lunes, 12 de febrero de 2024

PEDRO SUÁREZ-VÉRTIZ

Una niña (hoy mujer) publicó en sus redes una historia que me dejó perplejo. Todo Lima me llamó para que lo lea y viera las fotos. No quiero comentarles más. Espero sus respuestas y compártanlo por favor. La chica, Maria Jose Rodriguez Larrain, lo merece. Su texto es el premio Oscar para mí.

 GRANDE PEDRO

Mi papá le hizo un gran favor a Pedro: asesorar para obtener la visa de trabajo a Estados Unidos a sus músicos. Pedro quería pagarle de vuelta ese favor, aunque mi padre le decía que no era necesario. Aún así, él insistía.

Pasaron unos años y mi papá se encontró de casualidad con su manager, carro a carro, en un semáforo. Se acordó de esa pequeña “deuda”, aprovechó la oportunidad para probar suerte y le dijo: “Dile a Pedro que mi hija Maria José cumple 11 años este jueves. Lo vamos a celebrar con todas sus amigas en el Pizza Hut de Comandante Espinar a las 5 de la tarde. Si puede venir estaría mucho más que agradecido.”

Mi papá pensó que la probabilidad de que vaya era mínima, pero igual no perdía nada intentando.

Fue así como el gran Pedro Suárez Vértiz nos sorprendió y apareció en mi cumpleaños. Yo era su fan y casi me dio un ataque cardiaco cuando lo vi entrar. Vino directamente a darme un abrazo. Era el año 2000.

Trajo su guitarra y un amplificador.

Nos cantó todas sus canciones, con algunas modificaciones de letra para que sean “aptas” para niñas púberes: “Qué bellos, qué bellos son tus ojos, los miro y me enveneno…” y así sucesivamente. Nos hizo reír. También me cantó “happy birthday” versión rock. Fue muy cariñoso conmigo y mis amigas, nos firmó autógrafos a todas.

Fue increíble. Pedro y mi papá se convirtieron en grandes amigos. En ocasiones él solía venir a mi casa y tocaba música en el piano. Verlo nomás era una gran inspiración.

Estas palabras nacen como un homenaje a él, para agradecerle por ese gran gesto que tuvo conmigo y con mi padre. Es un recuerdo que habita en mi corazón y que nunca olvidaré. Lo admiro muchísimo, no sólo como artista sino principalmente, como ser humano.

Un gran hombre lleno de fe y de amor que no hace más que contagiar alegría y ganas de vivir. Gracias Pedro por todo lo que nos has regalado. Eres un orgullo para todos los peruanos. Siempre escucho tus canciones, ellas han marcado mi vida y las seguiré cantando hasta que me muera.

Nos haces bailar, llorar y reír. He ahí la magia: tu música nos hace sentir. Sentimiento increíble, te siento de sólo pensar, cuando pienses en volver, alguien que bese como tú, bailar, “no” lo olvidé, nunca lo olvidaré.

Gracias por todo. Te queremos mucho. Te mando un abrazo gigante y espero que esto te haya hecho recordar un momento increíble. !!!Eres un ser maravilloso y te amamos. Vales un Perú!

Gracias por recibir mis palabras!!! Eres un ídolo, siempre te leo y me llenas de fe. Y cuando voy en bicicleta te escucho siempre. 

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