martes, 3 de febrero de 2009

GATES VS TERESA


Bill Gates, inyectando 3 mil millones de dólares a su fundación filantrópica ha podido ayudar con programas de beneficencia a millones de personas.

La Madre Teresa de Calcuta, a pesar de su imagen buena y abnegada labor, después de años de gestos heroicos no ha auxiliado a tanta gente como el dueño de Microsoft. Ésta es la conclusión del Sr. Pinkers publicada en el New York Times: Bill Gates ha vencido en humanidad a la madre Teresa. ¿Usted qué opina? ¿Quién de los dos alcanza mayores alturas de bien?

En realidad, Gates no está solo con estos donativos multimillonarios. El año pasado William Barron Hilton – magnate de hoteles y casinos – anunció que a su muerte donará 1.2 mil millones de dólares a su propia fundación. El año antepasado el rico financiero Warren Buffet anunció que se desprendería de 43 mil millones de dólares para darlos a la fundación de Bill y Melinda Gates.

Tanta generosidad y magnanimidad ¿son plenamente desinteresadas? ¿Sólo habría que agradecer y reverenciar estos gestos de liberalidad?

Vamos a dejar de lado ahora ese cachésocial que crean estas donaciones, al elevar el nombre y buena fama de los donantes. Esto es quizás normal y humano, excusable, pues de todas formas se pueden hacer cosas muy buenas con ese dinero. Dejemos también de lado la objeción de otros que les acusan de estar dando migajas, pues aún dando la mitad de su riqueza continuarían siendo multimillonarios.

Me parece más preocupante ver si realmente esas fortunas están parando en ayudas buenas o se desvían para fines que la generalidad de la gente consideraría torcidos si se desvelan.

No basta decir que vas a donar, importa decir a qué los vas a donar para valorar el peso moral del filántropo. Algunos datos que preocupan, y dan una idea de esto:
- George Soros, que ha hecho su dinero en la especulación financiera, dona unos 500 millones de dólares a sus fundaciones Open Society y Soros Humanitarian Foundation. ¿Qué hacen? Preponderantemente promoción de ideologías, entre ellas, por ejemplo, la liberación de la droga.
- Jon Stryker, heredero de una compañía médica, destinó 68 millones de dólares a su fundación Arcus, que se usarán para impulsar apertura a la cultura gay en el mundo.
- Otro dato. La fundación de Gates hace alarde que entre sus principales preocupaciones está la salud. ¿Qué programas promueve? Entre ellos la financiación de campañas internacionales para promover el aborto (a través sobre todo de la organización Planned Parenthood).

Así, hay toda una serie de grandes fundaciones mundiales que se destacan por su apoyo desmedido a la salud reproductiva y legalización del aborto especialmente las Fundaciones Gates, Soros, Turner, Ford, Mac Arthur, Pathfinder, Rockefeller, Sunnen, Playboy y Packard, entre muchas otras.

Una primera pregunta: ¿no será mejor usar ese dinero de beneficenciapara destinos que sean urgentes y buenos en el sentir general (Vgr. acabar con la pobreza en el mundo, luchar contra enfermedades reales, educar para dar trabajo…)?

Quizás esos grandes magnates creen que están haciendo el bien y que serán los salvadores del mundo. ¿Qué es el bien para ellos? ¿Quién es el hombre para ellos?

Cito a Bill Gates «La informática es el mejor instrumento de la historia para liberar la creatividad del hombre () la prioridad para cada país tiene que ser la inversión en esto».

Volviendo al tema inicial ¿quién gana, Gates o Calcuta? Démosle la palabra a la monja de Calcuta: «Si aquel día en que me tropecé con aquella mujer – con medio cuerpo roído y mutilado por las ratas – hubiera cerrado los ojos, para no ver; si me hubiera tapado la nariz, para no oler el hedor, y si me hubiera alejado de ella para seguir mi camino, si no me hubiera cargado a la enferma sobre mis espaldas y no me la hubiese llevado al hospital... yo no habría sido una verdadera misionera de la Caridad».

Con ojos económicos, esa moribunda no pesaba nada en las bolsas de valores; el tiempo invertido por la monja de Calcuta en llevarla y atenderla fue tiempo desperdiciado en una persona inútil a la cadena de producción, una persona sin solución que pronto moriría. Viéndolo con otros ojos, esa mujer se encontró con una persona que le vio a los ojos con amor justo antes de morir ¿cuántos dólares vale eso?

No los millones de dólares, sino la intensidad del amor en cada pequeño gesto, ahí está la clave que trató de aplicar esa gran mujer para transformar el mundo. Por eso decía la santa de Calcuta: «A la hora de la muerte, no seremos juzgados según el número de obras de mérito que hayamos realizado ni por el número de diplomas que hayamos cosechado a lo largo de nuestra vida. Seremos juzgados por el amor que hemos puesto en nuestras obras y gestos».

Cuánta verdad y qué gran aliento. No tenemos que esperar a ser multimillonarios como Gates para hacer este mundo más hermoso: todos tenemos al alcance de la mano hacer actos de amor, generosidad, ayuda a los demás, consuelo, benevolencia… Basta hacerlos, y habrás dado sentido a esa parte del universo ligado a tu existencia.

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