jueves, 5 de febrero de 2009

¿QUIÉN PUEDE DECIFRAR AL SER HUMANO?


Un paciente culto me dijo cierta vez que era capaz de enfrentar a un perro feroz, pero que se moría de miedo ante las mariposas.

¿Cuáles son los riesgos que le produce la mariposa? Ninguno, a no ser regocijar la vista con su belleza. El conflicto de este paciente no consiste en los peligros reales exteriores, sino en los peligros imaginarios.

Su madre le había dicho de chico que si tocaba una mariposa con las manos se quedaría ciego. Cuando el niño tocó una mariposa, la madre gritó. El grito de alerta se cruzó con la imagen de la mariposa.

Ambos estímulos quedaron registrados en el mismo inconsciente, en la misma ventada de la memoria. La hermosísima e inofensiva mariposa se convirtió en un monstruo.

Cuando de pequeños vamos a la playa, las olas nos parecen enormes, tanto así, que no queremos ni acercarnos a la orilla, pero cuando crecemos y vamos a la misma playa, las olas ya no nos parecen tan enormes. Igual son la mayoría de nuestros problemas, muchas veces en nuestro subconciente tenemos algo escondido que nos impide encontrar una solución fácil. Si ubicamos nuestros temores, todo parece mucho más fácil.

Todos creamos monstruos que destruyen sueños. Todos tenemos monstruos escondidos detrás de nuestra amabilidad y nuestra serenidad.

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