¡Qué Dios y su Santísima Madre te bendigan!
¡Ave María purísima! ¡Sin pecado concebida Santísima!

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