sábado, 7 de febrero de 2009

EL CHUPETE


Esta es la historia de una madre de familia y su hijo (cualquier parecido con su vida es solo coincidencia)

Paola tenía un gran problema con su hijo de 5 años. Gustavo, se llamaba el niño que tenia la particular adicción por los dulces. Al niño le encantaban los chupetes (dulce muy requerido por los niños)

La mamá muy afligida por los problemas de salud que su hijo pudiese tener no sabia que hacer para que el niño lograse dejar el chupete. Ella había agotado todos los recursos, incluso había llegado a castigarlo físicamente, pero Gustavito hasta se escondía para saborear los deliciosos chupetes.

Un día se le ocurre a Paola llevar con engaños al niño donde su compadre, al cual el niño apreciaba y respetaba bastante. Buscaba que éste le aconsejase y ayudara al niño a dejar la adicción al chupete.

En casa del compadre Paola dice:
§ Compadre he venido a visitarlo porque ya no sé que hacer con mi hijo, éste pequeño bribón no deja de buscar los dulces. Yo quisiera que usted le diga algo al niñoaconseje a Gustavito que deje el chupete, él a usted lo quiere y lo estima mucho, estoy seguro le obedecerá. ¡Por favor compadre ayúdeme, dígale algo a mi hijo!”
Nacho, el padrino, se queda un momento en silencio pensativo y no dice nada. Después de un rato le dice a su comadre:
§ Bueno, yo lo puedo ayudar pero no en estos momentos comadre. La ayudo con el niño pero por favor tráigamelo dentro de 30 días, ahora no se me ocurre nada para colaborarle

Paola acepta el trato y decide volver en 30 días, cree que así su compadre tendrá tiempo de sobra para prepararse.

Pasan los 30 días de mucha impaciencia para Paola pero de mucha dulzura de chupetes para Gustavito. Nuevamente van a casa del compadre. Nacho ni bien ve llegar al niño, empieza a increparle que los dulces hacen daño, que los chupetes le traerían problemas, con los dientes, con esto, con lo otro y en fin, el compadre se la pasó como 3 horas aconsejando y convenciendo al niño para que lograse dejar el chupete. Termina su prolongada terapia chupetística con la promesa que hace el niño de dejar los dulces y chupetitos.

La comadre contenta y alegre pues confiaba en que todo iba a cambiar desde ese momento, pregunta a su compadre:
§ “¡No me explico cómo hace 30 días usted no logró dar ni un solo consejo a mi hijo! ¡No entiendo cómo ahora pudo estar 3 horas aconsejándole!, ¿por qué usted me hizo esperar 30 días compadre?”
§ “¿Sabe qué comadre Paola?, yo hace 30 días no podía aconsejar al niño, pues yo también era un ADICTO A LOS DULCES, pero en estos 30 días pasados he logrado abstenerme y dejar los caramelos y ahora me siento capaz de poder aconsejarle como hacerlopues ya DEJE EL CHUPETE

-Usted no puede hablar y aconsejar sobre el AMOR si en su corazón existe ODIO.
-Usted no puede hablar de ALEGRÍA, si vive lleno de TRISTEZA.
-No podemos hablar de PACIENCIA, si somos IMPACIENTES.
-No se puede aconsejar acerca del PERDÓN, si no hemos PERDONADO.
-Nadie puede referirse a la HUMILDAD, si es ORGULLOSO y VANIDOSO.
-Imposible hablar de TRABAJO y ser VALIENTES, si somos FLOJOS y PEREZOSOS. -Yo no puedo hablar de FIDELIDAD si soy un ADÚLTERO.
-No se puede hablar de PUREZA, si usted esta IMPURO.
-Difícil tratar de GUIAR a los demás si no conocemos el CAMINO.
- No puede pensar en el CIELO, si vive solo pensando en lo que hay en la TIERRA.
En fin usted y yo no podemos aconsejar, y decir a los demás que CAMBIEN SUS VIDAS, si nosotros primero no CAMBIAMOS NUESTRA VIDA. Usted no puede enseñar a los demás a dejar el chupete si usted es un adicto a los dulces.

Reflexión: Pensemos en estos momentos cual es nuestra debilidad. ¿Cuál es el chupete que no podemos dejar? Pidámosle a Dios Padre que por medio de su Hijo, con la ayuda del Espíritu Santo y la intercesión María Santísima nos ayude a dejar todo aquello que nos molesta, que nos causa daño; dejemos el pecado que tenemos en nuestro corazón, y que nos impide vivir la vida en abundancia que Jesús trajo para nosotros.

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